Patricio Lima fue invitado por Adriana (y aceptó) ser el representante de la alianzapalprogreso ante el IET; su incorporación a ese equipo tiene mucho más fondo del que se alcanza a ver.

A veinte días de los comicios, dos personajes destacados en el derecho electoral, Jesús Ortiz Xilotl y Patricio Lima Gutiérrez, fueron convocados por Adriana Dávila Fernández, candidata de la alianza Por el Progreso para Tlaxcala, para fungir como representantes ante el Instituto Electoral de Tlaxcala (IET), el primero por el PAN y el segundo, por la coalición (PAN-PANAL-PAC)

Ortiz Xilotl tuvo que renunciar al cargo de presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHT), dejando atrás una muy modesta cauda de logros, mucho menor a la cantidad de fiestas –algunas en medio de verdaderos excesos – según versión de amigos de quien pasó a formar parte de las nuevas contrataciones adrianistas.

La incorporación de Patricio Lima, obedecería a la invitación hecha por Dávila Fernández, para encargarle el aspecto político de su proyecto, trascendió en las instalaciones del IET, en San Miguel Contla, mientras que Ortiz Xilotl, tendría a su cargo el lado legal.

El movimiento, a iniciativa de Adriana y con un creciente apoyo del orticismo, equilibra la balanza que, a partir de este mes se inclinó a favor del mandatario, cuyos principales operadores políticos irrumpieron en la víspera comicial, unos con probados aciertos, aunque de la mayoría se observe el acecho en un contexto oportunista y luego de sonoros fracasos cuando se asumieron en potenciales candidatos.

Lima Gutiérrez y Ortiz Xilotl, fungieron como presidentes del IET en distintos momentos y, los dos tuvieron un papel relevante en los comicios que organizaron. A sus nombres se sumarían tres o cuatro reconocidos profesionistas, todos con la misma suerte: fueron excluidos del nuevo consejo general, el cual finalmente quedó integrado por aquellos que obtuvieron las calificaciones más bajas en los exámenes aplicados por el Congreso.

Claro, ello exhibió la ínfima calidad de los organizadores, dispuestos a dar la batalla con tal de defender los presuntos recursos ilícitos gracias a los cuales repartieron juego con baraja amañada.

Cuando aquello acontecía, pocos tenían clara la inminente medición de fuerzas que con posterioridad acabó por imponer a la inexperta panista.

Convocar a Lima Gutiérrez parece ser el primer tema en el que realmente coinciden la candidata de Calderón y los orticistas, aunque no pueden dejarse de tomar en cuenta por lo menos dos factores:

1.- En tanto uno de los docentes que mayor huella dejó en la formación académica de Dávila, el hoy convocado a representar a la alianzapalprogreso en el IET, es el adrianista sin partido con el mayor nivel de confianza, cuya labor será fundamental en el desempeño de quien fuera su pupila en las aulas de la Universidad del Altiplano.

2.- Cual cerillo que se enciende ante la menor chispa –uno de sus grandes parecidos con Calderón- Adriana logra con Lima entre sus principales colaboradores, la estabilidad emocional del sujeto que le significa certidumbre en este turbulento océano, donde la depredación camuflada es la constante que puso el término de dos años al matrimonio por conveniencia (temporal), cuya duración, bajo esta variante, podría prolongarse hasta el término constitucional, gracias al oficio político que emane de la unión que al convocado le significa la pérdida de la imparcialidad con la cual procuró conducirse hasta hoy, y a  convocante, la firmeza en términos docentes para cambiar las vulgaridades por una perspectiva con sustento académico.

Es lógico que no a todos los involucrados en este, uno de los proyectos políticos más destacados que irán a las urnas en veinte días, les resulte simpático. Y sin embargo, parece que van a tener que deglutirlo como la amarga medicina que les espantaría los fantasmas del cerebro.

Las chaquetas de Beneberto

Cuando al diputado Beneberto le quedaban mal los orticistas en aquél convenio fifty-fifty de tiempo en la diputación cuyo titular es winnie the poo (también conocido como Víctor Hugo Cahuantzi), a este se le ocurrió vender la causa con el de enfrente. Y ándale que se reúne con Mariano González en una mesa del Vips, donde incluso le fueron tomadas varias fotos, publicadas después en El Sol de Tlaxcala.

Yo creo que Bene suponía que de ambos lados trataba con aficionados y le dio por imaginarse que podría formarse en ambas filas para recibir mesadas religiosamente. Para sorpresa de todos ponía las dos manos y a lo mejor supuso que así se sobrepondría a la crisis económica ocasionada por la necedad de Poo para dejar de cobrar en el administrativo de Allende 31. Sin embargo, tenía hasta chamba de subsecretario en el gobierno de Ortiz, pero eso tampoco le importó.

Hoy podemos ver en Bene uno de los casos más escandalosos de chaquetería en pleno siglo XXI, descubierto por ambos bandos de los que suponía servirse. No se imaginaba que estos cruzan información y que lo usaban como bandeja para llevar y traer. Tan ingenuo se vio que a ninguno sirve ya pues, se descubrió como un ineficiente correveydile y se condenó a ser el apestado de lo que le falta a la actual legislatura.

El hoy diputado chaquetero fue el que entregó al equipo de Adriana Dávila el directorio de los contactos y operadores municipales de Mariano González, si así como ve de ese es el tamaño de su traición.

Con esos aliados para que quieren enemigos los candidatos.