La danza de los cambios en el gobierno lorenista empezaron ayer con movimientos intrascendentes en la Secretaría de Educación Pública que controla el soberbio Homero Meneses Hernández, lo cual seguramente será el antecedente de otros movimientos que pronto se darán en el gabinete y en ciertas posiciones claves.
Se espera, por ejemplo, la designación del nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, dependencia que irá por su quinto responsable si es que Guadalupe Ballesteros Arellano no logra su ratificación, pues desde noviembre y hasta la fecha se viene desempeñando como encargado de Despacho.
Antes de que ese gorila con dotes de cadenero de antro asumiera el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, estuvo el prófugo ex policía federal Alfredo Álvarez Valenzuela, para que después llegara Max Hernández Pulido, quien en mayo del año pasado entregó el control de esa dependencia al ex militar Raúl Ruiz García, quien sólo duró seis meses en la posición y se fue porque no pudo con el paquete.
Fue entonces que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros decidió encargar esa importante área del gobierno a Ballesteros Arellano, quien ha demostrado a lo largo de dos meses que tampoco puede contener la ola delictiva que desde hace semanas golpea a los tlaxcaltecas.
Aunque pareciera que en la actual administración no ha existido relevo de funcionarios, en los hechos sí se ha reportado una decena de movimientos. Entre ellos se encuentra el de la Secretaría de Movilidad y Transporte que dejó de tener como titular a Luz María Vázquez Ávila para dejar al gris Juan Tapia Pelcastre.
También se han registrado cambios en Pensiones Civiles donde han pasado tres directores. El penúltimo fue Oscar Arce Zepeda y el que se mantiene como responsable de esa posición es Radahid Hernández López.
En el Conalep, en el Instituto Tlaxcalteca de la Juventud, en el ITEA y en el Cecyte se han registrado cambios, pues de esas dependencias salieron la ex diputada morenista Luz Vera Díaz, Edgar Arturo Martínez Bermúdez, Prisciliano Carro Córdova y José Luis Flores Aguilar, respectivamente.
En el Instituto del Deporte de Tlaxcala también va por su segundo titular, pues la primera en asumir el control fue María Elena Atonal Silva, pero después fue enviada como nueva jefa la engreída Madaí Pérez Carrillo.
La Dirección de Migrantes es otra área de la administración que va por su segunda jefa tras la salida de Gabriela Hernández Montiel que pasó a controlar el Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), posición en donde laboraba la combativa abogada Yeny Charrez Carlos, quien en agosto del año pasado dejó esa responsabilidad tras denunciar presuntos actos de corrupción en el manejo del presupuesto destinado para ese organismo dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Los rumores de cambios no paran y muchos hablan de movimientos importantes de funcionarios, aunque también hay otras versiones que mencionan que sólo habrá reacomodos menores y una rotación sin importancia.
Se cambiará para seguir igual, es lo que comentan otros.
En el gobierno estatal hay funcionarios como la titular de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, quien no pierde la oportunidad para quejarse de su jefa la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, a quien hace responsable de autorizar todo y llevarse todo, lo que según ella impide contratar espectáculos de calidad o realizar actividades o acciones que no terminen siendo tan onerosas para la administración estatal, pero que a pesar de todo lo anterior sigue en el cargo y presumiendo que pronto será candidata a diputada federal.
Nadie podrá negar que en Tlaxcala existe un gabinete muy politizado por fuera y extremadamente roto por dentro.
En el convivio de fin de año que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno y en donde estuvieron presentes la mayoría de los funcionarios estatales, Ramiro Vivanco Chedraui, el galán Oficial Mayor de Gobierno, estuvo brincando de mesa en mesa para hablar pestes y del pésimo trabajo que según ese lenguaraz aprendiz de político realiza Sergio González Hernández y Homero Meneses Hernández, secretarios de Gobierno y Educación, respectivamente.
Vaya, las grillas y rumores están tan intensos que incluso se habla que la poderosa Edna Oded Pérez García, directora de Recursos Materiales de la Oficialía Mayor de Gobierno, la misma que ejecuta las instrucciones de que proveedor a contratar y cual no, podría dejar su cargo ante el cúmulo de fallas, negocios y errores que existen en esa dependencia que al final se olvidó de las licitaciones para llevar a cabo asignaciones directas de obras y contratos a empresas amigas, situación que muy pronto será ventilada a fin de evidenciar la corrupción en la administración estatal.
En fin, esperemos los cambios para ver qué sucede.
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