Como suele suceder, tuvo que hacerse presente la presión social del pueblo para que se concretara la destitución de una funcionaria que lejos de aplicar la ley optó por proteger y facilitar la huída de otros servidores públicos del ayuntamiento de Ixtacuixtla que, en presunto estado de ebriedad, atropellaron la noche del pasado a una pareja que finalmente provocó la protesta de los habitantes de la comunidad de Santa Cruz El Porvenir del mencionado municipio.

 

 

Por esos hechos, hasta ahora la única que ha pagado los platos rotos es Gloria Lilia Checa Hernández, quien se venía desempeñando como directora de Seguridad Pública de Ixtacuixtla. Lejos de detener al responsable del accidente, al aún director de Obras de ese ayuntamiento, Cuauhtémoc Vázquez Escalona, por conducir borracho, facilitó las cosas para que ese funcionario en compañía del Tesorero, Eder Zaín Hernández Hernández, pudiera evadir la acción de la justicia.

 

Por el momento se desconoce si la oficial Gloria Lilia Checa estaba certificada y si ésta enfrentará una acción penal por no cumplir con su deber, pues sólo se ha informado que fue destituida. Tampoco se sabe si Cuauhtémoc Vázquez, responsable del atropellamiento de dos personas está detenido o sigue en libertad, porque hasta donde se tiene conocimiento los policías municipales que lo retuvieron nunca lo pusieron a disposición del Ministerio Público de la PGJE.

 

Para muchos tal proceder de las autoridades municipales de Ixtacuixtla encabezadas por el alcalde morenista Jesús Rolando Pérez Saavedra no es raro ni extraño, ya que actuaron para proteger a los abusivos funcionarios y no a favor de las víctimas o del pueblo que comprobó que las autoridades emanadas del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, roban, traicionan y mienten.

 

Los habitantes de la comunidad de Santa Cruz El Porvenir tuvieron que cerrar por unas horas la carretera San Martín-Tlaxcala para obligar a las autoridades a actuar y evitar que el accidente de dos vecinos quedará impune.

 

Durante la protesta que realizaron y que concluyó en la madrugada del martes, los habitantes se quejaron de la inseguridad y del desinterés de la policía estatal y municipal para detener a los delincuentes que operan libremente en la zona. Los reproches al mediocre alcalde Jesús Rolando Pérez fueron constantes, al grado que los vecinos no tuvieron empacho en reconocer que fue un error apoyar a Morena en lugar del PRI.

 

En los municipios tlaxcaltecas donde gobierna Morena se vive una situación similar. Sencillamente los ciudadanos y las ciudadanas están decepcionados de los presidentes municipales porque prometieron una transformación y un cambio, sin embargo no ha pasado nada debido a que la prestación de servicios públicos ha empeorado y la inseguridad se ha desbordado.

 

Me parece que los tlaxcaltecas se están dando cuenta que la mayoría de los actuales presidentes municipales está incumpliendo sus promesas de campaña y su palabra, es decir, hace lo que se les antoja y actúa impunemente porque saben que nadie les hará nada.

 

Por ejemplo 39 alcaldes no aprobaron su ley de egresos y para este año podrán gastar el dinero público en lo que crean conveniente, situación que los diputados y las diputadas locales están permitiendo, así cómo también están avalando que sigan cobrando 30 directores y directoras de seguridad pública en igual número de municipios que legalmente no deberían estar en funciones por carecer de certificación y no tener aprobados sus exámenes de control y confianza.

 

Si dedicaran más tiempo a realizar su verdadero trabajo, los legisladores comprobarían que la anterior situación representa un daño patrimonial para los ayuntamientos porque se están pagando salarios a policías y jefes de seguridad pública que por ley no deberían estar laborando ni recibiendo recursos públicos.

 

En febrero los diputados y las diputadas habrán cumplido la mitad de su periodo para el que fueron electo y electas, sin embargo es la fecha que tampoco pueden resolver el conflicto que por casi dos años se ha mantenido en el municipio de Xicohtzinco, donde se dice que se desconocerá el actual Cabildo encabezado por el perredista Luis Ángel Barroso Ramírez para dar paso a la integración de un Concejo Municipal.

 

Los diputados realmente tienen cosas importantes que ver y atender, pero es obvio que les encanta perder el tiempo en asuntos irrelevantes como es el hecho de declarar patrimonio cultural inmaterial y gastronómico de Tlaxcala la “elaboración de la quesadilla” y la “Feria de la Quesadilla” de Nopalucan, acción que promovió y presumió como un gran logro el lenguaraz legislador petista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes.

 

Ojalá los diputados y las diputadas se concentren en asuntos más importantes, pues su intervención es necesaria para terminar con la impunidad, los excesos, abusos y la enorme corrupción que se vive y afecta a los ayuntamientos tlaxcaltecas.

 

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