Hoy, un mandatario ya sin el otrora control del Congreso, deberá acudir al Palacio Legislativo a participar en un acto solemne con El Ejército y Fuerza Aérea.
A los priístas les incomodó en el Congreso la imposibilidad futura de pintar los edificios públicos con colores alusivos a su partido, o con las impopulares manchigrecas, una aldeana manera de delimitar territorios con las iniciales del jefazo.
Y una vez más, la oposición fue capaz de refrenar ese intento tricolor de impedir la aprobación de la iniciativa presentada desde 2014 por la perredista Eréndira Jiménez Montiel.
El hecho, forma parte de una cadena de inconvenientes a los que Mariano debe enfrentarse, primero porque los materiales de su equipo humano están agotados de remar contracorriente tratando de dar vigencia a un sistema caduco e impopular, y luego porque, ocupado en múltiples líos, al gobernador se le fue un precioso tiempo.
Y así como no podrá volver a pintar sus manchigrecas en los edificios públicos, tampoco habrá sido capaz de influir en su relevo.
El Instituto Nacional de Elecciones (INE) emplazó a Tlaxcala a aprobar la reforma electoral local, de tal forma que el encargo de los próximos diputados locales y alcaldes será de cuatro años y ocho meses, lapso idéntico al que durará el encargo de gobernador.
Son hechos que superaron al marianismo, tan acostumbrado a mantener el control absoluto, pero incapaz de sobreponerse a su conflictiva existencia.
Hoy vemos cómo el gobernador poblano, Rafael Moreno Valle, ha construido a su muy probable relevo, el alcalde de la Angelópolis Tony Gali, mientras él ha puesto la mira en ser el sucesor de Enrique Peña Nieto.
Pero acá, el mandatario debe conformarse con su nombramiento de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) en un esquema de verdadero trámite. Tan ilógico que, siendo el suyo un gobierno que trabajó dos tercios del sexenio con policías secuestradores, hoy se sienta con la solvencia suficiente para hacer declaraciones en torno al tema con una afectación nacional.
Así que el sucesor o sucesora de Mariano, tendrá la oportunidad durante cuatro años ocho meses de superar los alcances de un gobierno peleado hasta con su sombra.
Algunos dicen que es poco tiempo, mas cualquiera con verdadera vocación de servicio tiene la oportunidad de superar con creces el papel tan dramático y raquítico desempeñado por el priísta, a quien hoy, el INE apuró para que puedan ser nombrados los nuevos organismos públicos encargados de arbitrar la elección de 2016.
Tampoco las chamarritas
Creo que los recursos no solo se malgastan en pintar manchigrecas. Hay pruebas de un hermano incómodo haciendo uno de los negocios de su vida con las manchi chamarritas, feas como ellas solas. Un caso muy parecido se dio en el gobierno de Sonora, donde al hermano del mandatario Guillermo Padrés, le encontraron verdaderas fortunas en millones de dólares, de proveedores agradecidos con la preferencia para surtir millones de uniformes.
Qué esperarán los diputados para presentar la iniciativa de ley que combata las turbiedades, llevadas al extremo para beneficiar a ciertos parientes, unos más cercanos que otros. Créanme que a la Ley de Adquisiciones la pasaron por alto con la ingeniería comprobatoria, una de las herramientas de este régimen para expiar sus faltas administrativas.
Superada por los vivales del sistema, o de plano le colocan unos candados de este tamaño para evitar las marranadas de los hermanos pobres y de los retoños, o proponen una nueva ley anti chamarritas, tan efectiva como la que en lo sucesivo prohíbe la pinta de manchigrecas, o de cualquier motivo tricolor, azul, amarillo…
Como cambia la gente
Para el comisionado de Seguridad Pública, Oreste de Jesús Estrada, la policía acreditable estaba destinada a desaparecer en Tlaxcala. Hasta la acuarteló porque de los cuatrocientos y tantos que son, al menos setenta parecían dálmatas de tantas manchas en sus expedientes.
Pero al paso de las semanas, el federal de caminos que pasó de jefazo en el municipio de San Martín Texmelucan, a comisionado en una entidad federativa, se dio cuenta que los acreditables forman parte de una estructura burocrática, buena o mala pero necesaria para no dar tregua a los gastos tan excesivos como ineficientes en materia de seguridad.
Fíjense en la contradicción: armamos y capacitamos a policías que, después se convierten en maleantes. Y no podemos frenar esos apetitos porque incluso, son parte del avance imparable del Gobierno Federal para lograr un mando único.
En consecuencia al comanche Oreste Chucho, no le ha quedado más alternativa que subirse al carro completo, y no de las elecciones, sino de la financiación de la violencia como único método para apaciguar a un pueblo realmente encabronado.
Y un compañero suyo, Iván Vázquez Quintero, con una cacareada sobredad académica (tiene dos maestrías en seguridad) llega a sustiuir a José Jorge López, el lobo, en la dirección de la Policía Estatal Acreditable.
Ánimas porque en meses no nos vayan a salir con que estos nuevos nombramientos venían con sorpresa, como la que un día le apareció a Orlando May Zaragoza, el golpeador-guarura-tapadera que resultó amigo de un pájaro de cuenta en materia de secuestro.
Apagan fuego en el Congreso
El caso es que hoy, a las 12 del medio día la sede del Poder Legislativo tendrá invitados de muy alto nivel a la colocación en letras áureas de los nombres del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Y nuestro mandatario habrá de concurrir –dicen que contra su voluntad- todavía con la bilis derramada a causa de la aprobación de la Ley anti-manchigrecas.
No lo crean, pero priístas y sus opositores todavía están calientes por el debate que ocasionó dicha iniciativa y su aprobación.
Bueno, así acaban los gobiernos como este.