Si la elección de la nueva dirigencia de la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se hubiera realizado en la fecha programada, quizá la rebelión alentada y alimentada por los ex líderes para tomar el control de ese gremio se hubiera concretado, pero la suspensión de ese procedimiento por la pandemia provocada por el Covid-19 ha cambiado el pronóstico y hoy se asegura que se impondrá la disciplina a través del candidato oficial.

El tiempo ha sido un factor que ha jugado en contra de los intereses de Cutberto Chávez de la Rosa, candidato de la planilla azul “Suma Magisterial”, la cual goza del respaldo de los ex dirigentes sindicales del SNTE encabezados por J. Carmen Corona Pérez, quienes pretenden mostrar músculo y llevar las contras no sólo a su actual líder estatal Demetrio Rivas Corona, sino al secretario general de esa poderosa organización nacional comandada por Alfonso Cepeda Salas.

Si el coronavirus no se hubiera registrado en marzo, tiempo en que las autoridades estatales y federales implementaron las medidas de aislamiento social y la sana distancia para evitar un mayor número de contagios, probablemente Cutberto Chávez ya estaría fungiendo como líder de la Sección 31 del SNTE porque su discreta, pero efectiva operación política estaba funcionando y penetrando entre los miembros de ese sindicato.

Con el paso de los días su estrategia fue descubierta y detectada por Demetrio Rivas que de inmediato se quejó de la rebeldía de ese grupo y de la traición de J. Carmen Corona. Fue entonces que infiltraron a ese grupo y empezaron a recabar detalles de su operación, situación que fue expuesta a Alfonso Cepeda que ordenó a la estructura nacional del SNTE intervenir para impedir que se perdiera la Sección 31.

Hoy en día la dirigencia nacional y local del sindicato magisterial llevan a cabo todas las acciones para asegurar el triunfo del candidato oficial de nombre José Arturo Morales Juárez, quien representa a la Planilla Blanca denominada “Lealtad”.

El factor que fue determinante para tratar de frenar la llegada de Cutberto Chávez y de los ex líderes sindicales de la Sección 31 a la dirigencia del gremio en Tlaxcala fue el hecho de que éstos maestros mantenían un abierto y descarado coqueteo con el PRI y otros partidos políticos con miras a las elecciones del 2021, cuando se sabe perfectamente que el SNTE ya pactó y ofreció su respaldo a Morena y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

El partido Nueva Alianza está en manos del insaciable Corona Pérez a través de su vapuleada hija Sandra Corona Padilla. Ambos buscan mantenerse al lado del PRI y mostrarse como fieles soldados de ese instituto político, lo cual para el SNTE ya no resulta provechoso porque hoy en día las simpatías electorales se inclinan hacia Morena.

El SNTE y los maestros son grandes aliados electorales en los comicios, pues nadie puede negar que representan una fuerza importante que resulta determinante para ganar elecciones.

La fecha para que se lleve a cabo la elección de la nueva dirigencia de la Sección 31 del SNTE aún no se conoce. Van dos veces que se cancelan ese procedimiento, sin embargo lo más seguro es que éste se realice en junio cuando se dé por terminada la cuarentena derivada de la pandemia de Covid-19.

En la elección se enfrentarán los rebeldes contra los disciplinados. Los primeros le apuestan al hartazgo que existe contra la sumisa y cuestionada gestión de Demetrio Rivas que dejó perder posiciones en la Secretaría de Educación y presuntamente malversó recursos del sindicato, mientras que los segundos confiarán en la estructura del SNTE y en la lealtad de los maestros para retener el poder.

Un perjudicado por el pleito interno que se vive en estos momentos en la mencionada sección del SNTE es el torpe y mediocre secretario de Educación Pública de Tlaxcala, Florentino Domínguez Ordoñez, ya que ninguno de los dos grupos piensa otorgarle el apoyo ni el respaldo que se muere por obtener ese chafa político para seguir en su estúpida carrera de buscar la candidatura del PRI al gobierno de estado.

La grilla por la dirigencia del SNTE en Tlaxcala está intensa y la pandemia no la ha frenado.