Ahora que en Tlaxcala se ha puesto de moda la llegada de militares para tratar de mejorar la seguridad, le cuento que a los policías de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no cayó nada bien la designación de Samuel Cadena Cadena como nuevo director y menos las medidas que anunció para los integrantes de esa corporación.

 

 

El pasado 29 de abril, la desgastada titular de la PGJE, Ernestina Carro Roldán cesó de sus funciones a los titulares de la Dirección de la Policía de Investigación, Víctor Enrique Montiel Ramos y de la Fiscalía Especializada en Combate al Secuestro, Paula Elizabeth Juárez Santoyo.

 

Víctor Enrique Montiel asumió su cargo sin tener experiencia y su llegada complicó el trabajo de esos agentes que observaron a un jefe que desconocía el área y que carecía de los conocimientos para dirigir a la Policía de Investigación.

 

Su directa intervención en la detención y posterior tortura del principal sospechoso de la desaparición de una joven de Huamantla, Ana Laura N, quien se encuentra ausente desdel el pasado 4 de mayo, lo llevó a perder su trabajo y a dejar a un agente de la PGJE encarcelado como responsable de la muerte del probable inculpado Juan Carlos N.

 

De acuerdo con la versión de los integrantes de la Policía de Investigación, el militar que fue presentado como su nuevo jefe no sólo evidenció que desconoce y no sabe la forma en que opera y trabaja esa corporación, sino que trata de imponer algunas reglas que podrían generar una protesta.

 

Samuel Cadena de entrada dejó entrever sus intenciones de uniformar a los elementos de la corporación y realizar un pase de lista en cada cambio de turno donde los agentes serán desarmados. Se dice que se busca imponer una disciplina que en nada ayudará o contribuirá para entregar más y mejores resultados.

 

Mientras en la Secretaría de Seguridad Ciudadana la llegada de Raúl Ruiz García, General Brigadier Diplomado de Estado Mayor fue bien vista por los policía estatales, en la PGJE no agradó la designación del militar retirado Samuel Cadena y veremos si en los próximos días hay o no protestas de parte de los agentes.

 

Por cierto, habrá que ver que tan efectivo resulta el operativo de las autoridades para blindar la zona sur y evitar que maleantes de la entidad vecina como Puebla sigan utilizando el territorio tlaxcalteca para abandonar cadáveres, una práctica que desde hace meses se ha venido incrementando.

 

En los últimos días han aparecido seis cuerpos y de acuerdo con la información disponible, se sabe que los asesinatos se cometen en Puebla y los cuerpos son abandonados en Tlaxcala a fin de complicar las investigaciones, sin embargo desde esta semana las diferentes corporaciones policiacas que operan en la entidad ya pusieron en marcha un operativo para inhibir esa ilícita actividad o lograr detener a los responsables.

 

Ojalá ese operativo arroje resultados porque para Tlaxcala y sus habitantes resulta muy negativo las noticias de cuerpos encobijados o abandonados y con signos de haber recibido un impacto de bala.

 

En un tiempo diremos si la llegada de militares fue la solución para mejorar la seguridad o si su llegada no sirvió de nada.

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