Lealtad, trabajo, posicionamiento y competitividad serán los elementos que pesarán en la alianza opositora para negociar la designación de los candidatos a senadores, diputados federales y locales, así como a las alcaldías y presidencias de comunidad.

 

 

Los resultados de las elecciones del próximo 4 de junio en el Estado de México y Coahuila serán claves para el futuro de la alianza opositora conformada por el PRI, el PAN y el PRD, pues inmediatamente después se establecerá la mesa de negociación que permitirá a las dirigencias nacionales de esos partidos definir qué posiciones le toca a cada uno y con qué candidatos pretende jugar en los comicios del 2024.

 

Tlaxcala se ha convertido en una moneda de cambio para todos los partidos que conforman ese grupo opositor, es decir, las dirigencias de esos partidos lo dejarán hasta el último para ponerlo sobre la mesa y tratar de obtener una posición en otra entidad con más peso electoral y con más posibilidades de triunfo.

 

En el PRI los nombres que se valoran para conseguir la candidatura que encabezará la fórmula al Senado son el de la actual dirigente estatal de ese partido, Anabell Ávalos Zempoalteca, el de la diputada local Blanca Águila Lima, así como el del legislador federal Mariano González Aguirre.

 

La propuesta del ex gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez está casi descartada, no sólo porque su trabajo para reposicionar al partido ha sido nulo, sino que también no se le ha visto en ningún evento para apoyar a los candidatos de la alianza opositora en el Estado de México y en Coahuila, además de que se ha comprobado que su nivel de rechazo supera por mucho la intención de voto que logra despertar entre los electores tlaxcaltecas.

 

En el PAN la oferta principal sería la de Ángelo Gutiérrez Hernández, actual presidente municipal de Apetatitlán, seguida por la de Julio Cesar Hernández Mejía, actual delegado del CEN del PAN en Puebla y ex diputado local y ex alcalde de Apizaco. Ambos encabezan los grupos que hoy en día controlan ese partido en Tlaxcala.

 

Si Acción Nacional encabeza la fórmula al Senado y con ello garantiza la llegada de un militante a la Cámara Alta del Congreso de la Unión, no descarte que Ángelo Gutiérrez hará lo que sea necesario para conseguir esa anhelada y codiciada posición.

 

En el caso del PRD, ese partido le apostará únicamente a la figura del actual diputado local, Juan Manuel Cambrón Soria, quien sin lugar a dudas es el que goza de un mayor respaldo de su dirigencia nacional, al grado que muy probablemente ponga a Tlaxcala sobre la mesa desde el inicio de las negociaciones.

 

Cómo se podrá dar cuenta amable lector los perfiles de los aspirantes opositores al Senado están casi definidos, aunque no descarte que se agregue uno o se elimine a alguien por no ser factor de unidad.

 

En Morena es donde las cosas se están complicando por la abierta disputa que ya existe por las candidaturas al Senado y por el creciente número de aspirantes a ese cargo.

 

Del grupo lorenista anote a Sergio González Hernández y Alfonso Sánchez García, secretario de Gobierno e Infraestructura, respectivamente, así como a Carlos Luna Vázquez, actual delegado de Bienestar, quienes pretenden cerrar el paso al marcelista Jorge Corichi Fragoso, presidente municipal de Tlaxcala, a Óscar Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública y a José Antonio Álvarez Lima que estaría buscando su reelección.

 

Por lo que toca al sector femenino, anote a Ana Lilia Rivera Rivera, actual senadora y quien no para de recorrer el estado con la abierta intención de reelegirse. Además de ella apunte a la diputada federal Dulce Silva Hernández, quien estaría siendo impulsada por la corcholata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y por su marido César Yáñez Centeno, Subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.

 

Otra que también quiere esa posición pero que buscaría obtenerla a través del PT, partido al que pertenece y que seguramente intentará negociar ese lugar es la diputada federal Irma Garay Loredo.

 

La efervescencia política va en aumento y ya nadie la parara, sobre todo porque para muchos la sucesión en Tlaxcala ya comenzó y eso que aún la actual administración no cumple dos años en el poder.

 

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