Cuando los tres marianistas, Carlos, Richie y Ray, asomaron los bigotes para golpear a Ortiz, en realidad apaciguaron a la incontenible marabunta marianista, por lo menos en dos temas; el primero, el anti beatricismo por venir y el otro, que el silencio ha hecho demasiado daño.
Quedó como anillo al dedo la salida por puerta de toriles, de Carlitos Rojas, el ex delegado del CEN tricolor, llamando la atención al gobernador Ortiz, para que se deje de corrientadas y ya, atienda así en un tris, a los ansiosos integrantes del nuevo gobierno, comenzando por Mariano González, el mandamás de todos ellos.
Con este, te digo, me dices y luego me dices para que yo te diga, nos quitaron un poco de atención, respecto a cierto detalle que se cuece al interior de la nueva cuadrilla, apostada frente al juez de plaza (que le corresponde a los ciudadanos) y nada más esperando a que den las cuatro y la orquesta comience a interpretar el tradicional paso doble, ante la expectación de todos.
Ocurre que a cierto novillo (todavía no da el peso, ni la altura, pero ahí tienes al chaparrito) le dio por andar de boquiflojo, augurando un triste destino a la vasta cuadrilla de Beatriz Paredes Rangel, en el próximo gobierno.
Ni sueñen con tener invitación, bola de arrastrados… bueno eso es parte de lo escuchado ya sabes, en antros y esos lugares frecuentados por dicho novillo, a quien por cierto últimamente le ha dado por pagar las cuentotas de gorrones y gorronas, revoloteando en torno de él, pues oiga usted, cómo no…
Tales alocuciones tuvieron que llegar a oídos del dueño de la cuadrilla y, no sabes la clase de entripado (ya sabes ¿no?, el primero originó gritos y sombrerazos cuando Alex Ortiz, de pompas prontas regaló dos fechas en la Monumental de Apizaco) pues, nombres como el de Federico Barbosa y hasta la misma Anabel, tienen una relación innegable con la señora Paredes.
O sea, hablando de PRI, pa’donde mires, ves a los beatricistas. Claro, muchos de ellos juran por esta, ser inquilinos de siempre de los corrales de Mariano. Bueno, pues eso está por verse.
Lo importante de esta entrega es concentrarnos en dos momentos importantes a partir que Carlitos Rojas, Richie García Portilla y Ray, asomaron los bigotes para golpear al todavía mandamás en Tlaxcala.
1.- Todos los marianistas se ciñeron la camiseta tricolor, se pintaron el bigote (pues ya se puso de moda) y guantes de box puestos, comenzaron a tirar golpes, para no dejar solo al jefe, tu sabes, necesita (ajá) el apoyo de su leal ejército (ajá, ajá).
Es decir, la conferencia aquella donde mister Rojas apareció como con ocho días de no darse un baño, sirvió para motivar a los marianistas; para enviarles el mensaje de que el proyecto sigue vivo y que no deben desesperarse porque, tarde o temprano la Revolución les hará justicia.
2.- Muy valientes ¿no?, pero a la hora que se enteraron de la hablada novilleril, en el sentido que a los beatricistas, niguas, se quedaron como pajaritos, quietecitos quietecitos, como engarrotados por no saber hacia dónde habrán de orientar sus pasos.
De lo anterior, resurge la duda sobre el papel del vástago en el gobierno por iniciar.
Si a Ortiz le han tupido con eso de los parientes en la nómina, te imaginas la que le espera a Mariano, con el inquieto de su retoño, hoy custodiado por guaruras con cara de Shrek.
Así como urgen a Ortiz a dejarse de descortesías para acoger a la nueva corte en palacio, surge el apremio para definir el papel del príncipe criatura, por cuanto combates, pactos, críticas y demás detalles, tan tomados en cuenta en esto de la grilla.
De una cosa estoy seguro. Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.
Si como infante las habladas antibeatricistas tienen así de cierto, como borracho (no creo…) otro tanto.
O sea, marianistas contra beatricistas, el nuevo esquema del combate por venir.
Pos, ¿cuándo encontraremos paz?
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