La terquedad y la protección que la secretaría de la Función Pública, Eréndira Cova Brindis, mostró y evidenció hacia el contralor interno de la Secretaría de Educación Pública y de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE-USET), Edmundo Vázquez José, que provocó ayer un paro de labores del personal de esa área podría extender este día.

 

 

El personal de esa oficina ya no soporta los malos tratos, el acoso laboral y sexual, así como la misoginia y groserías de Edmundo Vázquez, quien ayer fue protegido por la ex priista Eréndira Cova que se negó a creer en los señalamientos y en las acusaciones específicas que hicieron los trabajadores al sostener un encuentro con la funcionaria lorenista que, por más que recurrió a los gritos y a sus caras de bruja, no logró asustar a nadie y muchos menos intimidar a los empleados para que fueran reabiertas las oficinas de la Contraloría y concluyeran su movimiento.

 

Durante el encuentro realizado en las oficinas de la SEPE-USET, Cova Brindis se negó a iniciar una investigación sobre las acusaciones y menos tratar el probable relevo del desprestigiado funcionario.

 

Ante su falta de capacidad y tacto político, Eréndira Cova alzó la voz y transformó su rostro, sin embargo la veintena de trabajadores de la Contraloría le respondió con gritos más fuerte y sosteniendo la mira a la funcionaria que por momentos copió las poses y ademanes de su ex jefe, el ex gobernador hacendado, Mariano González Zarur.

 

Tras su permanente ridículo, la funcionaria lorenista no sabía cómo ocultar su encabronamiento cuando el personal le reprochó que su dependencia y sus directivos aplican diferentes criterios para sancionar y reprender a los trabajadores que, según sus lineamientos, no cumplen con su labor o su desempeño es muy deficiente, ya que a ellos como lo ha demostrado Edmundo Vázquez sí se les permite llegar en estado de ebriedad y abandonar desde la mañana y hasta las 15 horas del día la oficina para ir a curarse la borrachera y regresar nuevamente en estado inconveniente, situación que aprovecha para acosar a las trabajadoras y ejercer su autoridad con malos tratos.

 

Lo anterior, le dijeron 20 de los 25 empleados que laboran en la Contraloría Interna a la enfurecida Eréndira Cova, es que a la amiga incondicional que tiene Edmundo Vázquez nadie la molesta y ésta goza de privilegios que el resto de los trabajadores del área no reciben por obvias razones.

 

Para la mala suerte de la titular de la Secretaría de la Función Pública que acudió hasta las instalaciones de la SEPE-USET para tratar de solucionar el conflicto que su protegido generó, es que la delegada seccional D-III-1 de la Sección 31 del SNTE, Gwendoline Amaro Ramírez, ya se involucró en el problema al quejarse con la soberbia funcionaria de los procedimientos que la administración de la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros ha emprendido contra el personal sindicalizado, por lo que no sería raro que la inconformidad escale y termine con el cierre de la dependencia, tal y como ha pasado en otras ocasiones.

 

Los que pudieron ver cómo se desarrolló el nuevo conflicto en la Secretaría de Educación Pública y de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala constataron que éste se dejó en manos de la soberbia y limitada Eréndira Cova, pues el responsable de la mencionada dependencia, Homero Meneses Hernández, optó por mantenerse al margen porque siempre le dijeron que la Contraloría Interna era una oficina que controlaba y dirigía la Secretaría de la Función Pública.

 

El desbarajuste en la administración lorenista es tan obvio, que el inútil secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, tampoco hizo el menor intento por intervenir para encontrar una solución, ya que seguramente estaba más ocupado en pensar en su estrategia para conseguir la candidatura de Morena al Senado, para lo cual hoy por fin se espera que renuncie a su cargo después de permanecer en el mismo por dos años y dos meses en los que no hizo nada y sólo se dedicó a cobrar.

 

Lo más probable es que hoy se mantenga el paro del personal y el cierre de la Contraloría Interna, ya que no fue aceptada la propuesta de Eréndira Cova en el sentido de mantener a Edmundo Vázquez en el cargo con el compromiso de que ese funcionario lorenista será de ahora en adelante tierno y amable, porque según ella dejará en su casa su insaciable apetito sexual, sus malos tratos y sus métodos de acosador laboral.

 

Anoche se suspendió la reunión del gabinete legal y ampliado que cada semana sostiene la gobernadora Lorena Cuéllar, pero ésta se reprogramó para este día, de ahí que será interesante no sólo conocer cuántos son los nuevos funcionarios que serán presentados porque hasta ahora los cambios no se han oficializado, sino también saber qué versión es la que da Eréndira Cova del conflicto de la SEPE –USET y que un subordinado suyo generó.

 

Tanta soberbia y estupidez asustan, a poco no.

 

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