Si lo que genera desconfianza, confusión, malos entendidos y la manipulación con fines políticos es la desinformación, entonces por qué el gobierno estatal y las diferentes empresas encargadas del Autotrén insisten en ocultar el proyecto, sus alcances, su inversión, su tiempo de desarrollo, su impacto, sus beneficios y su concesión.

 

 

Por qué una reducida manifestación de vecinos alentados por varios priistas irritó tanto al gobierno lorenista que recurrió a la intimidación policial, cuyos elementos en su papel de gorilas intentaron, en más de una ocasión, frenar sin éxito la marcha hacia el Palacio de Gobierno.

 

Resulta increíble que un gobierno dizque de izquierda ahora busque limitar las manifestaciones y las libertades de los ciudadanos y las ciudadanas tlaxcaltecas para expresar su malestar o rechazo hacia un proyecto privado, sobre todo cuando el que ha fallado una y otra vez es la empresa responsable del Autotrén y los funcionarios estatales como el secretario de Infraestructura, Alfonso Sánchez García, que vendieron ese innovador sistema de transporte a la gobernadora morenista Lorena Cuéllar Cisneros que lo presume como un gran logro de su administración cuando hasta ahora es sólo una quimera.

 

No sólo se prometió, sino se aseguró que el mentado Autotrén estaría listo y funcionando para octubre, mes en que se desarrollará en Tlaxcala el torneo mundial de voleibol de playa, lo cual resultó una gran mentira porque es la fecha que no hay permisos, ni hay proyecto y tampoco han iniciado los trabajos de su construcción, según lo confirmó el inútil secretario de Gobierno, el ex panista Sergio González Hernández.

 

El pasado 28 de marzo el gobierno lorenista presentó con bombo y platillo el Autotrén. En aquella ocasión se dijo que sería una modalidad de transporte público similar al Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México.

 

Incluso, se mencionó que «Tlaxcala sería la primera ciudad no solo en México sino en todo el mundo, en implementar una tecnología que se basa en redes de transporte automatizadas para operar el sistema 100 por ciento eléctrico. Londres, Emiratos Árabes, India, Corea, Holanda, Taiwán y Singapur ya operan sistemas de esa tecnología de última generación, que dotará al Autotrén Tlaxcala de un sistema rápido, eficiente y que no genera emisiones nocivas al medio ambiente».

 

Se presumió que con ese proyecto el gobierno estatal buscaba dignificar el sistema de transporte al utilizar vehículos eléctricos. Los trenes serían autopropulsados y éstos no requieren un conductor pues son operados de manera remota desde un Centro de Control.

 

Ante la presencia del mandatario poblano Sergio Salomón Céspedes Peregrina y del presidente del Consejo de Administración de Autotrén, Alfredo Chedraui Obeso, se describió que ese plan se compondría de tres etapas que conectarían toda la zona conurbada de la capital de Tlaxcala, Chiautempan y, posteriormente, a las universidades.

 

La inversión sería 100 por ciento privada y en una primera etapa tendría tres estaciones distribuidas a lo largo de un trayecto de dos kilómetros, con un tiempo de recorrido de tres minutos y con una erogación de la empresa de Chedraui Obeso de 300 millones de pesos.

 

Sin embargo, han pasado cuatro meses y sencillamente no hay información precisa y detallada. El proyecto sigue siendo un enigma.

 

No cabe duda que el empresario Alfredo Chedraui ha de ser un hombre multimillonario que se da el lujo de dejar inactivos por más de cuatro meses 300 millones de pesos a fin de esperar que el gobierno lorenista resuelva lo de los permisos y lo de la concesión para entonces empezar a mover esa enorme cantidad de recursos privados.

 

Sólo con leer las torpes declaraciones de Sergio González sobre el Autotrén entiende uno por qué el malestar y la inconformidad de los vecinos de la zona.

 

El titular de la Secretaría de Gobierno, Sergio González Hernández, reconoció en una entrevista con diferentes medios de comunicación que en este momento no hay respuestas concretas ante las inconformidades de quienes se oponen al proyecto.

 

Y para darle rienda suelta a su cansado y poco lúcido cerebro, el ex panista afirmó que “actualmente el tema se encuentra en un proceso de solventación de requerimientos y autorización de permisos por parte de la autoridad federal para que se ponga en marcha” y aclaró que no habrá afectación a la naturaleza del boulevard Guillermo Valle.

 

Incongruente y mentiroso, el torpe funcionario declaró que el gobierno lorenista tiene las puertas abiertas para entablar un diálogo que permita un acuerdo en común, lo cual es una patraña porque todos saben que Sergio González rehúye a las personas y a las conflictos al destacar como un servidor público que nunca resuelve nada.

 

Si no hay respuestas concretas para los inconformes eso quiere decir que no hay proyecto.

 

Pero si después se asegura que no habrá afectaciones a la naturaleza y a los árboles ubicados en el boulevard Guillermo Valle, entonces si hay un proyecto pero éste es ultra secreto que sólo unos cuantos conocen.

 

En fin, no se sabe qué es cierto y qué es mentira.

 

Lo real es que el gobierno lorenista no deja de cometer errores que lo hacen ver como una administración improvisada, temerosa, sin experiencia, represora, sin fuerza y sin liderazgo.

 

Qué pena comprobar que no todo lo que brilla es oro.

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