En público y en privado el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, ha sido avisado de las denuncias abiertas en su contra por su presunta intervención en los comicios, por lo que sabe perfectamente de qué se le acusada y quiénes están señalados en esas carpetas de investigación que seguirán su curso.

 

El primer mensaje lo recibió en febrero de este año por parte de la candidata de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, Lorena Cuéllar Cisneros, pero al parecer éste fue ignorado y minimizado, después fue Armando Contreras Castillo, comisionado nacional en la Cuarta Circunscripción de Morena, quien en repetidas ocasiones se quejó de la descarada injerencia del mandatario priista.

 

La semana pasada hizo lo propio el ex gobernador de Zacatecas y actual senador Ricardo Monreal Ávila, quien destacó que los delitos electorales ya se sancionan con cárcel, de ahí que hizo un nuevo llamado a Marco Mena para no meter las manos en los comicios a favor de la candidata de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos Zempoalteca, que es respaldada por el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS.

 

Ayer un grupo de diputados federales de Morena que eran encabezados por el coordinador de los legisladores de ese partido, el poblano Ignacio Mier Velasco, involucró al gobernador de Tlaxcala en asuntos ilegales y reveló que se tienen documentados probables desvío de fondos, acción que ya fue denunciada ante la Fiscalía General de la República y ante la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el propósito de que se investiguen 86 operaciones sospechosas del gasto público estatal, pues se estima que 14 de ellas son consideradas de alto riesgo.

 

De manera privada, se sabe que el senador de Morena, el también poblano, Alejandro Armenta Mier, fue el encargado de entrevistarse con Marco Mena a fin de correr una cortesía más al gobernador, quien conocería más detalles de los expedientes abiertos que lo involucran a él, a su envalentonado hermano Fabricio Mena Rodríguez y a un grupo de funcionarios de su primer círculo de confianza.

 

Los mensajes han sido claros y sólo se espera que haya una respuesta positiva de Mena y su séquito de subordinados.

 

El gobernador Marco Mena ha guardado silencio y no ha respondido ningún señalamiento porque quizá sabe que fue descubierto o porque a lo mejor espera el mejor momento para defenderse y retar a Morena y al poder presidencial que ejerce Andrés Manuel López Obrador.

 

López Obrador y Morena tienen información certera que indicaría que Lorena Cuéllar tiene altísimas posibilidades de ganar la gubernatura de Tlaxcala el próximo 6 de junio, sin embargo no quieren que el proceso electoral se vea manchado con la operación ilegal que estaría pensando llevar a cabo el PRI y sus aliados como la compra de votos y el acarreo masivo de ciudadanos y ciudadanas.

 

Lorena Cuéllar sigue moviendo sus piezas en el tablero de la sucesión. Ya demostró que no sólo tienen el respaldo de López Obrador, sino de los senadores y de los diputados federales de Morena.

 

El bajo perfil que Marco Mena decidió asumir en el actual proceso electoral para mantenerse alejado del golpeteo político y las grillas no le funcionó, pues ya fue jalado a la guerra que existe por el poder en el estado y difícilmente saldrá bien librado.

 

Su soterrado apoyo a la coalición “Unidos por Tlaxcala” que ayudó a conformar con sus aliados de ocasión le podrían salir muy caro al aún mandatario, sobre todo si Morena y Lorena Cuéllar ganan los comicios, ya que deberá entregar el mando y la administración a una política que si bien no asumirá el poder con un deseo de venganza, no dudará en aplicar la ley si es que encuentra anomalías en el gobierno del estado.

 

Al tiempo.

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