Las negociaciones para sumar al PAC, partido que controlan los hermanos Ortiz, al Frente Ciudadano por México seguirán pese a los desencuentros que se han registrado en los últimos días, porque los análisis de prospectiva electoral revelan que de concretarse dicha coalición, ésta será competitiva.
Para algunos está sobre revalorada la fuerza electoral del Partido Alianza Ciudadana, sin embargo para otros ese instituto político con registro estatal tiene los votos necesarios para marcar la diferencia en los comicios del 2018.
De acuerdo con el análisis y el comportamiento electoral que han tenido en los últimos procesos el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, se calcula que la votación que podría alcanzar esa coalición para el próximo año rondaría entre los 130 mil y 150 mil sufragios, cifras que meten al mencionado frente en la competencia, pero que no le garantiza los triunfos en la elección de Presidente, el Senado y en las diputaciones federales.
Sin embargo, ese escenario puede cambiar si el PAC que controla el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz y su hermano Serafín Ortiz Ortiz, ex rector de la UAT y ex diputado local, se suma al Frente Ciudadano por México, pues según estimaciones esa fuerza electoral está en condiciones de aportar 50 mil votos que pondrían inclinar la balanza.
Lo anterior lo saben los hermanos Ortiz y de ahí su posición de negociar la primera posición de la fórmula para el Senado, candidatura que difícilmente conseguirán, no así la nominación para la diputación federal en el distrito 2.
Panitas y perredistas saben muy bien lo que representa el PAC y por esa sencilla razón harán hasta lo imposible para sumarlo a su aventura electoral. Serafín Ortiz sabe que si gana la diputación federal se convertirá de inmediato en un serio aspirante al gobierno de Tlaxcala para las elecciones del 2021, porque la estructura orticista y los tlaxcaltecas le creerán que tiene las condiciones y posibilidades de sentarse en la silla que hoy ocupa Marco Antonio Mena Rodríguez.
El PRI Invencible ya tiene nueva delegada del CEN
Yolanda Eugenia González Hernández, asumió ayer el cargo de delegada del CEN del PRI en Tlaxcala, con la encomienda de reforzar el trabajo electoral del partidazo rumbo a los comicios del próximo año.
Aunque la lógica sería que la representante de Enrique Ochoa Reza encontrara un partido vigoroso y con múltiples opciones de aspirantes priistas para los diferentes cargos de elección popular que estarán en juego en julio de 2018, la realidad es que el PRI en manos de Florentino Domínguez Ordoñez luce débil, sin liderazgo y sin cuadros competitivos.
Sólo con ver los resultados que arrojan las encuestas confirman que el PRI necesita con urgencia despertar de su letargo al que lo ha llevado Florentino Domínguez, quien lejos de rescatar la estructura operativa que existía en la pasada administración estatal se dedicó a promocionarse para convertirse en candidato al Senado y dejar para más tarde el trabajo político-electoral que tenía que hacer para enfrentar la competencia del próximo año.
El PRI deberá acelerar el trabajo para ubicar a los candidatos que estarán contendiendo en las próximas elecciones, porque los nombres que se mencionan hasta este momento para convertirse en aspirantes a legisladores no emocionan ni generan grandes expectativas, situación que representa un problema porque la oposición parece que está aprovechando esa circunstancia para sacar provecho.
Por lo que se ve queda muy poco del PRI ganador y competitivo que dejó el ex gobernador Mariano González Zarur, de ahí que tengo mis dudas de que Yolanda Eugenia González pueda hacer algo para cambiar las cosas.