Pero eso no sucede en lugares donde se erigieron obras con un interés personal de las autoridades; la administración debe explicar los criterios de las distintas inversiones en obra

No Funciona Drenaje Millonario Apizaco Mariano Culpable, Romano Corrupto, Tlaxcala Online

Bueno, las recientes tormentas removieron los escombros del cínico gobierno tlaxcalteca y han dejado ver las profundas diferencias en obra pública.

La destinada al Pueblo puede tardar los meses necesarios, y un poco más si así lo decide la indolencia de las autoridades. Pero sin son obras para beneficiar intereses de la autoridad en turno, entonces aplica un criterio muy distinto.

Primera comparación

Antes, el camino entre San Juan Huactzinco –donde hornean panes prodigiosos- y la Hacienda Santa Águeda(en colindancia con Nativitas y Zacatelco), vecino muy cercano del municipio poblano San Miguel Xoxtla, era sinuoso, sufría de inundaciones y dos puentes, que cruzan ramales del Atoyac Zahuapan pertenecían a épocas idas.

Ah, pero corre el rumor de que en cuanto junior y una retahíla de voraces especuladores se hicieron con dicho casco y cientos de hectáreas en derredor suyo, lo primero que procuró este gobierno cínico fue reconstruir el camino. Y lo hicieron como se debe. Agrandaron puentes, la cinta asfáltica tuvo una base tan robusta y bien planeada que ya no se inunda.

Y acabaron declarando esa zona como un asentamiento extraordinario, donde se rinde culto a la tauromaquia, donde los otrora ejidos se transformaron en terrenos residenciales cuyo costo se elevó exponencialmente, gracias al concurso de autoridades municipales y estatales, capaces de decretar un cambio de uso de suelo tan contrastante como pasar del granero tlaxcalteca a la ciudad del futuro con sus propias leyes y la constante reserva al derecho de admisión.

Ojalá ese mismo culto a las inversiones perecederas, la autoridad lo hubiese aplicado en caminos como el del Carmen Xalpatlahuaya, allá en las colindancias de Huamantla y Cuapiaxtla, donde los vecinos llevan casi un año padeciendo la destrucción de la cinta asfáltica anterior, suponemos que para dar paso a una nueva pavimentación.

Pero como allá no existe un proyecto especulativo de junior y a los que llaman sus secuaces, la obra puede demorar tanto tiempo como se necesite… qué importa si la perjudicada es la perrada y quienes tienen el poder no mantienen un compromiso con el Pueblo para beneficiarlo.

Comparación dos

En la vulgar adquisición de los terrenos para levantar Ciudad Judicial nunca medió la ley 3 de 3 para Mariano. Le comprobaron un interés particular en ese proyecto pues terrenos de su propiedad aumentarían su plusvalía.

El asunto no quedó ahí. En un santiamén el equipo del mega constructor impune Roberto Romano Montealegretrazó e hizo la carretera de Ciudad Judicial al Centro de Apizaco.

¡Pero qué admirable visión empresarial, que plausible manera de generar progreso a las tierras por las que atraviesa ese camino!

Un detalle. Dicen que predominan propiedades de Mariano. Una vez más la ley 3 de 3 habría sido vulnerada en un claro acto de corrupción, por cierto desapercibido para una oposición francamente pachanguera,aficionada a llenar sus bolsillos extorsionando entes fiscalizables para aprobar sus cuentas públicas o, en el caso del panista Angeloti Gutiérrez, elevando utopías acaso imaginadas las últimas noches, cuando sus inquietantes insomnios lo iluminaron como impulsor de la honestidad, la transparencia y la rendición de cuentas… (así acaba esta clase de políticos)

Ahora díganme, qué vamos a hacer con la multimillonaria inversión hecha por el gobierno estatal en Apizaco, cuya funcionalidad es muy deficiente. Hoy, como no sucedía, revientan los drenajes. ¿Por qué?, ¿Romano introdujo tubos de menor capacidad a la requerida para ahorrarse una lana? Puede ser.

El gobierno del estado debe una explicación a los apizaquenses. Tomó tanto tiempo en realizar sus obras de remodelación que cientos de negocios quebraron. Igual se desplomaron los ingresos a la comuna. ¿Qué empresario soportaría tantos meses teniendo enfrente un camino en ruinas?

Todo ello tendría como recompensa una nueva imagen, funcional y eficiente. Pero eso no ocurre.

No sé si siga en pie dar el Grito de Independencia en Apizaco.

Seguramente Mariano lo evalúa. Sabe que sus paisanos no se quedan callados y le pueden reclamar en esa noche libre el desparpajo urbano anunciado como la inversión del sexenio.

Por lo pronto, la anunciada remodelación del Zócalo de Tlaxcala se ha aplazado. Al día de hoy ningún trabajo ha iniciado. Se disipa el sueño del edil autista y sus deseos de despedirse con bombos y platillos, con una Plaza de la Constitución a la altura de lo que merece una de las capitales más bellas, la niña Tlaxcala, parafraseando a Miguel N. Lira.

Dos semanas y no aparece

La desaparición de quien se desempeñaba como director de adquisiciones de esta administración sigue en las mismas. No hay datos, y el gobierno de Mariano no ha definido una postura. La procuraduría lo considera una persona no localizada.

Tlaxcala se ha sumado a la búsqueda de un menor secuestrado en un municipio poblano. Así lo anunciaron las autoridades. Y así debe ser. Pero, por qué no anuncian una cooperación semejante de parte de sus gobiernos colegas para encontrar a dicho funcionario público.

Tendría mucha información de los negocios del gobierno.

Me parece muy rara su… “no localización”.

¿Tendrá algo que ver con datos comprometedores?

¿Acabará por tener alguna semejanza con aquél tristemente recordado episodio de la desaparición de 11 mil toneladas de fertilizante?

Iniciativa fuera de tiempo

A estas alturas una de las iniciativas del diputado Baldemar Cortés, de Morena, propone reglamentar la entrega de útiles escolares para que las autoridades no lo usen como promoción personal.

Seguramente su propuesta pasó mucho tiempo en la congeladora y al no haber cosa mejor el Legislativo optó por exponerla.

¿Ya para qué?

Y no fueron útiles. Fueron chamarras, en dos ciclos escolares, con sobreprecios y con los colores del partido en el poder.

Lo de la promoción es lo de menos. A los señores diputados se les fue de las manos el negociazo de regalar chamarras horribles y comprobar su adquisición con precios de locura. ¿Recuerdan que fue el carnal Tonchis –era malito para el negocio- el encargado de concretar ese bisne?