Conforme pasan los días y las semanas, la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, está demostrando cómo se pueden mover los hilos del poder sin embestir o generar confrontaciones estériles que le provoquen un desgaste innecesario.

 

 

Si bien desde que asumió el poder en septiembre del año pasado se dio a la tarea de buscar el control del Congreso del Estado y después del Tribunal Superior de Justicia del Estado con la designación de las primeras magistradas lorenistas como Fanny Margarita Amador Montes y las interinas Anel Bañuelos Meneses y Marisol Barba Pérez, ayer concretó dos movimientos que en unas semanas más le garantizarán el manejo absoluto del Poder Judicial.

 

Primero logró que Marisol Barba fuera nombrada ayer por los diputados locales como magistrada propietaria del Tribunal Superior de Justicia del Estado por un periodo de 6 años, para después conseguir que los legisladores rechazaran ratificar en el cargo al magistrado Héctor Maldonado Bonilla por mostrar ineficiencia y falta de profesionalismo durante su desempeño como integrante del Poder Judicial de Tlaxcala, apreciación que no fue compartida por el diputado del PRD, Juan Manuel Cambrón Soria, quien consideró que el mencionado dictamen carecía de sustento legal.

 

De los siete magistrados que actualmente conforman el Pleno del TSJE, tres son incondicionales a la mandataria tlaxcalteca (Fanny Margarita Amador Montes, Marisol Barba Pérez y Anel Bañuelos Meneses). A ellas se suma el jurista Fernando Bernal Salazar que ha demostrado ser institucional y disciplinado.

 

Con un pasado priista y marianista está Héctor Maldonado que tendrá que dejar su cargo en los próximos días. Con los mismos antecedentes aparece la actual presidenta del Poder Judicial, Mary Cruz Cortés Ornelas, quien a finales de este año será sometida a una evaluación por parte de los diputados locales a fin de determinar si será o no ratificada como magistrada.

 

El último magistrado es el priista y menista Pedro Sánchez Ortega, quien logró ese cargo sin tener méritos y trayectoria. A su favor jugó la suerte, ya que se coló a la nómina dorada del TSJE gracias a que fue incluido en la terna enviada por el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez a propuesta del ex secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro y del ex procurador de Justicia, José Antonio Aquiahuatl Sánchez.

 

Otra pieza clave en el control lorenista del Tribunal Superior de Justicia del Estado es Rey David González González como integrante del Consejo de la Judicatura, pues prácticamente el representante del Poder Ejecutivo en esa instancia decide e influye de manera determinante en todos los asuntos relacionados con la administración de los recursos públicos del Poder Judicial.

 

Lorena Cuéllar siempre se ha mostrado respetuosa y tolerante con funcionarios y políticos ajenos a su grupo, pero es obvio que tan luego tiene la oportunidad para hacer cambios la aprovecha y utiliza su influencia para colocar a personas de su confianza sin caer en un exceso de poder o en una rudeza innecesaria.

 

Héctor Maldonado fue un cercano colaborador del hacendado ex gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, hecho que sin lugar a dudas influyó para que no fuera ratificado en el cargo. Es probable que ese abogado poblano decida recurrir a la justicia federal para tratar de apelar la decisión del Congreso del Estado y mientras lo hace muy seguramente tendrá que aclarar algunas inconsistencias financieras que se han empezado a encontrar durante su gestión como presidente del Poder Judicial de Tlaxcala.

 

Los tlaxcaltecas estamos acostumbrados a los litigios que emprenden los magistrados para mantenerse en el cargo. Desde hace años se mantienen esos pleitos legales, de ahí que no sería raro que Héctor Maldonado inicie un nuevo asunto que seguramente se resolverá definitivamente en los siguientes años, tal y como está pasando con el caso del jurista Mario Antonio de Jesús Jiménez Martínez.

 

La gobernadora Cuéllar poco a poco impone su estilo de ejercer el poder en Tlaxcala. Su forma puede gustar o no, sin embargo lo que es una realidad es que nada se mueve sin que pase por su autorización.

 

Aunque aún hay quien no lo ve o que no lo entiende, pero en los hechos hoy Lorena Cuéllar está convertida en una gobernadora con fuerza y control que goza del respaldo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, situación que la coloca en una posición envidiable que muy pocos mandatarios de Tlaxcala han conseguido a la hora de ejercer el poder en Tlaxcala.

 

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