Difícilmente el presupuesto de egresos del 2023 que pretende disponer y manejar el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros encontrará alguna oposición o negativa al interior del Poder Legislativo donde se recibió para su análisis y aprobación.
La mandataria morenista fue la encargada de llevar a cabo las negociaciones y acuerdos con los diputados y las diputadas, quienes en su mayoría están convencidos de aprobar ese presupuesto sin cambiar ninguna coma o punto y muchos menos alguna cifra económica, sobre todo cuando al Poder Legislativo se le autorizó el incremento del 15 por ciento que solicitó para su partida.
El gobierno de Tlaxcala dispondrá para el próximo ejercicio fiscal la cantidad de 25 mil 571 millones de pesos, cifra que registra un aumento del 13.05 por ciento con respecto al 2022.
De acuerdo con la información, el Poder Ejecutivo dispondrá de 19 mil 502 millones, el Poder Legislativo de 418 millones, el Poder Judicial 450 millones, los órganos autónomos de 406 millones y los 60 municipios de 4 mil 794 millones.
Hasta hace unos días un grupo de diputados identificados como opositores a la actual administración manejaban la posibilidad de meterle mano al presupuesto de egresos del 2023, para lo cual no sólo estaban revisando con lupa el ejercido de este año que según ellos tiene subejercicios, inconsistencias, duplicidad de gastos y una enorme discrecionalidad en su aplicación que afectó a los municipios donde se ha percibido notablemente la disminución de obra pública.
Seguramente en el análisis, revisión y aprobación del presupuesto del siguiente año habrá señalamientos y sugerencias para realizar algunos ajustes, sin embargo se impondrá la mayoría de Morena y sus aliados (PT, Nueva Alianza, Verde Ecologista y sus nuevos amigos que encontró en el PRI y en el PAC) para avalar el documento sin ningún cambio, el cual considera recortes económicos a secretarías como Gobierno, Infraestructura y Cultura, mientras que otras como la de Bienestar registra un raquítico aumento al igual que la Procuraduría General de Justicia en el Estado y uno que otro organismo como el Instituto Estatal de la Mujer.
Un rubro del que se conoce poco y se ha hablado menos es el de la seguridad. Hasta ahora no se sabe con precisión si aumentarán los recursos públicos o disminuirán, sobre todo cuando a nivel federal hubo un recorte importante para los estados en ese concepto a fin de generar una bolsa que el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, pretende inyectar a la Guardia Nacional y no a las policías estatales y municipales.
Aunque el segundo año de gobierno de Lorena Cuéllar inició en septiembre pasado, hasta ahora en Tlaxcala se desconoce cuál o cuáles podrían ser las obras emblemáticas o que distingan a la actual administración, sobre todo porque pasan los meses y las autoridades no terminan por cuajar un proyecto importante o relevante.
De algo estoy seguro, el amor que López Obrador siempre ha presumido por Tlaxcala nunca se ha reflejado ni ahora ni en los últimos cuatro años en una obra o acción concreta para el beneficio de los tlaxcaltecas.
En el 2023, el penúltimo año de la administración de AMLO, el panorama para la entidad es igual al de los años pasados y seguramente su sexenio concluirá en el 2024 sin que los tlaxcaltecas conozcan el amor del tabasqueño que siempre lo ha presumido, pero que nunca se ha visto en un hecho realista que pudiera ser visible, palpable y sobre todo que se pudiera medir o comparar para ver si es cierto.
A las palabras se las lleva el viento.
Calladita te ves más bonita
La secretaria de Turismo y presidenta del Patronato de la Feria de Tlaxcala, Josefina Rodríguez Zamora, debería quedarse callada y asumir su responsabilidad en la mala imagen que está proyectando el palenque, porque está claro que la empresa que controla ese centro de espectáculos resultó un fiasco.
De qué sirve que se anuncie que corrieron a los guardias de seguridad y que están trabajando para mejorar las condiciones en el palenque, si la familia que resultó agredida en la presentación de la Banda MS se queja de que no han recibido ninguna ayuda económica u apoyo no sólo de la empresa que contrató a los gorilas que los agredieron, sino de la encargada de los espectáculos y del mismo patronato de la feria.
La familia afectada está molesta y decidida a proceder hasta las últimas consecuencias. La voraz Josefina Rodríguez debería dejar de atender sus negocios y de revender las fechas del palenque previsto durante el desarrollo de la Viña Navideña para dedicarle tiempo a solucionar las crisis que su pésimo trabajo y ambición están generando al gobierno del estado.
Para concluir, otro funcionario que también debería dejar de andar de hocicón es el secretario de Gobierno, el ruco Sergio González Hernández, quien adelantó la semana pasada que a más tardar el 15 de noviembre se conocería quién sería el nuevo secretario de Seguridad Ciudadana en Tlaxcala.
El día pasó y nadie sabe para cuándo será nombrado ese funcionario, aunque la versión es que llegará un recomendado del ex gobernador tlaxcalteca Alfonso Sánchez Anaya, quien al parecer tuvo su último trabajo en la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
Veremos si se confirma el rumor o llega alguien diferente.
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