En el colmo de la ausencia de valor alguno, los dos perredistas con mayor protagonismo riñeron por hacerse con la presidencia de la Comisión de Finanzas. ** Renunciaron a Cuauhtemoc Lima.

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Una de las principales tareas para el nuevo y… admirable presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso, un tal Méndez Acametitla, será recibir y ver como le hace para expresar su beneplácito por el tercer informe de gobierno.

La glosa del mismo, acompañada de varias maletas de billetes promete ser espléndida.

Este miércoles, el gobernador Mariano González Zarur, ofrecerá una recepción más para dar un mensaje relativo a su terder informe de gobierno. Lo podría hacer en el Palacio Legislativo, como marca la ley, la mayoría está puesta y dispuesta, pero no, seguramente tendrá lugar en el Centro de Convenciones y contará con un selecto público.

Digamos que esto se hizo costumbre, buena o mala, pero los representantes populares fueron convencidos, bueno la mayoría, y ni modo, en la democracia a la tlaxcalteca… las democracias marcan el camino (como dice Marco Mena).

El G-18 y su amarga experiencia

Creo que el protagonismo invadió a los líderes del llamado G-18. Se mediatizaron, enviando información clara y concisa a sus adversarios tricolores, quienes sabedores de la fascinación de ciertos personajes por la marmaja, optaron por actuar calladamente.

Con mil tropiezos previos, Mario Armando Mendoza, se dedicó a repartir las bolsas, y consiguió esa mayoría esperada.

Pero la consigna era, seguramente, poner las peras a catorce al diiputado Serafín Ortiz Ortiz, despojarlo de cuanto instrumento de poder pudiese detentar al interior del Congreso, y con ello eliminar la posibilidad de una metralla disparada por el enemigo natural con un elevado riesgo.

Por consecuencia ocurrió lo mismo con panistas del tamaño de José Gilberto Temoltzin y otros verdaderos líderes que, sin embargo quedaron excluidos del reparto del botín.

Y mire lo que es la operación de bajo perfil pero con elevada eficiencia.

Rosalía Peredo y sus huestes operaron como no lo hizo el G-18,  y se llevó una buena tajada del pastel.

El chaparrito que siempre trae cara de recién despertado, ah sí , Silvano Garay, tantito se ausentó, tantito dice que dará la batalla, y a resumidas cuentas resultó poco consistente, de no ser por la vociferación constante que, en este ambiente sirve para dos cosas.

Penosamente el PRD se vendió.

Quitando elementos jovenes como Santiago Sesín, el bodrio en que resultó el líder perredista y hoy flamante presidente de la Comisión de Finanzas, nos hace pensar en la miseria de oposición que trae la música por dentro, dispuesta a ponerse la camiseta del partido en el poder a cambio de dinero y posiciones, aunque al pueblo se lo lleve el diablo.

Queda para la posteridad el papelazo de Méndez Acametitla, de Jiménez Montiel y demás hoy paleros, ayer sedicentes activistas por la democracia.

Botaron a Cuau

Como ya lo sabe usted, quedaron fuera del gabinete los dos abogados responsables del pleito contra los notarios, un tal Díaz Díaz y Cuauhtemoc Lima López.

Uno dejó el Registro Civil y el otro la Dirección de Notarías.

Su ineficiencia y deslealtad vino a hacerles crisis hasta que transcurrió la primera mitad del sexenio. Suerte de servidores públicos de boca floja y pocos alcances. Más metidos en el alarde de su título (obtenido como pudieron) que en el afianzamiento a sus principios, y por tanto liderazgo que deje huella. Nel.