Hoy estará en Huamantla el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien no sólo aprovechará su estancia en ese municipio del oriente del estado para supervisar los programas sociales de bienestar de su administración, sino para quizá darle el adiós al actual gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez, quien seguramente estará muy pendiente del mensaje y las señales del tabasqueño.

 

 

Si bien el mandatario estatal tuvo la tentación de inmiscuirse en los pasados comicios y apoyar la coalición conformada por el PRI, PAN y el PRD que buscaban retener la gubernatura de Tlaxcala, Marco Mena corrigió a tiempo su decisión y terminó por hacerse a un lado del proceso junto con la estructura que comandaba, lo que al final permitió que los tlaxcaltecas eligieran libremente a sus futuras autoridades.

 

Lorena Cuéllar, la candidata de López Obrador, ganó el pasado 6 de junio la gubernatura con una votación histórica superior a los 305 mil votos, ubicándola como la aspirante mujer a un cargo de elección popular con más sufragios contabilizados no sólo en Tlaxcala, sino a nivel nacional.

 

Lo anterior ha sido reconocido por el presidente de México, quien siempre que ha sostenido reuniones con los gobernadores electos de Morena ha aprovechado la ocasión para mostrar su afecto y dejar bien claro que Lorena Cuéllar tiene una posición privilegiada.

 

Marco Mena puede presumir que es de los gobernadores priistas que quizá tenga una mejor relación con López Obrador. Nunca generó problemas y procuró tener una relación de colaboración y respeto con el gobierno federal. No carga un estigma de corrupto y según diferentes estudios de opinión se ubica entre los mandatarios estatales mejor evaluados por parte de los ciudadanos y las ciudadanas.

 

AMLO estará en Huamantla y será la última gira en que lo acompañará el aún gobernador Marco Mena, quien estará en espera del probable espaldarazo del presidente del país para irse tranquilo sin la zozobra de que pudiera ser investigado o perseguido por la futura mandataria tlaxcalteca Lorena Cuéllar.

 

A los priistas les restan 38 días de poder en la entidad. Fue el 2011 cuando recuperaron la gubernatura de Tlaxcala con el rancio hacendado Mariano González Zarur, quien pudo heredar, tras unas cuestionadas elecciones celebradas en el 2016, la administración estatal para asegurar la continuidad del partidazo con Marco Mena, quien el próximo mes entregará la batuta a Lorena Cuéllar que se convertirá en la segunda mujer en gobernar al estado, porque la primera fue la priista Beatriz Paredes Rangel.

 

La despedida oficial del mandatario Mena Rodríguez comenzará este día.

 

Los priistas seguramente no lo despedirán en los mejores términos, pues se sienten traicionados y abandonados.

 

Los actuales funcionarios estatales tampoco están muy contentos con el gobernador, sobre todo cuando en los últimos días han recibido el mensaje de que ellos tendrán que enfrentar las posibles observaciones e inconsistencias que se encuentren durante la entrega recepción que oficialmente arrancará el próximo lunes 2 de agosto y más cuando a algunos ya se les ha empezado a pedir la renuncia a sus puestos.

 

El menismo que pudo disfrutar el poder por cuatro años y ocho meses está extinguiéndose y en unos días más sólo será un recuerdo, porque difícilmente tendrá la fuerza y la presencia para tratar de quedarse con el control del PRI en Tlaxcala, partido que está en manos del limitado y torpe Noé Rodríguez Roldán que no sólo busca desmarcarse de Maro Mena, sino evitar que los marianistas lo despojen de ese maltrecho partido.

 

Hoy lo nuevo es el lorenismo.

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