La efervescencia, desencuentros y acusaciones que a nivel nacional ya se registra entre las corcholatas que buscan la candidatura presidencial de Morena también se replican en Tlaxcala entre los equipos que buscan la nominación para el Senado, por lo que esa rivalidad no tardará en afectar a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros que sigue moviendo sobre una cuerda floja mostrando sus buenos dotes de malabarista.

 

El senador morenista y aspirante de ese partido a la candidatura presidencial, Ricardo Monreal Ávila, denunció que hay mandatarios estatales emanados del Movimiento Regeneración Nacional operando y apoyando descaradamente a algunas de las corcholatas a través de movilizaciones multitudinarias que rompen el equilibrio.

 

Entre los gobernadores que están desbordados y desordenados mencionó al de Oaxaca, Tamaulipas, Baja California, Veracruz, Hidalgo y Puebla, quienes en su opinión están distorsionando la contienda democrática, cuando ya tomaron partido sin esperar las reglas, lo cual resulta preocupante porque hay aspirantes a los que se les cierra las puertas y ni se les recibe.

 

La queja de Ricardo Monreal ayer mismo fue respaldada por el otro aspirante Marcelo Ebrard Casaubón, quien pidió a los gobernadores morenistas prudencia y respetar la ley con los apoyos que demuestran a las corcholatas.

 

También, lamentó que haya mandatarios estatales que quieran utilizar dos cachuchas para no equivocarse en la sucesión del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Hasta ahora la gobernadora Lorena Cuéllar ha podido mantener el equilibrio y el piso parejo para las tres principales corcholatas Claudia Sheinbaum Pardo, actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores y Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, con quienes ha sostenido reuniones públicas y privadas.

 

La mandataria tlaxcalteca no ha sostenido ninguna reunión con el senador Ricardo Monreal ni con el diputado federal del PT Gerardo Fernández Noroña, quien también busca la candidatura presidencial de Morena.

 

La semana pasada le comentaba que los equipos tlaxcaltecas de las corcholatas presidenciales mantienen una abierta disputa por las bardas utilizadas para promocionar a sus candidatos. La incursión y crecimiento en presencia y en estructura que registró el proyecto de Adán Augusto López obligó a sus rivales a reforzar sus acciones para no perder terreno.

 

El grupo de Alfonso Sánchez Anaya es uno de los que recurre a las dos cachuchas de las que se habló hace un momento, pues por un lado apoya a Claudia Sheinbaum y por el otro también impulsa la aspiración de Marcelo Ebrard, quien por ese detalle le ha confiado la operación fina y real en Tlaxcala al actual alcalde capitalino Jorge Corichi Fragoso.

 

Adán Augusto López optó por confiar su operación en Raymundo Vázquez Conchas, un político que conoce la estructura lorenista y morenista. Es un hombre de resultados que sabe convencer y sumar voluntades.

 

Otros grupos morenistas con presencia y trabajo son el de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera y el de la diputada federal Dulce Silva Hernández, quienes al parecer operan a favor de Claudia Sheinbaum que para muchos es la favorita o la consentida en la sucesión presidencial.

 

Si ya han existido desencuentros y ataques entre los grupos morenistas tlaxcaltecas que se están disputando las candidaturas al Senado como ya lo demostró el equipo de Sergio González Hernández, secretario de Gobierno, contra la tribu de los Sánchez Anaya, no descarte que en los próximos días se agudicen los pleitos y la rivalidad.

 

Lorena Cuéllar es una gobernadora extremadamente tolerante que en ocasiones esa cualidad la hace parecer débil, sin embargo es una política que no deja de observar y comprobar la lealtad de sus colaboradores que no han cuidado las formas y han recurrido a las grillas y a ciertas filtraciones para golpear mediáticamente a su jefa, hecho que no ha pasado desapercibido y que pronto tendrá sus consecuencias.

 

Esperemos que los grupos al interior del lorenismo entiendan y respalden a su jefa, pues sería lamentable que sus diferencias terminaran por manchar la postura que ha asumido la gobernadora Cuéllar de generar y garantizar el piso parejo a las corcholatas presidenciales.

 

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