Sin duda serán muchos los rumores y versiones que empezarán a circular en torno a la inesperada salida de Luz María Vázquez Ávila de la titularidad de la Secretaría de Movilidad y Transporte, donde llegó un personaje desconocido para el lorenismo y que nunca trabajó ni movió un solo dedo para que Lorena Cuéllar Cisneros obtuviera un cargo de elección popular y que responde al nombre de Juan Tapia Pelcastre.

 

 

Nuevamente los lorenistas fueron despreciados y minimizados por su jefa la gobernadora, quien durante escasos diez meses ha dado varias muestras de que prefiere premiar con cargos relevantes en su administración a desconocidos que dar oportunidad a colaboradores cercanos a ella que han probado su lealtad y trabajo.

 

Ahí está el caso de Juan Tapia que se trata de un abogado al que nadie le reconoce ningún mérito y que trabajó como jurídico al lado del panista Roberto Zamora Gracia cuando éste se desempeñó como rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala o el del nuevo magistrado Enrique Acoltzi Conde que alcanzó el cargo sin tener nexos con el lorenismo, ni una carrera en el Poder Judicial, ni trayectoria y mucho menos prestigio y los conocimientos que se requieren para desempeñarse como integrante del Pleno del Tribunal Superior de Justicia en el Estado.

 

Hasta ahora las razones que motivaron la abrupta salida de Luz María Vázquez Ávila son desconocidas y sólo la gobernadora Lorena Cuéllar sabe qué o quiénes influyeron en ella para asumir una apresurada decisión que desconcertó al lorenismo y avivó los rumores de que hay personajes que le hablan al oído chismes y que buscan generar problemas al interior de su equipo.

 

Se dice que Juan Tapia es un recomendado de Víctor Cánovas Moreno y que atrás del despido de Vázquez Ávila está metida como encargada de tirar veneno con chismes la secretaria de la Función Pública, Eréndira Cova Brindis, quien ayer no se cansaba de asegurar que la ahora ex funcionaria fue cesada por estar involucrada en asuntos graves de corrupción que ella descubrió y documentó.

 

Si ese fuera el caso, por qué no ha presentado las denuncias o los procedimientos administrativos que amparen sus acusaciones o señalamientos. Un día antes del despido de Luz María Vázquez el torpe junior secretario de Infraestructura, Alfonso Sánchez García, declaró que en esa dependencia se había despido a 10 empleados por supuestamente incurrir en actos de corrupción, pero hasta donde se sabe ninguno enfrenta acciones legales por parte de la incongruente marianista y ex priista Eréndira Cova.

 

Para nadie es un secreto que Cova Brindis ha extendido un inexplicable manto protector a los ex funcionarios que trabajaron en las administraciones priistas del hacendado Mariano González Zarur y del castrado Marco Antonio Mena Rodríguez para iniciar un hostigamiento con ciertos colaboradores lorenistas que no pertenecen a su voraz y rancio grupo.

 

Hay evidencias de transas y malos manejos que se están llevando a cabo en varias dependencias estatales como la Secretaría de Salud y otras donde se percibe el tufo de la corrupción, pero que curiosamente la ineficiente y venenosa Eréndira Cova se niega a ver y menos a evitar.

 

Si al interior del gabinete legal y ampliado de la gobernadora Lorena Cuéllar se percibía tensión y una mala relación entre algunos de sus funcionarios, el despido de Luz María Vázquez puede ser la gota que haga evidentes y públicos los desacuerdos y pleitos entre los lorenistas, mismos que podrían empezarse a ventilar y que terminarán por afectar la imagen de la nueva administración.

 

El despido de Vázquez Ávila y la designación inmediata de Juan Tapia rompe el estilo y la forma de gobernar de Lorena Cuéllar. Cuando Alfredo Álvarez Valenzuela abandonó la Secretaría de Seguridad Ciudadana para evitar ser detenido, la mandataria tardó cinco meses en designar a su reemplazo, de ahí que para muchos fue influenciada o hasta manipulada para llevar a cabo los apresurados cambios en la Secretaría de Movilidad y Transporte.

 

En unas semanas más se verá si el cambio resultó positivo o negativo. Por lo pronto le puedo decir que la decisión de Lorena Cuéllar no gustó a varios y menos a los lorenistas de hueso que cada vez confirman que son útiles para la operación y el trabajo, pero no para acceder a posiciones relevantes o importantes en la actual administración porque éstas son para los recomendados, los amigos y para personajes que nunca movieron un dedo para ayudar a que el proyecto de la morenista se consolidara.

 

Los rumores y especulaciones del más reciente movimiento estarán a la orden del día y como ya es costumbre se hablará más de ese hecho que de las acciones que realiza el gobierno de Lorena Cuéllar que sigue sin posicionar ningún tema que distinga a su naciente administración.

 

**¨*************************************************************************************************************