Muy, pero muy tarde llega la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y sus “medidas” de protección en favor de las estudiantes de la Escuela Normal Rural “Lic. Benito Juárez” de Panotla, porque sí se hubieran hecho a tiempo quizá la alumna tlaxcalteca Beatriz N. todavía viviera y nunca se hubieran registrado el enfrentamiento del pasado 20 de octubre entre los gorilas de la policía estatal y las jóvenes.
Ese organismo que cada vez confirma que está más al servicio del gobierno que de los tlaxcaltecas, tardó muchos días para pedir a los policías estatales una conducta diferente hacia las estudiantes, pues una vez pasada la violencia y logrados los acuerdos que permitieron reanudar las clases en esa Normal, para qué demonios sirve pedir a los policías estatales que terminen a partir del 28 de octubre con todo acto de violencia, amenazas, hostigamiento e intimidación hacia las normalistas.
Resulta hasta burlona la circular emitida por la CEDH, no sólo porque ahora pide que los elementos policiacos se dediquen a proteger la seguridad personal de toda alumna de la mencionada Normal, sino porque el documento se gira al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Raúl Ruiz García, justo a cuatro días de dejar definitivamente el cargo y nuevamente vuelve a omitir cualquier responsabilidad del autor material y operativo del acoso y la violencia de esa corporación que no es otro más que el secretario técnico de la mencionada dependencia, José Guadalupe Ballesteros Arellano.
Lo anterior no es nuevo y tampoco provoca sorpresa, pues el “organismo autónomo” protegió al gorila Ballesteros en el caso de la violencia que él y sus policías golpeadores utilizaron para aplacar a las mujeres que se manifestaron el pasado 8 de marzo frente a Palacio de Gobierno y en otros episodios relacionados con la protesta de jóvenes en el zócalo capitalino y para rescatar un cadáver de una persona que falleció al interior de los separos de la Policía Municipal de Xaltocan.
En todos los casos se sabe que la CEDH observó un exceso de fuerza de José Guadalupe Ballesteros, sin embargo nunca se le ha querido señalar y mucho menos exhibir porque es el brazo y el rostro de la violencia de este gobierno y al que recurre el blandengue secretario de Gobierno, Sergio González Hernández para ocultar su enorme y evidente incapacidad.
Resulta ilógico que la CEDH después de observar el acoso que enfrentaron las normalistas durante el desarrollo de la competencia mundial de Tiro con Arco que se llevó a cabo del 13 al 16 de octubre para evitar que se manifestaran en el zócalo capitalino donde se realizaba esa justa deportiva, al grado que las autoridades estatales utilizaron hasta el helicóptero de la policía para amenazar desde el aire y con armas largas a las alumnas, a quienes no les quedó otra más que resguardarse en las instalaciones de la institución educativa, haya emitido la circular número 0031/2022 que resulta totalmente extemporánea, sino que le pregunten a las estudiantes y a la familia de Beatriz N.
La normalista fallecida perdió la vida en condiciones extrañas y tras darse una refriega entre alumnas y policías estatales el pasado 20 de octubre. Hasta ahora nadie sabe en donde sufrió la herida en la cabeza que le provocó muerte cerebral y tampoco se sabe si hay responsables o no por ese “accidente”.
Además, también resulta grotesco que el ruco y cada vez más senil secretario de Gobierno, Sergio González, haya confirmado a través de una entrevista que tras la salida del torpe ex soldadito Raúl Ruiz de la Secretaría de Seguridad Ciudadana quedó como encargado de esa dependencia el gorila Ballesteros Arellano, cuando está más que comprobado que es el rosto de la violencia de este gobierno que prometió ser diferente y respetuoso de la ley y de los ciudadanos y las ciudadanas.
Esperemos que en estos días no sea necesaria la intervención de la policía estatal para controlar una manifestación, alguna protesta o para rescatar a unos presuntos delincuentes de ser linchados, porque seguramente José Guadalupe Ballesteros no dudará en tratar de presumir sus dotes de “Rambo” para demostrar que está más que listo para asumir las riendas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cargo que anhela con todas sus fuerza y que el simple hecho de no tenerlo le provoca una enorme frustración.
El gobierno lorenista se equivoca al mantener, proteger y darle juego a un “jefe” policiaco que lo único que ha hecho es generar desconfianza y propagar la idea que la actual administración es intolerante y represora.
O usted cree que si las normalistas de Panotla se sienten inseguras o en peligro llamarán a la policía estatal a cargo de Ballesteros para que las cuide o las proteja.
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