Una cosa quedó clara ayer durante la gira de proselitismo que realizó el ex secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, como aspirante a la candidatura presidencial de Morena, que no es la corcholata preferida de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y que entre ambos existen no sólo diferencias políticas, sino visiones divergentes de lo que se debe hacer como gobierno.

 

 

El ex funcionario del gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está siendo cuidadoso de las formas y de los gastos en el proceso interno de su partido, pues sus eventos realizados en Tlaxcala contrastaron con los de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que fue arropada y apoyada por la estructura de la administración federal y estatal para acarrear simpatizantes y llenar las plazas donde se presentó.

 

Se tiene conocimiento que Lorena Cuéllar y Marcelo Ebrard sólo habían tenido un encuentro privado que al parecer fue gestionado por la lenguaraz Ginema Lara Pérez, coordinadora de Planeación e Inversión del gobierno de Tlaxcala, el cual obviamente no dejó ningún acuerdo o compromiso, porque está claro que la mandataria tlaxcalteca tiene puesto su corazón y su operación política en otros dos aspirantes, pero especialmente en el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

 

Ebrard Casaubón es un político experimentado y sabedor de que la gobernadora no jala para su causa y su proyecto, de ahí que decidió lanzar varios dardos envenenados para marcar claramente su distancia con Lorena Cuéllar y mostrar que él tiene una visión diferente de lo que se debe hacer en Tlaxcala para alentar su desarrollo económico y social.

 

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, Marcelo Ebrard en las Escalinatas de los Héroes, donde sostuvo un encuentro con decenas de mujeres, afirmó que Tlaxcala es uno de los estados más pobres del país y también de los más inseguros, características que, según él, han facilitado la práctica del delito de trata de personas con fines de explotación sexual.

 

«No puede haber trata de personas«, exclamó ante decenas de mujeres. El ex canciller de México aseveró que la desigualdad de género que enfrentan las mujeres en Tlaxcala también las hace vulnerables a ser víctimas de trata de personas, delito que combatirá y acabará cuando sea presidente.

 

Marcelo Ebrard embistió a la gobernadora Lorena Cuéllar y aprovechó el momento para describir un panorama que tira a la basura el discurso oficial que por meses han sostenido las autoridades en el sentido de que Tlaxcala es de los estados más seguros del país y de que ahora existe bienestar cuando los datos refieren que 66 por ciento de su población enfrenta o vive en condiciones de pobreza.

 

Habló del problema de la trata de personas, un asunto que la actual administración estatal ha evadido por casi dos años. También se refirió a la desigualdad de género que enfrentan las mujeres en Tlaxcala, lo cual sugirió que era inaceptable porque la entidad estaba siendo gobernada por una mujer.

 

Ahora que argumentará o dirá el gobierno estatal y los lorenistas para defenderse. Los señalamientos y críticas a la actual administración no fueron emitidos por la oposición, sino por un serio aspirante a la candidatura presidencial de Morena que podrá tener defectos y errores, pero que nadie podrá negar que es un hombre experimentado y documentado que sabe lo que dice y por qué lo dice.

 

El ex canciller se vio seguro y confiado del trabajo que viene realizando para alcanzar su objetivo. Defendió el proceso interno de Morena al asegurar que no es una farsa y que los resultados de la encuesta que se levantará del 28 de agosto al 3 de septiembre terminarán por ubicarlo como el ganador.

 

Si Marcelo Ebrard es elegido como candidato presidencial de Morena, será interesante ver qué pasará en Tlaxcala con la designación de los aspirantes al Senado y a las diputaciones federales, sobre todo porque quedó claro que el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya simula su apoyo al ex secretario de Relaciones Exteriores y porque los lorenistas seguramente serán desplazados por otros políticos que abiertamente se la están jugando con el ex canciller como el actual presidente municipal de Tlaxcala Jorge Corichi Fragoso o el diputado local Rubén Terán Águila.

 

Así la sucesión en Tlaxcala.

 

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