La soberbia priista combinada con la estupidez que suele acompañar a sus dirigentes podría derivar que algunos funcionarios y alcaldes enfrenten la justicia al alentar y cometer delitos electorales, pues piensan que sigue siendo una vacilada la advertencia de que en Tlaxcala no se permitirán esas conductas ilegales para conseguir votos.

 

Los morenistas vienen documentando una serie de presuntas irregularidades que pronto llegarán a la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales y a la Procuraduría General de Justicia en el Estado, instancias que tendrán los elementos necesarios para abrir y seguir varias investigaciones que podrían terminar con algunas detenciones.

 

El secretario de Salud, René Lima Morales, insiste en permitir que al personal de ese sector se le presione para apoyar a la candidata priista de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos Zempoalteca, a través del director del Hospital General de Tlaxcala, Mario Indalecio Hernández Ramírez.

 

A los trabajadores se les obliga a llenar formatos y garantizar el voto de por lo menos 10 personas más, lo cual está documentado con fotografías, audios y videos que pronto formarán parte de una denuncia.

 

Pero no crea que es el único caso, la incapaz alcaldesa interina de Tlaxcala, Mildred Rubí Vergara Zavala, ha cometido varios errores que denotan su inexperiencia y su enorme torpeza para dizque dirigir el ayuntamiento capitalino que en verdad controla el secretario del ayuntamiento, Víctor Hugo Gutiérrez Morales.

 

Los propios trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (CAPAM) fueron los que públicamente hicieron público un rumor que se venía escuchando desde hace meses y que tiene que ver con la quiebra financiera del ayuntamiento capitalino, debido a que los recursos públicos se han utilizado para financiar las actividades proselitistas de la alianza que conformaron el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS rumbo a los comicios del 6 de junio.

 

Aunque usted no me crea, le puedo contar que hay trabajadores encabronados por los excesos y desvíos de recursos del erario, al grado que han aportado la lista de los aviadores y los prestanombres que existen para que operadores de esa coalición electoral reciban un sueldo del ayuntamiento capitalino.

 

También han entregado la información que documentaría la retención de impuestos que no han sido cubiertos al Servicio de Administración Tributaria y tendrían evidencias de pagos a factureras, es decir, empresas que emiten facturas falsas para simular operaciones contables cuando en realidad no se realizó el trabajo que se liquidó y se contrató.

 

La bisoña Mildred Rubí Vergara tendrá muchas cosas que explicar y su deseo de ser, al menos en el papel, la presidenta municipal de Tlaxcala, le podría resultar muy caro porque en muy poco tiempo tendrá que explicar y justificar muchas irregularidades financieras y administrativas.

 

Dicen que la alcaldesa capitalina que se siente “Barbie” región cuatro, heredó la ambición y las malas mañas de su marrullero papá, Victorino Vergara Castillo, quien se desempeña actualmente como director general del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala, donde lleva a cabo una serie de transas que pronto se las daremos a conocer.

 

Pero no crea que los priistas serán los únicos que la pasarán mal en estos días, porque pronto podrían revivirse expedientes y casos que involucrarían a panistas como Filemón Acoltzi Nava, quien está en campaña como candidato de ese partido a la diputación local por el distrito 8.

 

El ex alcalde de Contla de Juan Cuamatzi aún tiene varios pendientes que le podrían implicar serios problemas, empezando por el expediente U.I Tlax T2/357/2017 por más de 5 millones de pesos que presuntamente malversó en ese ayuntamiento.

 

Otro panista que estaría por enfrentar un escándalo por abuso a jovencitas es Pablo Badillo Sánchez, candidato a la presidencia municipal de Apizaco. Ayer ese político trató de frenar el espinoso tema al dar a conocer que ya presentó una denuncia por difamación, sin embargo es obvio que lo asesoraron mal porque ese delito ya no está penalizado en el código penal, sino que ahora es un asunto que resuelve por la vía civil.

 

Finalmente, le cuento que Diana Torrejón Rodríguez, la candidata de la coalición “Unidos por Tlaxcala” a la diputación local por el distrito 2 con cabecera en Tlaxco, también anda desesperada porque su campaña va en caída al igual que sus simpatías, lo que prácticamente la está dejando sin posibilidad de llegar al Congreso del Estado.

 

Aunque quiere venderse como una priista honesta y responsable, en los hechos nadie le cree porque todos saben que como regidora en el actual ayuntamiento de ese pueblo mágico exigió beneficios económicos y que en los dos primeros años de la administración cobró sin trabajar porque se iba a Puebla a concluir sus estudios de licenciada.

 

Su desesperación la ha llevado a emprender una tonta guerra contra su principal contrincante por la diputación local y ex compañera de partido, Gardenia Hernández Rodríguez, quien hoy como candidata de Morena al Congreso del Estado podría derrotarla y evidenciar que Diana Torrejón pertenece a un grupo político que ya no tiene fuerza en esa región del estado.

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