Jorge Corichi Fragoso, presidente municipal de Tlaxcala, está decidido a perder apoyos y mantener el camino de la ilegalidad que está por llevarlo a un terreno donde su nociva labia y dinero no le servirán para comprar conciencias y salir de los problemas como lo ha hecho hasta ahora.

 

 

Hasta ahora nadie sabía las razones por las cuales la administración morenista que controla el ayuntamiento capitalino había prolongado y retrasado el cobro y la renovación de las licencias de funcionamiento de los establecimientos comerciales, sin embargo en esta semana que por fin comenzó ese proceso se supo cuáles eran las causas que por meses estuvo planeando Efrén Ordóñez Mendoza, el desprestigiado ex tesorero municipal y hoy trácala asesor del eunuco Jorge Corichi.

 

Por semanas y meses la marioneta de Efrén Ordóñez que cobra como Tesorera en el municipio de Tlaxcala, Yolanda Cervantes Zamora, evadió a los dueños de comercios para evitar los trámites de renovación de licencias y esperar el momento para sacar los dientes a fin de comprobar la idea de que la actual administración morenista llegó hambreada y con una voracidad que seguramente generará malestar.

 

En la administración pasada los propietarios de algún negocio en la capital pagaba por la licencia de funcionamiento un promedio mil cien pesos, pero hoy en los tiempos de la Cuarta Transformación los interesados en llevar a cabo ese trámite administrativo tendrán que desembolsar para engrosar las arcas municipales entre seis mil pesos y ocho mil pesos.

 

El aumento es exagerado y desproporcionado. La molestia de los dueños de negocios es real y legítima, sobre todo porque nadie en el voraz ayuntamiento que controla Jorge Corichi explica y justifica esos sangrantes cobros que no se entienden y menos cuando los tlaxcaltecas vamos saliendo de una durísima pandemia que provocó pérdidas económicas.

 

Esa insensibilidad sólo pudo venir del insaciable Efrén Ordóñez que está de paso por Tlaxcala y que busca captar lo más que pueda para cuando tenga que regresar a la ratonera donde salió y que se ubica en el Estado de México. Yolanda Cervantes volvió a evidenciar una vez más que sólo es una marioneta que sólo hace lo que en realidad le dice su jefe que también maneja y manipula a su antojo al torpe y militado Jorge Corichi junto con el ambicioso panista michoacano Miguel Ángel Chávez Zavala que cobra como flamante jefe de la oficina del alcalde.

 

El grupúsculo de funcionarios foráneos que está aprovechando su poder y circunstancia para maltratar a los tlaxcaltecas se está equivocando y sobre todo mal interpretando la nobleza de los habitantes de la capital, porque aunque no lo crean ya hay dueños de comercios que se están organizando para analizar jurídicamente el camino a seguir por los excesivos cobros y para exponer el caso a la gobernadora del estado, Lorena Cuéllar Cisneros, con el propósito de solicitare su intervención y pedirle que ponga un alto a los abusos de esos personajes que rodean y mantienen secuestrado al presidente municipal.

 

Por cierto, ya que hablamos de acciones legales, le cuento que el obtuso Jorge Corichi ya no sabe cómo salir del problema que se metió con la irregular asignación e integración de las comisiones que integran el Cabildo, pues no sólo ya alteró una acta de ese cuerpo colegiado, sino que ahora recurriendo a una notoria ilegalidad, porque esa medida no existe en la ley, busca a través de un supuesto reparto de dinero a los presidentes de comunidad y a los regidores afines aprobar una “fe de erratas” para justificar un procedimiento que no es válido.

 

El expediente de ese caso está por terminarse y en breve no sólo se presentará ante las instancias jurisdiccionales, sino en el Congreso del Estado para que se tomen cartas en el asunto y se proceda contra el alcalde morenista que de manera recurrente viola la ley sin que alguien le diga nada.

 

Los excesos que estamos viendo en las autoridades capitalinas emanados de Morena son los mismos que llegamos a ver en administraciones del PAN y el PRI en el ayuntamiento. No hay diferencias y si una gran decepción.

 

No cabe duda que Morena se equivocó en haber nominado como presidente municipal de Tlaxcala a un ex priista con corazón panista que gobierna sin cumplir con los principios del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de no robar, no mentir y no traicionar.

 

Lástima.

 

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