Fueron varios ex alcaldes los que lograron tramitar un amparo ante la justicia federal para evitar su aprehensión para responder a las acusaciones de presuntos malos manejos financieros hechos durante sus administraciones, pero eso no quiere decir que las carpetas de investigación contra 30 de ellos hayan sido olvidadas.

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Una vez que los órganos de inteligencia del gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez comprobaron el origen de la fuga de información que permitió a ex presidentes municipales como el panista Adolfo Escobar Jardínez solicitar un amparo y eludir su detención por parte de agentes investigadores de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), la estrategia para llevar a la cárcel a los ex alcaldes que se presume desviaron recursos públicos ya fue replanteada y pronto se tendrán resultados positivos para las autoridades involucradas en ese tema.

De entrada se espera que la moldeable Elsa Cordero Martínez deje la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado, pues la PGJE y el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) aspiran a tener como aliado en la tarea de castigar a los ex munícipes al próximo representante del Poder Judicial de Tlaxcala y evitar que sea desde esa instancia donde se pase el pitazo a los ex ediles sobre posibles nuevas órdenes de aprehensión.

El gobernador Marco Antonio Mena está al tanto de las investigaciones y su instrucción ha sido que se proceda conforme a la ley, por lo que no intervendrá para salvar a nadie ni para perjudicar a alguien en específico, toda vez que las carpetas abiertas en la PGJE están debidamente integradas y éstas cuentan con los elementos de prueba que documentan las anomalías financieras realizadas en las arcas de los ayuntamientos.

En el primer paquete de órdenes de aprehensión se cometieron errores que no se volverán a repetir. Será después del 15 de febrero cuando los procesos penales contra los ex alcaldes se revivan y se tengan noticias sobre esas investigaciones que incluyen a más de 30 ex funcionarios públicos.

Por cierto, ayer dicen que la patética magistrada Elsa Cordero dejó correr el rumor de que ella sería la próxima procuradora de Justicia luego de que Tito Cervantes Zepeda dejara el cargo el pasado fin de semana para ocupar la Secretaría de Gobierno.

Los que están enterados de la brillante estrategia de la magistrada, cuentan que ella habría pedido a varios litigantes supeditados a sus intereses que difundieran ese rumor, lo cual se hizo sin ningún problema. Más tarde la aún presidenta del TSJE habría solicitado el apoyo de varias organizaciones de abogados para que se pronunciaran a su favor y solicitaran al mandatario considerarla para el cargo de procuradora.

Dudo que una abogada de tan bajo perfil sea considerada para ser procuradora de Justicia, sobre todo cuando tuvo la ocurrencia de exigirle al gobernador Marco Mena que no interviniera en la designación del próximo presidente del Tribunal.

En fin, se vale soñar.

Los enanos que quieren crecer

El cuestionable ex alcalde de Tlaxcala Pedro Pérez Lira recibió el aval de la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI para seguir en su lucha por la candidatura de su partido a la diputación federal por el segundo distrito. Veremos cuanto le dura su indisciplina, porque difícilmente le ganará esa posición a la abanderada que designó el gobernador y que se trata de la ex alcaldesa de Zacatelco Blanca Águila Lima.

Pedrito se siente un portento en la política y entre los priistas, sin embargo es un personaje con un pasado gris y mediocre que no tiene ninguna posibilidad de obtener la nominación dentro del PRI. Urge que la delegada del CEN del partidazo, Yolanda Eugenia González Hernández, se ponga a trabajar y controle a esa criatura antes de que alborote más el gallinero rumbo a las designaciones de candidatos a diputados locales.

No lo cuente en voz alta, pero le cuento que el partido de Andrés Manuel López Obrador empezó a analizar la posibilidad de sustituir al candidato a diputado federal por el distrito 1 con cabecera en Apizaco, pues consideran que el PRI se equivocó al imponer a Mariano González Aguirre en esa posición porque enfrentará el voto de castigo y rechazo que acumuló su papá Mariano González Zarur cuando se desempeñó como gobernador.

En esa demarcación electoral los candidatos son el panista Humberto Macías Romero, el morenista José de la Luz Sosa Salinas y el priista Mariano González.

La persona que Morena y López Obrador están considerando para competirle a Mariano González, es ni más ni menos que Antonio Velázquez Nava, ex funcionario estatal en el gobierno de Héctor Ortiz Ortiz.

Pronto veremos si el cambio prospera.