El tiempo sin lugar a dudas ha sido el mejor aliado para descubrir que el presidente municipal de Tlaxcala, el morenista Jorge Corichi Fragoso, no es el político bragado que dice ser, ni el administrador honesto que se ha cansado de presumir, porque conforme pasan los días se comprueba que es un tipejo castrado que gobierna bajo las enaguas del michoacano panista Miguel Ángel Chávez Zavala y con la total opacidad financiera que ha creado su segundo espada, el ex tesorero Efrén Ordóñez Mendoza.
Ante la mala administración y poca seriedad del alcalde capitalino, los cerca de 250 trabajadores afiliados al Sindicato “7 de Mayo” decidieron llevar a cabo un paro activo para exigir el pago de prestaciones establecidas en el contrato colectivo, mismas que venían siendo cubiertas en su mayoría por anteriores gobiernos municipales.
Incluso, se sabe que los recursos para cubrir esos adeudos estaban etiquetados en el presupuesto de egresos del año pasado, sin embargo al parecer los fondos desaparecieron debido a que Jorge Corichi y Efrén Ordóñez decidieron establecer un gasto discrecional que no sólo provocó que el déficit aumentara sustancialmente, sino que los sindicalizados decidieron poner un alto a los abusos, excesos y desplantes del alcalde morenista.
Los trabajadores que realizaron el paro exigían el pago del bono de fin de año, así como el correspondiente al cierre de gestión, la entrega de becas y útiles escolares. También solicitaban que fueran cubiertos los gastos médicos, las cuotas sindicales y los fondos de vivienda y de ahorro.
Los adeudos por jubilaciones y pensiones siguen creciendo al igual que el fondo de retiro. Se habla de cantidades millonarias que superarían los 20 millones de pesos.
Hace unos meses la dirigencia del Sindicato “7 de Mayo” en manos de Edgar Tlapale Ramírez puso a prueba la seriedad y la palabra del castrado alcalde de Tlaxcala, Jorge Corichi, con un paro en la Comisión de Agua Potable del Municipio de Tlaxcala que terminó en un acuerdo que el torpe morenista no ha cumplido y que por su culpa la deuda se ha triplicado.
La Capam debía a los sindicalizados 2 millones de pesos, razón por la cual las nuevas autoridades firmaron un convenio para cubrir esos pendientes, documento en donde se establecieron penalizaciones en caso de que no se llegara a cumplir con lo acordado, situación que pasó y hoy ese organismo no sólo mantiene como déficit la cantidad original, sino que por incumplimiento de pago ya acumuló 6 millones de pesos más.
Ayer quedó demostrado que la legión foránea que acompaña a Jorge Corichi está saqueando las arcas del ayuntamiento capitalino. En la primera ronda de negociaciones con los sindicalizados, el verdadero alcalde de Tlaxcala, el michoacano y primer espada Miguel Ángel Chávez, junto con el ex tesorero Efrén Ordóñez, intentaron apaciguar las protestas y el malestar de los trabajadores, pero no pudieron porque sus ridículos argumentos para no pagar las prestaciones carecían de veracidad y seriedad.
No tenemos dinero en las cuentas, argumentaban los ingenuos asesores de Corichi, por lo que los sindicalizados les exigieron los estados de cuenta del ayuntamiento a fin de comprobar sus dichos, información que obviamente fue negada porque “es confidencial”.
Como se sabe, Efrén Ordóñez fue echado de las negociaciones, pues fue el primer tesorero de Jorge Corichi y a él se le atribuyen los malos manejos financieros que prevalecen en la actual administración. Pese a que no se pudo mantener en el cargo por no cumplir con los requisitos que marca la ley, en realidad sigue manejando los fondos del ayuntamiento y para eso utiliza como títere a Yolanda Cervantes Zamora, amiga incondicional del ex procurador de Justicia, Eduardo Medel Quiroz.
Miguel Ángel Chávez, disfrazado de mandadero y mayordomo, hablaba y negociaba con los sindicalizados y corría a la oficina del castrado Jorge Corichi que estaba encerrado para no dar la cara. Tan luego entraba el verdadero macho alfa al despacho principal del ayuntamiento, el edil morenista se acercaba a las enaguas de su “asesor” para lamentarse y quejarse de los empleados que no entendían que estaban maltratando, según él, a uno de los mejores presidentes municipales del país.
Chávez no perdía la oportunidad para consolar a su dizque jefe para después volver a salir a negociar. La escena se repitió varias ocasiones hasta que por fin se llegó un acuerdo del que no se precisó en qué consistió, porque las partes sólo se limitaron a tomarse una foto e informar que el pago de las prestaciones pendientes será escalonado.
Jorge Corichi es una decepción. Según él llegó para terminar con la corrupción, desaparecer a los aviadores y sanear las finanzas del ayuntamiento, pero pasan los meses y no se observa ningún cambio y menos alguna mejoría.
Si la actual administración ha logrado ahorros no se sabe en qué se han gastado o invertido, si se logró bajar el gasto corriente y la nómina en los últimos meses, entonces por qué el presidente municipal de Tlaxcala se niega a pagar las prestaciones a los trabajadores sindicalizados, mismas que están establecidas en un contrato colectivo.
Si la ciudad está abandonada y no se ve ninguna obra, entonces en qué se está gastando el presupuesto del ayuntamiento capitalino.
El gobierno de Jorge Corichi es una brutal decepción, de la cual la gran mayoría de los capitalinos ya se lamenta y se queja.
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