Si la extraña muerte de la empresaria pastelera Donají N. ha generado dudas y molestias respecto a la actuación de funcionarios de primer nivel de la actual administración, la detención y puesta en libertad del presidente municipal de Hueyotlipan, Luis Ángel Roldán Carrillo, por supuestamente estar en posesión de un arma de fuego y realizar disparos junto con otros integrantes del ayuntamiento, ha venido a provocar más incertidumbre y desconfianza porque pareciera que se está usando el poder para alentar la impunidad y la corrupción.

 

 

Existen evidencias de que habría funcionarios influyentes que intervinieron para evitar que se aplicará la ley y se procediera a dar facilidades para que los probables responsables de ciertos delitos estén libres y presumiendo la protección que recibieron.

 

El caso del chaquetero alcalde ex militante de Redes Sociales Progresistas y hoy morenista ejemplar, demostraría claramente que en Tlaxcala como en los mejores tiempos del PRI se solapan los excesos, los abusos, la corrupción y el actuar de funcionarios municipales ineptos que sólo se dedican a vivir como reyes mientras controlan los recursos públicos del ayuntamiento.

 

La tarde noche del 28 de septiembre llegaron varios reportes al 911 sobre el ataque a balazos que estaba sufriendo una persona en el camino de terracería de la comunidad de San Lorenzo Techalote a Ignacio Zaragoza del municipio de Hueyotliplan.

 

De inmediato se movilizaron las fuerzas policiacas que llegaron al lugar y procedieron a detener a cuatro personas, así como los vehículos y las armas que fueron ubicadas en ese lugar.

 

El reporte establece que cuatro hombres identificados como Luis Ángel N., Iván N., Andrey N. y Alexis N., fueron detenidos por elementos de la Policía Estatal de Tlaxcala en el municipio de Hueyotlipan por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, robo de vehículo y portación ilegal de arma de fuego.

 

Y se agrega que: “El aseguramiento fue gracias a un reporte al número de Emergencias 911, donde igual decomisaron una camioneta Chevrolet tipo Traverse, una escopeta calibre 12, un arma tipo calibre 9 mm y 23 cartuchos útiles. Luis Ángel N., quien funge como presidente municipal de Hueyotlipan, es puesto a disposición junto con otros 3 masculinos ante la autoridad competente para enfrentar los cargos en su contra”.

 

Sin embargo, algo pasó en el traslado de las personas detenidas porque al parecer un influyente funcionario estatal que tiene bajo su responsabilidad la relación con los presidentes municipales estuvo moviendo los hilos del poder para tratar de zafar al alcalde y a sus amigos del lío en que se encontraban.

 

Curiosamente el Ministerio Público Federal a diferencia de otras ocasiones donde la FGR recibe a los detenidos y los pone a disposición del Juez de Control después del término constitucional (48 horas), aún a sabiendas de los errores y de la dilación del tiempo de la puesta, queda en manos del Poder Judicial la calificación de ilegal o legal la detención.

 

En un asunto normal, el alcalde de Hueyotlipan tendría que haber seguido detenido, pero se dice que habría entregado un abultado estímulo para obtener su libertad en la delegación de la FGR bajo el tonto argumento de que su detención fue ilegal y a que durante la puesta a disposición hubo muchas inconsistencias, situación que obviamente dejó en ridículo a la policía estatal bajo el mando del blandengue ex soldadito Raúl Ruiz García.

 

Hay evidencia de que el estímulo, algo así como 500 mil buenas razones, lo habrían llevado en una mochila, misma que fue entregada por personas cercanas al hoy alcalde morenista.

 

El presidente municipal de Hueyotlipan, Luis Ángel Roldán, está libre y hasta tuvo la desfachatez de ofrecer una conferencia de prensa para tratar de limpiar su imagen, para lo cual no se cansó de poner en ridículo a la policía estatal y presumir en corto y en privado la amistad del poderoso Sergio González Hernández, secretario de Gobierno de Tlaxcala.

 

Por lo pronto, incluya a Hueyotlipan en la lista de municipios donde podría haber conflictos, pues para nadie es un secreto que los habitantes están hasta la madre de Luis Ángel Roldán, de su desgobierno y de sus excesos y abusos.

 

Sólo un ciego no podría ver la impunidad y la corrupción que imperó en este caso y en otros más.

 

Por ejemplo, conforme han pasado los días se han acumulado las evidencias que confirmarían que la empresaria pastelera Donají N. sí era víctima de violencia física y psicológica.

 

Hay conversaciones de WhatsApp entre la fallecida y sus amigas y familiares que lo demostrarían. También estarían las pláticas y negociaciones que habría llevado la empresaria para comprar un nuevo inmueble en donde al parecer tenía pensado vivir con sus hijos porque ya estaría decidida en separarse de su esposo Delfino Chamorro Macías, un ex funcionario estatal arrogante y prepotente ligado al grupo del indefinido secretario de Gobierno, Sergio González.

 

Usted cree que una mujer que está por comprar una casa para iniciar una nueva etapa de su vida junto a sus hijos estaría pensando en quitarse la vida, no verdad. Esas y otras evidencias demostrarían que no resulta creíble la apresurada versión dada a conocer por la Procuraduría General de Justicia en el Estado sobre ese lamentable caso que tiene indignada a la sociedad de Apizaco y de la entidad.

 

Se dice que familiares de Donají N. sostuvieron hace unos días una discreta reunión con Sergio González para hablar sobre el caso y de las supuestas inconsistencias que tendría la investigación de la PGJE. Pronto se sabrá si fue así y si fue cierto cuáles fueron los compromisos y acuerdos a los que llegaron.

 

Ojalá este tipo de episodios tan tristes y lamentables como los que estamos viendo sean pasajeros y se trate de errores que se puedan corregir de manera inmediata, porque sería lamentable ver que esa será la constante en una entidad que está harta de la impunidad y la corrupción.

 

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