El bochornoso espectáculo que ofreció la semana pasada el pleno del Tribunal Superior de Justicia en el Estado (TSJE) al destituir ilegalmente a Dora María García Espejel como miembro del Consejo de la Judicatura de Tlaxcala para designar a Angélica Aragón Sánchez que sólo permaneció un par de días en el cargo en representación de los jueces, porque el viernes fue removida y reinstalada la primera abogada, evidencia que hay mal asesoramiento y que las grillas en ese poder están intensas.

 

 

 

La actual presidenta del Poder Judicial de Tlaxcala, Mary Cruz Cortés Ornelas, se equivocó y fue mal asesorada al intentar remover a Dora María García, cuando le faltaba un año para dejar el cargo para el cual fue designada.

 

El poderoso consejero Rey David González González también habría hecho el ridículo, toda vez que se dice que el despacho externo contratado para asesorar al TSJE estaría ligado a sus intereses, sin embargo es obvio que ni otorga la ayuda legal que se requiere y que sus asesorías de nada sirven porque se terminó haciendo un grotesco espectáculo.

 

Las acusaciones de nepotismo, corrupción y de emprender acoso laboral contra personal del TSJE que se consideraron para destituir a García Espejel no fueron determinantes y por esa razón la justicia federal ordenó su reinstalación inmediata, lo cual se dio el pasado viernes de forma sigilosa para no hacer público el enorme ridículo que acababa de cometer el pleno del TSJE.

 

La gobernabilidad al interior del Poder Judicial de Tlaxcala se ha venido perdiendo desde hace meses y se agravó cuando se confirmó que el magistrado Héctor Maldonado Bonilla no fue ratificado por un periodo más por parte del Congreso del Estado.

 

La llegada de magistradas lorenistas Fanny Margarita Amador Montes, Anel Bañuelos Meneses y Marisol Barba Pérez rompió el equilibrio y la armonía que existía, de ahí que hoy exista una encarnizada lucha por el poder en el TSJE que está dejando de ser soterrada para poco a poco ganar espacios mediáticos.

 

En el Poder Judicial nadie puede negar que la entrada y salida de sus miembros de todos los niveles se circunscribe a la consanguinidad, afinidad y hasta la promiscuidad. Desde hace mucho tiempo lo anterior es una realidad y nadie en su sano juicio lo podrá negar.

 

No podemos tapar que muchos productos de esas irregulares conductas aún quedan agentes activos, por ejemplo, en el Ejecutivo, quien se desempeña como Consejero Jurídico, el Dr. Rufino Mendieta Cuapio, fue partícipe de muchos de los escándalos al interior y exterior del Poder Judicial, tanto por temas de nepotismo, como lo es beneficiar indebidamente a su prima hermana Olivia Mendieta Cuapio, a quien impulsó para que fuera Jueza o, a su cuñado, Daniel Hernández George, quien sin mérito alguno más que ser su familiar, actualmente también cobra como Juez. Ese personaje es tristemente recordado, porque fomentó la intentona de perpetuarse como magistrado, junto con otros compañeros que trabajaron en su época.

 

Ya dimos cuenta de la salida abrupta de la consejera Dora María García Espejel, lo cual se dice que era muy esperado, ya que sus evidentes faltas de imparcialidad para actuar como visitadora en el Juzgado de Calpulalpan estaban más qué documentadas, pero la verdad es que desde que asumió su cargo como integrante del Consejo de la Judicatura tuvo esas funciones, de ahí que fue una negligencia del Pleno del Tribunal haber actuado tardíamente en tratar de corregir algo que desde el principio se debió cambiar.

 

Se menciona, que la razón real es que ya existían varias quejas en contra de la abogada, debido a que desde que era secretaria de Estudio y Cuenta en la ponencia del magistrado Felipe Nava Lemus, (con quien se dice sostenía una relación sentimental) era la encargada de llevar las negociaciones con los litigantes a fin de dar celeridad y resolver los casos.

 

Recientemente, se hablaba que fomentó el tráfico de influencias para forzar (habría amagado con filtrar información sensible de los dos recientes presidentes del Tribunal) la contratación del hijo del ex magistrado Felipe Nava Lemus de nombre José Felipe Nava Aguilar y de su novia. Estos forcejeos que se vieron hace unos meses, fueron la causa que provocaría la salida temporal de la consejera belicosa.

 

Pero, además, hay que recordar que existen varias quejas contra García Espejel dado que personalmente se presentaba a juzgados a recriminar al personal judicial, cuando no se favorecía a su actual pareja originario de Nanacamilpa, a quien se le atribuyen amenazas a diversos servidores judiciales.

 

Con referencia a su mentor y pareja, abiertamente ha reconocido la licenciada Dora María García, que varias veces no pasó su examen de jueza, hasta que se hizo pareja del ex magistrado Felipe Nava Lemus, quien la ayudó para alcanzar ese puesto y después ser nombrada como consejera, con el auspicio del magistrado Fernando Bernal Salazar.

 

Simplemente habría que preguntar cuántas veces hizo el examen para ser juez siendo ella proyectista, ya que está documentado que como abogada no podía acreditar los conocimientos y aptitudes que se requieren para desempeñarse como impartidora de justicia en Tlaxcala.

 

Para nadie es desconocido que quienes han ingresado a las filas del Poder Judicial tiene que ver con esas relaciones de consanguinidad, afinidad y promiscuidad. Es un secreto a voces que coexisten en la nómina esposas, amantes y parejas de los hijos de los magistrados, consejeros y jueces.

 

No por nada, por ejemplo, el ex magistrado Felipe Nava Lemús, tiene registrado 11 hijos en el servicio médico de ese tribunal o que el Juez Mariano Reyes Landa, ha logrado ingresar a su esposa, a sus hijas y a sus parejas.

 

De cada uno de esos altos funcionarios se tienen sus indebidas ligas, unos muy ocultas, otras muy visibles, pero, al fin, una danza de conveniencias.

 

La fugaz consejera Angélica Aragón, con nexos indudables con la ex magistrada Elsa Cordero Martínez, no se espera ninguna aportación importante dada su capacidad y poca independencia, debido a la sumisión con quien la puso.

 

Lo que sí veremos, es como todas las demás magistradas y consejeras engrosarán las mesas de convivencia con diputados y miembros del gabinete estatal, ya que no les importa comprometer la independencia del Poder Judicial de Tlaxcala si a cambio se congracian y ponen sus sentencias a la orden de las conveniencias del poder en turno.

 

Así las cosas en el impoluto Poder Judicial de Tlaxcala.

 

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