El ambiente electoral en Tlaxcala cada vez se descompone más. Las violaciones a la ley y a los tiempos que marca la ley son más evidentes y no existe ni autoridad ni jefe político que ponga orden, lo que obviamente resulta un mal augurio para el clima político de la entidad.

 

 

Oficialmente las precampañas para los aspirantes al Senado y a las diputaciones federales inician de acuerdo con el INE el próximo 20 de noviembre, sin embargo los militantes de Morena que según arrancarán su proceso interno el 11 de noviembre, ya han tapizado con propaganda al estado con la absoluta complacencia de una autoridad electoral rebasada, débil y a modo del partido en el poder.

 

Morena que siempre se ha jactado en ser un partido diferente, se comporta como el nuevo PRI, pues no sólo viola los tiempos electorales, sino que presiona a los servidores públicos de varias dependencias para que los fines de semana acudan a repartir propaganda de un aspirante al Senado, un junior de abolengo que hoy en día su papá forma parte de la triada que gobierna a Tlaxcala, es decir, la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros, el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya y el grupo “Morelos” encabezado por Luis Antonio Ramírez Hernández, actual secretario de Gobierno.

 

Los lorenistas, los aliados y los que creyeron en el proyecto de Lorena Cuéllar han sido sólo utilizados, maltratados, excluidos y relegados de los espacios de poder para dar paso a foráneos, traidores y detractores, comprobando a la mala que la mandataria tlaxcalteca es una política que no cumple, que no tiene palabra ni memoria, pues en ella sólo domina el interés, la voracidad, la ambición y un desbordado narcisismo que está llevando a su administración al fracaso.

 

No le importa que los tlaxcaltecas se sientan traicionados o heridos, prueba de ello es que ayer confirmó una vez más que no confía ni tiene interés en dar oportunidad a sus paisanos que la llevaron al poder, púes dejó como encargado de la Secretaría del Medio Ambiente que ocupaba Luis Antonio Ramírez a un oriundo de la Ciudad de México llamado Pedro Aquino Alvarado, quien es cercano del grupo Morelos.

 

Lo anterior ha enrarecido el ambiente no sólo en el gobierno estatal, sino en el partido dominante de Morena, así como en otros institutos políticos como el PRI donde se dice que se ha iniciado una cacería de brujas para expulsar a los militantes que han respaldado las decisiones y acciones de la mandataria Lorena Cuéllar.

 

Una de las afectadas de ese comportamiento revanchista, es la hasta ahora diputada local del PRI, Diana Torrejón Rodríguez, quien no sólo ha enfrentado críticas y señalamientos de su dirigente Anabell Ávalos Zempoalteca, sino un proceso de expulsión porque según sus líderes ha traicionado al ex partidazo al respaldar las iniciativas de la gobernadora Cuéllar.

 

El conflicto entre los tres diputados locales (Fabricio Mena Rodríguez, Blanca Águila Lima y Diana Torrejón) con su dirigente Anabell Ávalos radica en que la ex alcaldesa capitalina solicitó una “cooperación voluntaria” a los legisladores para financiar las actividades del partido, lo cual no aceptaron y su decisión derivó en una tonta y absurda cacería de brujas.

 

Y resulta tonta porque Ávalos Zempoalteca quiere correr del partido a la única priista que en los pasados comicios locales fue capaz de obtener un cargo de mayoría al vencer a sus oponentes en las urnas.

 

Se confirman los cambios en el gabinete lorenista

 

Después de varios días, por fin la mandataria Lorena Cuéllar confirmó los cambios en el gabinete que ratifican la presencia de foráneos y de familiares. El poblano Diego Corona Cremean ya controla la Secretaría de Infraestructura, mientras que un pariente de la familia en el poder, David Guerrero Tapia, se le permitió despachar como responsable de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda de Tlaxcala.

 

Al tlaxcalteca y ex panista Israel Tobón Solano se le degradó, pues de Director de Vivienda de una Secretaría pasó como jefe de la intrascendente Comisión Estatal de Agua y Saneamiento.

 

Pero no crea que los cambios y reacomodos en el gabinete legal y ampliado lorenista ya terminaron, ya que existe el rumor que el próximo en salir es el conflicto y voraz secretario de Salud, Rigoberto Zamudio Meneses, quien no es bien visto por los funcionarios federales encargados de los servicios de salud como el influyente Zoé Alejandro Robledo Aburto, director del IMSS-Bienestar.

 

De no existir algún cambio, el nuevo secretario de Salud será Gabriel Gutiérrez Morales, quien se desempeña como director de Operación, Vinculación y Transición de los Servicios de Salud a IMSS-Bienestar en la entidad. Sería un foráneo más que vendría a ocupar el lugar que dejaría el también foráneo Rigoberto Zamudio.

 

La goliza y madriza a los tlaxcaltecas es demoledora.

 

Tlaxcaltecas 0 Foráneos 100.

 

Lástima, quién imaginaría que el peor enemigo de un tlaxcalteca sería una tlaxcalteca.

 

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