Legislaturas van y vienen sin que ninguna haya decidido entrarle de lleno al tema del aborto que lleva años ignorándose en una entidad conservadora como Tlaxcala, de ahí que surge la pregunta si los actuales diputados y diputadas estarán dispuestos a analizar el tema y aprobar cambios legales para que las mujeres puedan interrumpir el embarazo durante las 12 primeras semanas sin enfrentar alguna consecuencia penal como ya lo hizo la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que ya es legal en diez entidades del país.
Muchos pueden estar en contra de esa medida, pero también son muchos los que exigen que se ponga en práctica el aborto, pero sobre todo que haya cambios jurídicos para que se deje de criminalizar a las mujeres y personas gestantes por decidir sobre su cuerpo.
No se puede dejar de legislar temas importantes y que merecen la atención por ser asuntos relevantes que una sociedad moderna y en desarrollo requiere analizar.
La actual legislatura que sigue la tradición de la pasada de declarar a bocadillos tradicionales tlaxcaltecas como los muéganos, el cacao, el pan con helado y otros alimentos más como patrimonio cultural y gastronómico del estado de Tlaxcala, deberían mostrar apertura, altura de miras y capacidad para analizar y en su momento aprobar los cambios legales que se requieren para legalizar el aborto.
Durante las actividades realizadas a nivel nacional, dentro del marco del “Día de Acción Global por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito 28S”, la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en (Ddeser) Tlaxcala, el Colectivo Feminista de Tlaxcala, el Colectivo Tengo un Retraso y la Marea Verde Nacional, entregaron a la diputada del PT, Lorena Ruiz García, su propuesta legal para la despenalización del aborto en la entidad, la cual coincide con la iniciativa que esa legisladora ya presentó en el pleno.
Corresponderá a las diputadas y diputados de Morena, el PT, el Verde Ecologista, de Nueva Alianza, así como de las fracciones parlamentarios del PRI, PRD y PAN y de otras fuerza políticas decidir si le entrarán al tema o sencillamente lo evitarán tal y como lo hicieron otras legislaturas, porque les da miedo aprobar el aborto por temor a ser estigmatizados o porque según ellos perderán el respaldo de los ciudadanos para continuar con sus carreras políticas.
El tema es inevitable y debería ser analizado y puesto a discusión. Hoy los colectivos feministas y demás organizaciones sociales ven con desconfianza al gobierno estatal y de prevalecer la cerrazón de las legisladoras y los legisladores incluirán al Congreso del Estado como un enemigo, situación que seguramente se reflejará en la marcha y protestas que el próximo año realizarán las mujeres el 8 de marzo.
Los diputados y las diputadas deben ponerse a trabajar y atender asuntos importantes como es este, o no.
El narcisista marianista
Alguna ocasión, un prominente catedrático de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), calificó de “ignorante” al ex Contralor del Ejecutivo, Hugo René Temoltzin Carreto, en el sexenio del hacendado gobernador Mariano González Zarur.
Y el tiempo le dio la razón, pues ahora Temoltzin Carreto, a través de una asociación patito llamada 100 x Tlaxcala externó su deseo de ser Fiscal General del Estado (FGE), para presidir en su momento, el Ministerio Público, y sus órganos auxiliares, la Agencia de Investigación Criminal, las fiscalías especializadas, la policía investigadora y los peritos.
Claro que para ocupar un puesto de esa envergadura se necesita tener experiencia, conocimiento, gozar de buena reputación, y sobre todo ser un excelente abogado, características de las cuales carece Temoltzin Carreto.
En el sexenio marianista se le encargó a Temoltzin Carreto abrir juicio en contra de 16 notarios que nombró el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, el cual se terminó perdiendo porque después de años el castrado ex mandatario priista Marco Antonio Mena Rodríguez no tuvo otra más que reinstalarlos.
Hugo René es por demás un cínico. Aventarse la puntada de casi casi proponerse como próximo fiscal es una chaqueta que sólo él se haría y que lo pinta de pies a la cabeza como el narcisista que siempre ha sido.
Hugo René, Eréndira Jiménez Montiel y María del Carmen Mazarrasa Corona, cuando fueron funcionarios y tuvieron la oportunidad de reivindicar el sistema de procuración de justicia se hicieron weyes.
Ahora que buscan un hueso, salen a proponer lo que sus patrones no quisieron hacer por falta de voluntad política.
Sencillamente hacen el ridículo.
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