Según Mariano, a su iniciativa solo le faltaba ser armonizada por los diputados, casi como enanos de Blanca Nieves haciéndole una ronda.
Mediados de 2014, Mariano llamaba ocurrencias a otras propuestas de reforma electoral; solo la enviada por el Ejecutivo local era digna de tomarse en cuenta, así lo pensaba.
Y los legisladores se tenían que limitar a armonizarla. ¿Su esencia? Reducir el número de diputados y prolongar la definición de tiempos con el propósito de ver a partir de cuando comenzaba a tronar este sistema amorfo del eterno candidato a estadista.
Abril de 2015. Los apuntes marianos fueron a dar adonde tenían que ir. La diputada tricolor, Angélica Zárate Flores, confirmó que hoy la asamblea parte de la iniciativa enviada por la Comisión Electoral.
Quedó de manifiesto que la postura del gobernador de Tlaxcala no partía de la imparcialidad como para ganar su armonización. Eran notas al desparpajo salidas de la perversidad a manera de estrategia electoral.
Si las cosas iban bien podría darse la concurrencia de elecciones. Si la balanza se inclinaba a los intereses del temperamental, la reducción de diputados podría ser negociable.
De entonces a la fecha, aceleró su cuesta abajo el marianismo. Pero no con sus opositores, sino con el mismo partido, cuyos grupos y líderes, cada vez sienten más que son usados.
Y entre el pase de charola a la burocracia y la concentración de apoyos a la causa del candidato por el tres, Ricardo García Portilla, se dibuja en ese lodazal la intención de continuismo vía ese personaje light en el grupo este de los hermosos (dinosaurios simpáticos), a quien podría quedarle bien una gubernatura de un año y ocho meses porque en este estira y afloja, sin causa aparente, lo que Mariano siempre defendió fue una transición tersa, ¿apoco para no ir a la cárcel, como el pretendió hacerlo con Héctor Ortiz?
Total, Ricardo con todo y su impopularidad tendría la única encomienda de preparar la próxima elección.
En el inter los opositores harán el papel que mejor desempeñan. Se destruirán a sí mismos, incluso se exterminarán entre hermanos (como a veces le pasa al PAN).
Dos pájaros de un solo tiro. Ganar la elección mini y acomodarse para la próxima.
El desafío consta en vender a la gente lo formidable de estos primeros casi cinco años de inseguridad, éxodo empresarial, avasallamiento en la obra pública, opacidad, obras que a la primera lluvia se inundan, excesos de junior, caja de cristal manchada con chapopote, viajes internacionales hasta el cansancio (o sea, sabe vivir) ah, y secuestradores acreditables.
¿Apoco no está interesante?
Por lo pronto la enigmática Angélica Zárate intenta mover sus dedos en las encías de tricolores y opositores, montada como lo está en el columpio del letargo mariano, ese que suele usar en calidad de aburridora, aguardando el agotamiento de los tiempos y conscientes que para sumar los 22 votos, a la fuerza van a tener que participar algunos tricolores.
Llamamiento de la Junta de Coordinación
Esa es parte del cuarenta por ciento de la agenda que en cuarenta días tiene que ser desahogado.
A la vista de todos se encuentra el grotesco bloqueo del tricolor y aliados, que si por ellos fuera no estaríamos hablando de cuarenta por ciento de agenda faltante, sino más del doble.
Campañas al sol
Ha de ser por el condenado calor, pero a los candidatos que habían generado expectativa los está afectando la falta de creatividad, o de plano la apatía social.
Si a ello le suman la apatía social hacia el llamado del Instituto Nacional de Elecciones (INE) a ciudadanos para involucrarlos en el proceso tras pasar por el filtro de la insaculación, caeremos en la cuenta que hay un desinterés bárbaro.
Miren que están de flojera las notas donde el presidente del INE, con todo y sus patillas de mozo de espadas, actúa como operario de la rotativa de la cual han de salir los millones de boletas para usarse el siete de junio.
Hubo que ver las miradas de los titulares de la (Secretaría de Gobernación) Segob, de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) a las obviedades de Lorenzo Córdova, quien mejor papel había de hacer intentando refrenar esa apatía de la gente que, en casos como los de Guerrero toma tintes violentos y exhibe la simulación en la que con frecuencia cae el consejero presidente.