Alguien debería preocuparse del abandono y del estado de salud de los casi 600 animales del Zoológico del Altiplano.

 

 

Para el personal que está encargado de alimentar y cuidar a las diferentes especies que se tienen en cautiverio, no es un secreto que la comida que llegaría para ser distribuida sería de mala calidad y que en algunas ocasiones estaría en mal estado.

 

Si la Oficialía Mayor del Gobierno a cargo del bipolar Ramiro Vivanco Chedraui contrata a proveedores que entregan alimentos en mal estado en las clínicas y hospitales, imagínese que es lo que está pasando en el Zoológico del Altiplano, donde hay evidencia de que la fruta está podrida y que la alfalfa que se da a los animales es de tercera, lo que obviamente ya afectó la salud y el estado físico de las criaturas.

 

Vaya, tan mal están las cosas, que nadie dudaría en acusar al personal directivo y a los encargados de las especies de maltrato animal, empezando por Sonia Tepatzi Carranco, la licenciada en Comercio Exterior y Aduanas que hoy está metida como directora del Zoológico del Altiplano.

 

Ese espacio ha estado cerrado por casi siete meses, pues desde noviembre del año pasado fue sometido a una remodelación ante el abandono y deterioro que registraban sus instalaciones y que siempre fueron ignoradas por parte de las anteriores administraciones, sin embargo es la fecha que los trabajos no se han concluido por parte de la empresa responsable que en diciembre reporte un avance en los mismos del 65 por ciento.

 

Lo curioso es que en los últimos meses se ha reportado la muerte de varios animales, un hecho que no se había visto y que para algunos se debe en gran medida al descuido, a la mala alimentación y la negligencia del personal encargado de su salud y de su alimentación.

 

De acuerdo con la información disponible y a la que este reportero tuvo acceso, se sabe de la presunta muerte de una capibara, un zorro, una cebra, un lobo canadiense, cinco jaguares, un emú, dos antílopes blackbuck, un pecari cuello blanco, una guacamaya, dos iguanas, una águila, un zopilote, un león blanco y cuatro leones africanos bebes.

 

Como puede ver está incluido un león blanco, un animal que en el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez se explotó mediáticamente su nacimiento para atraer visitantes y que hoy, por desgracia, uno de ellos ya se murió.

 

Alguien debe dar una explicación y aclarar qué fue lo que pasó con esos animales, pues no es normal que se tenga esa baja de especies cuando en teoría están en un espacio donde se les alimenta correcta y adecuadamente y se les atiende por personal calificado que cuida su salud.

 

Se dice que la desnutrición y mal estado de las criaturas se debe a que el presunto encargado de la alimentación de los animales, un tal Emmanuel, estaría coludido con el proveedor recomendado por Ramiro Vivanco, que estaría entregando suministros de muy mala calidad.

 

 

Ojalá en el gobierno del estado haya algún interesado en el caso y se proceda a llevar a cabo una investigación, porque es obvio que la directora del Zoológico del Altiplano, Sonia Tepatzi, no lo hará y muchos menos otros funcionarios que están concentrados en resolver problemas familiares y acusaciones de corrupción que están afectando a la administración de Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Y por cierto alguien sabrá cuándo reabrirá sus puertas el zoológico, porque el tiempo avanza y ese espacio recreativo y atractivo turístico permanece cerrado inexplicablemente, porque en teoría las obras de remodelación debieron concluirse hace ya varias semanas.

 

Para finalizar, le cuento que la nueva encargada del Patronato de la Feria de Tlaxcala es Rosa Elena Nava García Méndez, sobrina del ex gobernador Mariano González Zarur, de ahí que no crea esa mafufada de que a ese puesto llegaría una hermana de la gobernadora.

 

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