En los próximos días la dirigencia nacional del PAN hará pública la convocatoria para elegir a sus candidatos a legisladores federales plurinominales, lo cual dará la pauta para que Carlos Carreón Mejía se separe de su cargo como líder estatal, dejando como herencia un partido dividido y sin ningún trabajo articulado rumbo a los comicios de este año.
Tras dos derrotas seguidas, en las elecciones del 2015 para elegir diputados federales y en los comicios del 2016 que se ubicó en el tercer lugar en la lucha por la gubernatura de Tlaxcala, el Partido Acción Nacional llega sin gas a la actual jornada electoral para elegir presidente de México, senadores y diputados federales y locales.
Carlos Carreón Mejía, líder de PAN en Tlaxcala, resultó un pésimo dirigente que decidió seguir la actitud traicionera de su hoy candidato presidencial Ricardo Anaya Cortés, pues rompió con el grupo de la senadora Adriana Dávila Fernández que lo llevó al poder y lo protegió de los embates de panistas inconformes.
El aún dirigente panista buscará disputarle a Dávila Fernández la diputación federal plurinominal, ya que su intención es aparecer dentro de los seis primeros lugares de la lista de la cuarta circunscripción que el PAN registrará ante el INE para garantizar su llegada a la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
La ambición de Carlos Carreón es del todo conocida por Adriana Dávila, quien no ha dejado de tejer fino y buscar los apoyos necesarios en la dirigencia nacional de su partido para ocupar una posición privilegiada en la mencionada lista, pues su objetivo es ubicarse en tercer o cuarto lugar y así empujar a su hoy adversario a una séptima u octava posición, situación que podría complicar su llegada a la Cámara de Diputados.
Un elemento que podría jugar en contra de las aspiraciones de Carlos Carreón, fue la votación del pasado domingo para elegir candidato presidencial, pues trascendió que los números oficiales fueron inflados en Tlaxcala para disimular el bajo respaldo que logró Ricardo Anaya.
Oficialmente se habla que participó el 67 por ciento de los militantes panistas tlaxcaltecas, es decir, 2 mil 161 miembros de ese partido acudieron a depositar su sufragio en las urnas instaladas en los 21 centros de votación.
Sin embargo, dirigentes regionales del PAN y con acceso a la información de la votación interna, sostienen que en realidad la participación apenas si fue de 800 personas, lo cual refleja la crisis y desorganización que prevalece al interior del partido.
Para la mayoría de los panistas no existe ningún representante oficial de Ricardo Anaya en Tlaxcala y tampoco hay algún militante que esté trabajando para promover al virtual candidato presidencial.
Además, hay decisiones que hacen pensar que Carlos Carreón está apoyando al PRI para las elecciones federales, pues él decidió sacrificar a Juan Carlos Sánchez García en el distrito electoral federal tres (Calpulalpan) para entregar a esa posición a Guadalupe Sánchez Santiago, cuando la aun diputada local tiene fuerza, arraigo y presencia en el distrito electoral federal uno (Apizaco), donde curiosamente el PRI registró como su abanderado a Mariano González Aguirre, hijo del ex gobernador Mariano González Zarur.
Dicen que el líder del PAN en Tlaxcala debió bajar a Humberto Macías Romero en el distrito federal electoral uno al ser un candidato débil y con pocas posibilidades de ganarle a Mariano González, quien está más que feliz con el aspirante del PAN, PRD y MC a la diputación federal por esa demarcación.
Pero las divisiones al interior del PAN no tardarán en hacerse presente una vez que se confirmen los candidatos a diputados locales, toda vez que en varios distritos hay diferencias entre grupos panistas que se agudizarán en los próximos días.
El PAN, aunque no la parezca, vive una crisis que se reflejará en las votaciones del 1 de julio.
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