Nada más faltaba que el régimen de terror vigente en Apizaco, echara el guante a un reportero, con lo cual colapsó la represa de corrupción, violencia, extorsión y cuanto negocio ilícito quiera usted imaginar en este, el municipio de los bussines en efe…
El encarcelamiento del periodista Pedro Morales González, cuando tomaba imágenes en una de las mansiones del alcalde, Alex Ortiz Zamora, fue la gota que derramó, no un vaso sino toda una represa de corrupción, combinada con un velado clima de terror, a través –por cierto- de un eficiente aparato de inteligencia.
1.- Ganaban todos, desde los policías rasos, hasta los jefes (el director, el sedicente compadre del gober y presumiblemente el alcalde, verdad) con las detenciones arbitrarias de cuanto trasnochador se pudiese, bajo un sistema infalible: teiboldances, prostíbulos y otra suerte de antros, abiertos a deshoras, vigilados con mucha atención por patrulleros macana en mano, prestos a repartir chingadazos, con el propósito de intimidar a sus víctimas.
Por esa causa, los ingresos serían brutales y, decenas de avergonzados entambados, están dispuestos a atestiguarlos, nada más que sin mencionar sus nombres, no vaya a ser que sus esposas les acaben de propinar la madrina por la que, les sacaron la quincena entera o, todo lo que en sus bolsas trajeran, y hasta con el riesgo de que les sembrasen mota, armas, o algo por el estilo.
2.- En el análisis de la cuenta pública de este particular municipio cobró notoriedad una serie de obras por más o menos trece millones de pesos. Lo chistoso es que dichas obras nunca se realizaron. Pero como en Apizaco, los regidores (no todos, eh…) lo mismo portan garras que, colmillos, entonces el asunto devino en una gran pachanga donde todos acabaron encuerados (metafóricamente), mostrando el cobre del que están hechos y lanzando acusaciones mutuas.
Así, bajo esta dinámica, un día como tantos que vivimos en Tlaxcala, el médico alcalde, asaltó por enésima ocasión el palacio municipal, y de él se posesionó, como nada más lo hemos visto en películas de la talla de “La ley de Herodes”.
3.- Los excesos retornaron al ayuntamiento de los negocios “en efectivo, cash, en marmaja”. Y siendo elevadísimo el riesgo de colapso debido a una multiplicidad de causas, zaz, los municipales echaron el guante a uno de los periodistas con más años en el oficio, Pedro Morales, cuando realizaba su labor, en una de las mansiones del nuevo rico de Apizaco.
No, pues con semejante error, uno a uno comenzaron a aflorar las porquerías que, a nombre de la autoridad se elevan al rango de decreto de petatiux, bajo la vista gorda de los regidores (no todos) y demás servidores públicos que, de veras, aquí les llovió en su milpita.
4.- Y también tenía que llegar el día en que la violencia desbordara a una sociedad, a un triz de estallar. Las huestes alcaldistas, se fueron encima de los vendedores ambulantes y, a la voz de “Viva la ley de la macana”, maltrataron, robaron e, intimidaron hasta que se agotaron.
Tras esta maniobra sobrevino un, “conveniente manejo de la crisis” y todo empeoró.
Mire usted, no es el PAN. Ese partido, siendo objetivos ya es un cero a la izquierda.
Es una dolorosa subcultura de fregar al ciudadano. Es el colectivo de corrupción multipartidista que ha de cobrar notoriedad en el entorno global porque, se lo juro, este desorden espanta a los mismos talibanes.
Se adelanta el sexenio del culto a la persona
Podrá ser eficiente o no, el gobierno entrante. Pero en lo que nadie le va a ganar es en las loas al supremo, al hermoso, al señor gobernador.
Y vea si no hay razones para sostener lo anterior: apenitas la semana pasada viose en los jardines del palacio marianista a un peculiar artista del diseño (de casas y jardines). A varios sorprendió atestiguar como descendía de una camioneta BMW color azul y de su cajuela sustraía hermosas plantas, cuyo destino era ser sembradas en alguno de los prados, pero prados (no ching…).
Usted sabe lo mal pensadas que son las gentes. Unas se decían, ay, qué no será Joaquín… pero otras les respondían, no seas buey, cómo crees. Resultó que los primeros tenían razón, se trataba del mismísimo Cisneros, que de ex candidato y ex senador, se convirtió en cuidador de los jardines del señor gobernador.
Lo que es ser riata… con el cabecilla del orticismo, el ex candidato a la mano, se esmeró diseñando y vendiendo casas y terrenos; o sea, hizo negocio. Y ora con el mero machín del zarurismo, anda en las mismas… digo, comienza sembrando unas plantitas y, quien quita verdad, al rato está despachando en alguna de las oficinas del gobierno a partir de enero.
Los demonios andan sueltos
Esta frase célebre de Salinas queda ad hoc al ambiente desatado por la ex candidata del aiga sido. De la inocente pseudo política que se despojaba de las chanclas frente al respetable en uno de sus cierres de campaña, se volvió ofensiva, desafiante, vengativa. También un poco ingenua porque oiga usted… eso de andar colocando al esposo en la delegación de Oportunidades, nada más se le puede ocurrir a ella.
El terror es vigente. Y contribuye el alcalde de Apizaco, Alex Ortiz, exhibiéndose como un cuate dispuesto a ir a pagar con cárcel, si es preciso, el abuso que detenta una vez que retomó las riendas del ayuntamiento.
Ni qué decir de la extorsión telefónica y, la extorsión de las patrullitas ecológicas y las desapariciones de las que poco se habla porque, existe la encomienda de sostenernos, por lo menos en el terreno mediático, como la entidad más segura de la nación.
Ajá…
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