Desde el miércoles de la semana pasada se sabía que el proceso para elegir al futuro controlar del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones se caería para dar paso a una nueva convocatoria, sólo porque las propuestas oficialistas no dieron el ancho y ninguna estaba en condiciones de ser avalada por los diputados locales.

pri 14 febrero
La imposición de candidatos comunes entre el PRI, el Panal, el PVEM y el PS para las diputaciones locales dejó un mal sabor de boca entre la militancia del partidazo y la clase política del estado, porque el jefe político mostró debilidad y cedió posiciones a longevas matriarcas que no tuvieron empacho en exigir candidaturas.

Las plumas oficiales y lambisconas del sistema no se cansan de encontrar las virtudes de la mayoría de los candidatos a diputados locales como si eso fuera suficiente para borrar el estigma de corruptos que cargan algunos de ellos, como es el caso de los ex alcaldes de Zacatelco y Panotla, Francisco Román Sánchez y Saúl Cano Hernández, respectivamente.

Flaco favor se hizo el partidazo al recoger el desecho panista representado por el pachuco Francisco Román, quien se ajusta muy bien a las características que tiene el nuevo PRI, no sólo porque enfrenta graves acusaciones de corrupción, sino porque también cuenta con algunas denuncias penales por presuntamente malversar recursos públicos en el ayuntamiento de Zacatelco.

Tan desesperado está el PRI y el jefe político por ganar una diputación local que decidieron tirar a la basura los procesos penales contra 30 ex alcaldes acusados de corrupción, porque si ya perdonaron los pecados que cometió Román Sánchez no dudo que también hagan lo mismo con el resto de los ex presidentes municipales.

Dudo que los priistas del XIII distrito local respalden la candidatura del chaquetero y traidor Francisco Román. Usted cree que Blanca Águila Lima, ex alcaldesa de Zacatelco y hoy abanderada del PRI a diputada federal por el II distrito apoyará a su eterno rival.

Una equivocación más del PRI es la de Saúl Cano, quien logró su nominación gracias al chantaje de Rosalía Peredo Aguilar, quien no tuvo empacho en exigir al líder del tricolor Roberto Lima Morales y al gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez el distrito local VI con cabecera en Ixtacuixtla, porque según ella el mandatario le debe la gubernatura al Partido Socialista y a su aguerrida estructura electoral.

No hubo ninguna objeción ni un intento de contradecir a la matriarca del PS, por lo que se le concedió su capricho y el cuestionado ex alcalde de Panotla podrá participar en los comicios a diputado local.

Esos dos desatinos le pegarán al PRI, sobre todo cuando en las campañas se refieran al combate a la corrupción y a la impunidad.

Y siguiendo con los desatinos, los actuales legisladores deben ponerse las pilas y tratar de hacer bien su chamba porque hasta ahora se han visto muy mal.

No pueden concluir el conflicto legal que enfrentan por el caso del ex magistrado Fernando Bernal Salazar, quien busca ser ratificado en el pleno del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, cuando tampoco pueden sacar adelante el simple nombramiento del controlar del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.

Alguien falló en la operación de ese proceso y no pudo cumplir con la instrucción que se tomó en Palacio de Gobierno, de ahí que se optó por reventar ese procedimiento y empezar de nuevo.

Si le dicen que hubo desacuerdos entre los diputados sobre ese tema o que ninguno de los aspirantes al cargo cumplía con los requisitos le están mintiendo. Lo que sucede es que en Tlaxcala hay debilidad y falta de experiencia para lograr que se ejecuten las órdenes que se dan.

Un desatino más es tener a un funcionario como Juan Antonio González Necoechea, quien nunca pudo mostrar nivel durante la Reunión Nacional de Cultural 2018.

El representante del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura lejos de ser visto como un funcionario de alcurnia por tener algún dote relacionado con la cultura o las bellas artes, en realidad fue tratado como un mayordomo.

No pudo impresionar a nadie y su limitada o casi nula trayectoria en el campo de la cultura fue más que notoria.

Vaya, no pudo ni presumir sus dotes de don Juan como lo hizo a finales del año pasado cuando viajó muy bien acompañado a Colombia, donde demostró que lo suyo es tirar rostro, pero esa es otra historia que pronto le contaremos.