El relevo de otro miembro del gabinete lorenista después de que la administración cumplió dos años no sorprende, aunque sí llama la atención porque se fue uno de los funcionarios de los que se habla poco o de los que no se decían cosas buenas ni malas.

 

 

Lo real, es que anoche fue despedido como secretario de Movilidad y Transporte, el orticista Juan Tapia Pelcastre, un personaje gris que no se sumó a la tribu de lambiscones que rodean a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, de ahí que al no ser adulador y mentiroso no pudo mantenerse en el puesto y en la nómina dorada del gobierno estatal.

 

Hay quienes dicen que Juan Tapia dejó la dependencia porque no pudo combatir y erradicar la evidente corrupción que prevalece en esa área del gobierno, donde los empleados convertidos en “coyotes” o “gestores” hacían de las suyas al solicitar a los ciudadanos que acuden a las instalaciones hasta mil quinientos pesos para llevar a cabo el trámite que pretendían hacer sin contratiempos o molestias.

 

Si la salida de Tapia Pelcastre se dio por un asunto de corrupción, entonces otros integrantes del gabinete se tendrían que ir como Mónica Yazmín Jiménez Gutiérrez, comisionada de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, Iván García Juárez procurador de Protección al Ambiente del Estado de Tlaxcala, Juvencio Nieto Galicia, coordinador estatal de Protección Civil, Josefina Rodríguez Zamara titular de la Secretaría de Turismo y otros más.

 

El lugar de ese orticista será ocupado por un ex panista disfrazado de morenista llamado Marco Tulio Munive Temoltzin, quien nuevamente viene a desplazar a los lorenistas puros, a quienes les debe quedar claro que fueron útiles para alcanzar el poder, pero que no serán requeridos para ejercerlo ni beneficiarse de las principales posiciones del gobierno, las cuales están reservadas para recomendados, ex priistas, ex panistas, ex perredistas y lambiscones que sepan seducir con la lengua y con acciones intrascendentes pero que parezcan importantes para el estado.

 

El único mérito de Munive Temoltzin es haberse sumado a Morena en el 2016 y prestar su salón de fiestas para que los simpatizantes de la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros tuvieran reuniones políticas, pues nadie le reconoce capacidad, ni liderazgo ni trabajo que haga pensar que ayudó un poquito para ganar la gubernatura en los comicios del 2021.

 

Marco Tulio Munive no goza de prestigio ni de reconocimiento. En el PAN tienen malos recuerdos y antecedentes de él, no sólo porque se le acusa de haber aprovechado la confianza de la ex candidata a la gubernatura, Adriana Dávila Fernández, para tomar recursos destinados a la campaña, sino que también se menciona que cuando se desempeñó como delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Tlaxcala incurrió en favoritismo y excesos.

 

Como funcionario lorenista dio gala de tener amplias influencias, debido a que cuando su hermana la también política priista Linda Marina Munive Temoltzin se accidentó en enero del año pasado en el estado de Morelos, logró que el helicóptero acondicionado como ambulancia propiedad del gobierno se trasladara al lugar del percance para trasladar a la priista al Hospital General del ISSSTE de Tlaxcala, un privilegio que sólo unos cuantos pueden tener en la actual administración estatal.

 

Este político de medio pelo tenía un cargo directivo en la Secretaría de Finanzas. A partir de ayer se convirtió en el tercer secretario de Movilidad y Transporte de Tlaxcala, ya que por esa dependencia han pasado Luz María Vázquez Ávila y Juan Tapia.

 

Se habla que no será el único cambio al interior del gabinete legal y ampliado, pues antes de viajar al Vaticano la gobernadora habría dejado instrucciones para incorporar a la aún diputada local del PT, Leticia Martínez Cerón, quien habría presentado ayer su solicitud de licencia para separarse del cargo.

 

En las próximas horas se podrá confirmar si es cierta su separación del Poder Legislativo y si a partir de los siguientes días asume una nueva responsabilidad en el gobierno lorenista.

 

Y por lo visto los cambios que en verdad urgen en el gobierno aún no se darán.

 

En fin, así las cosas.

 

**************************************************************************************************