El diputado petista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, se estaría adentrando cada vez más profundo en la cloaca en la que se mueve haciendo negocios turbios y pactando acuerdos “ilegales”, pensando que sus compañeros de legislatura no piensan o que no se dan cuenta de sus abusos, por lo que no sería raro que en breve enfrente algunas repercusiones.

 

 

Pocos saben que al interior del Congreso del Estado va a reventar una bomba maquinada por el ex alcalde de Texoloc y la ex presidenta de la Mesa Directiva, la también petista Leticia Martínez Cerón.

 

Se rumora que la bisoña legisladora a uno o dos días de que culminará su cargo de representación protocolaria acudió con la representación legal del Poder Legislativo a una comparecencia al Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) a firmar un convenio para la reinstalación de la prima de Covarrubias Cervantes Lupita Evelyn Bustos Cervantes, quien formaba parte de las 34 plazas irregulares creadas por la pasada legislatura y que la actual sencillamente no las quiso reconocer por el supuesto daño que generaban a las finanzas del Congreso del Estado.

 

Si lo leyó bien, ese espacio fue el que crearon los ex diputados de la LXIII Legislatura para favorecer a familiares y amigos y amigas, en contubernio con el ex líder del sindicato de burócratas 7 de Mayo, Edgar Tlapale Ramírez.

 

Se sabe que Covarrubias y la ilusa Martínez acordaron aprovechar la presidencia de la Mesa Directiva para sacar ventaja y desechar el acuerdo de la Junta de Coordinación y Concertación Política de no admitir la presencia de los 34 trabajadores sindicalizados.

 

Una vez logrado el objetivo aprovechando la inexperiencia de Leticia Martínez, el lenguaraz diputado del PT de manera personal trasladó el acuerdo a la Oficialía de Partes para que la hicieran llegar a la oficina del Presidente del Comité de Administración y se reinstalara a su prima, a quien según se establecía en el documento le tendrían que pagar su primera quincena el 30 de diciembre.

 

Pero no solo eso, además en el convenio se especificaba que la Legislatura debería cubrir casi 700 mil pesos por el despido injustificado y la reparación de los daños provocados a la influyente sindicalizada que dejó de trabajar por varios meses.

 

Desde luego este tema ya es conocido por algunos diputados locales y se espera que en breve otros más se enteren ahora que reanuden sus actividades, pero es obvio que Miguel Ángel Covarrubias quiere verles la cara a sus compañeros y mantener los privilegios que logró en la pasada Legislatura.

 

Lo que tal vez no se ha considerado Covarrubias y su compañera de jugada, es que su proceder causará gran molestia al interior del Poder Legislativo. Es obvio que la noticia de la reinstalación de una sindicalizada caerá como bomba, pues al inicio de su periodo todos los diputados y diputadas acordonaron no reconocer las 34 plazas, lo cual al parecer no se pudo lograr porque hubo alguien que resultó más abusivo.

 

Se dice que esto tendrá serias consecuencias. Primero porque no se admitirá la reinstalación de la prima del voraz legislador, en segunda, porque no se pagarán los 700 mil pesos y en tercera porque ya hay personajes dispuestos a enjuiciar a Leticia Martínez Cerón con miras a deshabilitarla por “traidora, abuso de poder y de confianza, por violar la Ley”.

 

Se espera que la petista se siente en la silla de los acusados y confiese que los cerca de 700 mil pesos no eran para la prima de Covarrubias, por el contrario, presumen que ese dinero era a cambio de la firma.

 

Solo queda esperar que la mayoría de los diputados y las diputadas muestre su inconformidad y orden echar atrás esa reinstalación, situación que de lograrse dejará muy mal parado a Miguel Ángel Covarrubias que no es la primera vez que busca sacar ventaja de la inexperiencia de sus compañeros de Legislatura.

 

Dentro del Congreso del Estado hay perfiles que han demostrado agallas, tienen argumentos y conocimiento para hacer valer la Ley. No dude que uno de ellos lo demuestre y decida llegar hasta las últimas consecuencias contra los diputados locales que traicionaron la confianza de sus compañeros.

 

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