La torpeza de las autoridades electorales para dar certeza a los ciudadanos sobre los resultados de las elecciones del pasado 6 de junio y la descarada omisión de la Secretaría de Gobierno en manos del torpe José Aarón Pérez Carro han complicado el conflicto en Xicohtzinco, donde los partidos políticos han sido rebasados por los habitantes y la Iglesia católica decidió intervenir descaradamente para respaldar al PRD.

 

 

Un asunto electoral ya se politizó al grado que los ciudadanos y las ciudadanas no sólo están buscando que la elección para presidente municipal se anule, sino que ahora quieren que el aún alcalde perredista José Isabel Badillo Jaramillo sea removido y en su lugar se designe a un Concejo Municipal que se encargue de auditar la presente administración.

 

Su intención y objetivo, es documentar los presuntos desvíos millonarios de recursos públicos que se llevaron a cabo para apuntalar la campaña del PRD y al candidato ganador de la contienda Luis Ángel Barroso Ramírez.

 

Aunque existía la percepción de que Morena y otros partidos inconformes estaban detrás del movimiento de protesta que se registra en Xicohtzinco desde la noche del 6 de junio, la realidad es que los habitantes están fastidiados de las últimas autoridades municipales que sólo han visto por su beneficio y se han olvidado del desarrollo de la población.

 

Ayer, en una reunión que sostuvieron las partes en conflicto con las negligentes autoridades de la Secretaría de Gobierno, se supo que los ciudadanos iniciaron el procedimiento que marca la ley para remover a José Isabel Badillo y lograr la designación de un Concejo Municipal, para lo cual entregaron más de cinco mil firmas de habitantes de ese municipio que respaldan la petición, cantidad que representa más del 50 por ciento del padrón electoral de Xicohtzinco.

 

Si en la Secretaría de Gobierno despacha un erudito en Derecho, entonces revisen la ley y comprueben si los ciudadanos estamos fundamentando o no nuestra petición y demanda, porque es obvio que esa dependencia estatal ha sido omisa, negligente y hasta tolerante porque incluso ha permitido y aceptado la ilegal intervención de la Iglesia católica, situación que ha enrarecido el ambiente político, explicaron algunos representantes del movimiento a los ineficientes funcionarios estatales.

 

El conflicto es más grave y complicado de lo que se imaginan las autoridades estatales. El fantasma de la violencia ya ronda el lugar y podría hacerse presente en cualquier momento, sobre todo si el rupestre sacerdote Pedro Ruiz sigue utilizando su posición para defender al edil y al PRD.

 

Hace unos días empleó la Iglesia para “celebrar” el triunfo de los perredistas Luis Ángel Barroso y José Isabel Badillo, lo cual generó una enorme molestia entre los habitantes al grado que esos políticos y sus familias tuvieron que abandonar el templo por una puerta trasera a fin de no ser agredidos.

 

Y lo que es peor, es que al oficiar una reciente misa en la Capilla de la Zanja del Valor, Pedro Ruiz, se descaró y perdió la cordura, porque no sólo amenazó con correr a los feligreses que apoyan el movimiento social y utilizan los mítines frente a la alcaldía para lanzar consignas contra las actuales autoridades municipales y el edil electo, sino que aseguró que él puede decir sus verdades a muchos de los que están ahí y en qué pasos andan metidos.

 

Si andan allá, no los quiere ver aquí porque los voy a correr. Cómo vienen a rezar y después se van a maldecir, se escucha que dice padre en un video que circula en redes sociales.

 

 

De acuerdo con ese material audiovisual, se puede ver y escuchar como el representante de la Iglesia católica se queja del chismorreo que existe en Xicohtzinco y como dice que algunos de los inconformes tienen una dudosa moral porque tienen amantes y otros asuntos nada buenos, de ahí que no es justo que hablen de otros cuando tienen una viga en el ojo.

 

En Xicohtzinco se está llevando a cabo un novenario a fin de celebrar el primero de julio la festividad religiosa “La preciosa sangre de Cristo”. El clima con que se está realizando no es el mejor y en gran medida por la abierta intervención que ha tenido el sacerdote Pedro Ruiz en el conflicto, de ahí que urge que el secretario de Gobierno, José Aarón Pérez, deje de tirar rostro y se ponga a atender el conflicto antes de que se registre un enfrentamiento y se complique aún más ese problema político y social.

 

Desde el pasado 8 de junio los habitantes mantienen un plantón sobre la carretera federal de Puebla –Tlaxcala que pasa por el municipio. No permiten la circulación vehicular ni la apertura del ayuntamiento, pues aseguran que permanecerán en el lugar el tiempo que sea necesario hasta lograr sus objetivos.

 

Si bien el conflicto inició por una disputa electoral que fue alentada por el pésimo trabajo del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, hoy el caso está más enrarecido y politizado, situación que obligará al gobierno del estado a aplicarse y meterle talento para solucionarlo antes de que se presenten hechos lamentables.

 

De entrada, debería hacer algo para taparle la boca a ese bravucón sacerdote que ya demostró que no es un digno representante de la Iglesia porque sencillamente no es confiable y tiene serios problemas para conectar su cerebro con su lengua.

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