La pantomima montada por algunos priistas tlaxcaltecas para vender la burda idea de que se empezó a construir la unidad entre los diferentes grupos del ex partidazo para tratar de revivir al moribundo PRI duró muy poco, porque el viernes que se reunieron algunos liderazgos se comprobó que no hay condiciones para armonizar a la militancia ni el liderazgo que sea capaz llevar a cabo ese proceso.
La delegada del CEN del PRI en Tlaxcala, Yolanda Eugenia González Hernández, pudo percibir durante la reunión de liderazgos que se efectuó el pasado viernes en un restaurante ubicado frente a las instalaciones del ex partidazo que no hay condiciones para la unidad y que los reclamos por la desatención de la dirigencia nacional encabezada por Alejandro Morena Cárdenas están vigentes.
Entre los asistentes anote usted al menista Roberto Lima Morales, Ernesto García Sarmiento “El gavilán”, José Luis Ramírez Conde, Fermín Sánchez Varela, Ariel Lima Pineda y Víctor Estrada Guevara.
Los que habían confirmado y no llegaron fueron Blanca Águila Lima y la ex candidata del PRI a la gubernatura, Anabell Ávalos Zempoalteca. También fue evidente la ausencia del hacendado ex gobernador Mariano González Zarur y sus lacayos como Ricardo García Portilla y Ubaldo Velasco Hernández.
Dicen que la mayoría de los que estuvieron presentes tomó la palabra para reprochar la indiferencia de la dirigencia estatal y nacional, pues consideraron que esa reunión se debió realizar a casi nueve meses después de que el PRI sufrió una dolorosa derrota electoral al perder el gobierno del estado, un número importante de ayuntamientos y sólo ganar uno de los 15 distritos locales.
Hubo voces que pidieron desahogar y terminar el proceso de expulsión que varios ex candidatos promovieron contra la ex dirigente Blanca Águila y actual diputada local y coordinadora de la fracción parlamentaria del tricolor en el Congreso del Estado.
También no faltaron los reclamos por la tibieza que ha mostrado tanto la dirigencia nacional como la estatal contra de ex liderazgos que abiertamente han mostrado que traicionaron al PRI como Noé Rodríguez Roldán y Arnulfo Arévalo Lara.
La mayoría de los ex presidentes del ex partidazo lamentó que el proceso de desmantelamiento y desbandada de liderazgos se mantenga vigente, porque no existe ninguna operación real y auténtica para lograr la unidad y para convertir al PRI en una oposición real a Morena y al gobierno estatal que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros.
La delegada del CEN del PRI en Tlaxcala, Yolanda Eugenia González Hernández, al final se quedó callada tras reconocer que carece de autoridad y liderazgo ante los grupos priistas que ya no la escuchan y menos obedecen.
El líder provisional del PRI en Tlaxcala, Oscar Amador Xochiteotzin, es una caricatura que está en espera de que la dirigencia nacional imponga en los próximos días a los nuevos líderes del partido en Tlaxcala, proceso que podría comenzar en los próximos días y cuyos dados están cargados para beneficiar al torpe e incapaz Marianito González Aguirre que, teniendo información privilegiada, se empezó a mover con antelación.
La foto donde aparece el trácala diputado federal y ex legislador local al lado de la ex candidata al gobierno de Tlaxcala, Anabell Ávalos y la líder sindical de la Sesa y también diputada, Blanca Águila, fue una pantomima que pretendió mostrar una unidad que no existe en el partido que aunque no se quiera reconocer está moribundo .
Salvo que los grupos priistas locales se rebelen y se pongan cabrones e impertinentes para impedir la imposición de Marianito González, se da como un hecho que el hijo del ex gobernador asumirá la dirigencia del ex partidazo, posición que seguramente aprovechará para obtener beneficios personales como siempre ha sido cuando logra un puesto de poder.
La operación “becerro” o hagamos líder al más wey de los priistas en Tlaxcala está en marcha.
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