Si hay un área del gobierno estatal donde los conflictos no han dejado de surgir, es la Secretaría de Educación Pública en manos de Homero Meneses Hernández, quien pese a ser docente y considerarse un intelectual, no ha podido lidiar con el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que cada que puede muestra su rechazo y desprecio a ese funcionario estatal.

 

Desde que llegó la nueva administración y Homero Meneses asumió el control de la SEP, empezaron los conflictos porque los maestros perdieron más posiciones de control en esa dependencia y porque comprobaron que no recuperarán sus bonos y privilegios que habían dejado de recibir desde el gobierno priista de Marco Antonio Mena Rodríguez.

 

Enfundado en su traje de soberbia y arrogancia, muy similar al que usaba el ex secretario de la SEP, el cuasi poeta Manuel Camacho Higareda, el nuevo titular de esa dependencia intentó poner en su gestión el sello de la Carta Transformación, situación que lo ha llevado a tener una permanente confrontación que al paso de siete meses lo ha desgastado y debilitado.

 

Hoy hay un secretario de Educación rebasado y que los maestros ignoran y rechazan, pues ante cualquier pretexto que se obtiene para generar un conflicto, éste se aprovecha y se usa para dejar en claro que Homero Meneses dejó de ser un interlocutor válido con el SNTE, al igual que la Secretaría de Gobierno encabezada por Sergio González Hernández.

 

Hace unos días los miembros del SNTE que están adscritos a las oficinas centrales de la SEP llevaron a cabo una protesta y un paro de labores de la mano de su dirigente sindical, Wendolyn Amaro Ramírez, para exigir varias demandas y mostrar su abierto repudio a Meneses Hernández.

 

El SNTE terminó doblegando a la SEP y al gobierno estatal que cedió a todas las demandas y caprichos de los sindicalizados, al grado que ocultaron los acuerdos a los que llegaron para terminar con la protesta. Entre los logros se puede presumir que se reinstaló a Mariana Meneses, una trabajadora a la que se le documentó perfectamente sus faltas, de ahí que hasta su representante sindical había firmado su despido por estar debidamente justificado.

 

Vaya, fue tan grande la victoria del SNTE que el gobierno terminó por olvidarse de las acusaciones de corrupción que se habían emitido y documentado contra Wendolyn Amaro.

 

El jueves de la semana pasada, el desgastado Homero Meneses sostuvo una reunión con los maestros de Educación Física, a quienes planteó la posibilidad de desaparecer la Dirección que atiende a su sector para convertirla en una Jefatura de Departamento y así aprovechar mejor el cargo directivo para generar un área que se hiciera responsable del proceso de evaluación y asignación de las nuevas plazas generadas a través de concursos.

 

Obviamente la propuesta de inmediato fue rechazada y los maestros de educación física tuvieron el pretexto ideal para iniciar una protesta y lanzar mentadas contra Homero Meneses que según ellos los estaba minimizando.

 

Esos maestros alentados y asesorados por Wendolyn Amaro, principal detractora del secretario de Educación tlaxcalteca, iniciaron un movimiento que ayer mostró músculo y hoy nuevamente lo harán con una manifestación a fin de exigir un diálogo directo con la gobernadora Lorena Cuéllar.

 

A los maestros de educación física sencillamente no les interesa hablar con Homero Meneses y ayer dejaron claro que tampoco establecerán pláticas con el torpe y mediocre Director de Gobernación, Mario Cervantes Hernández, porque no resuelve nada y su capacidad de decisión en los conflictos es nula.

 

Y por si lo anterior no fuera suficiente, Homero Meneses también debe lidiar con el conflicto de los seis Centros de Atención Infantil (CAI) antes conocidos como Centros de Desarrollo Infantil (Cendi), luego que la encargada de esas áreas, la ex diputada local Luz Guadalupe Mata Lara, se opuso a que en el próximo ciclo lectivo esos espacios siga atendiendo a niños de preescolar.

 

Se dice que los Centros de Atención Infantil deberían atender a niños de 45 días de nacidos hasta casi los tres años, de ahí que el preescolar lo tendrían que cursar en otra institución educativa, sin embargo como los maestros y las maestras tlaxcaltecas aprovechan que esas instancias funcionan como guarderías donde sus hijos reciben atención, alimentación y cuidados sin pagar un peso, quieren que sigan recibiendo a infantes de preescolar.

 

Inicialmente Homero Meneses había avalado a su subordinada Luz Guadalupe Mata, pero al ver que eso le implicaría un nuevo conflicto optó por recular e iniciar las gestiones ante la SEP federal para mantener la actual operación de los Centros de Atención Infantil, es decir, apapachando a los maestros tlaxcaltecas para que cuenten con servicio gratuito de guarderías VIP, porque es el gobierno el que financia al 100 por ciento su funcionamiento.

 

Homero Meneses se conduce con mucha soberbia y una actitud explosiva y provocativa que lo ha llevado a ser rechazado por el SNTE. Su desgaste ha sido constante y su gestión es mal vista, incluso se le considera como el peor secretario de Educación de los últimos años, lo cual resulta grave porque hay quienes consideran que el priista y causi poeta Manuel Camacho realizaba un mejor trabajo que su actual clon morenista.

 

Con un secretario de Educación así, para qué quiere enemigos la actual gobernadora. O no

 

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