Sin llegar a una rudeza política, la gobernadora electa, Lorena Cuéllar Cisneros, dejó en claro en la reunión que ayer por la mañana sostuvo con los futuros inquilinos del inmueble de la calle Allende que ella no tiene algún diputado local favorito o consentido, como lo anda diciendo uno que está desbocado en la torpe promoción de su tercer informe legislativo para tratar de ganar posicionamiento rumbo a las elecciones del 2024.

 

Cuéllar Cisneros convocó a un encuentro con los 25 diputados electos que conformarán la próxima legislatura local. Cuando la futura mandataria llegó al lugar, sólo había doce representantes populares, pero conforme pasaron los minutos todos hicieron acto de presencia y empezaron a presentarse.

 

El próximo secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y Gelacio Montiel Fuentes, quien oficialmente fue presentado como el enlace entre el Poder Ejecutivo con el Legislativo, también estuvieron en la reunión.

 

Rubén Terán Águila, el coordinador de los futuros diputados morenistas fue sentado a la izquierda de la gobernadora electa y fue tratado como un legislador más. Nunca recibió un espaldarazo o una muestra de afecto que lo hiciera sentir especial, situación que obviamente lo hizo incomodarse porque entrelíneas Lorena Cuéllar evidenció que no es su portavoz, ni su operador de confianza en la próxima legislatura, mensaje que fue captado por la mayoría de los legisladores que seguramente aplaudieron internamente ese gesto.

 

De lo contrario, no hubiera sido necesario presentar a Gelacio Montiel como el enlace de la gobernadora electa con los futuros legisladores.

 

Y mientras algunos diputados describieron los retos y compromisos que tendrán a partir del próximo 30 de agosto cuando entren en funciones, como la priista Blanca Águila Lima que advirtió a la mandataria estatal sobre el complicado y riesgoso proceso que será el regreso a clases presenciales por el Covid-19, otros recurrieron a la trillada demagogia para tratar de ganar la aprobación de la futura jefa política del estado como fue el caso de Rubén Terán que prometió austeridad, honestidad, transparencia y rendición de cuentas.

 

Lorena Cuéllar propuso a los próximos legisladores coordinación y respeto para lograr que Tlaxcala avance y escriba su nueva historia.

 

Les dejó muy claro que ella será una gobernadora que acatará la división de poderes, con lo cual prácticamente les dijo que serán ellos los que tendrán que ponerse de acuerdo para repartirse las principales posiciones y órganos de gobierno y administrativos que existen al interior del Congreso del Estado, terminando con los rumores o especulaciones de que ella estaba impulsando o quería que fuera un morenista el que encabezará la mesa directiva de la sesión en la que ella rendirá protesta como mandataria.

 

En la reunión estuvieron presentes Ever Alejandro Campech Avelar, Diana Torrejón Rodríguez, Jaciel González Herrera, Mónica Sánchez Angulo, Vicente Morales Pérez, Lenin Calva Pérez, Gabriela Esperanza Brito Jiménez, Guadalupe Cuamatzi Aguayo, Maribel León Cruz, Miguel Ángel Caballero Yonca, Leticia Martínez Cerón, Brenda Cecilia Villantes Rodríguez, Bladimir Zainos Flores, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, María Guillermina Loaiza Cortero, José Gilberto Temoltzin Martínez, Fabricio Mena Rodríguez, Blanca Águila Lima, Juan Manuel Cambrón Soria, Lorena Ruiz García, Laura Alejandra Ramírez Ortiz, Rubén Terán Águila, Marcela González Castillo, Jorge Caballero Román y Reina Flor Báez Lozano.

 

La postura de la división de poderes y de ser respetuosa de la autonomía de cada uno de ellos no es una casualidad, pues se da luego que al interior del Poder Judicial de Tlaxcala se registró sorpresivamente el cambio del presidente, posición que a partir del viernes ocupa nuevamente el magistrado Héctor Maldonado Bonilla.

 

El jurista Fernando Bernal Salazar no puedo retener la representación legal del Tribunal Superior de Justicia del Estado y así como él se hizo de la presidencia también fue echado de la misma con los votos de los magistrados Mary Cruz Cortés Ornelas, Marisol Barba Pérez, Ernestina Carro Roldán (Estas dos últimas interinas) y el de Héctor Maldonado, quienes no estaban conformes con el manejo que su homólogo le estaba dando a las finanzas y a la contratación de personal.

 

Aunque muchos esperan que la relación entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo sea de roces y desencuentros, en realidad se dice que Maldonado Bonilla dará señales de ser institucional y de trabajar coordinadamente con la próxima administración estatal que encabezará Lorena Cuéllar.

 

Y aseguran que lo anterior pronto quedará demostrado cuando Ernestina Carro deje su cargo de magistrada interina para ocupar la titularidad de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, posición que prácticamente la tiene amarrada.

 

Para finalizar le cuento que ante la salida de la nómina del gobierno federal para asumir el próximo control de la Secoduvi, Alfonso Sánchez García, éste junior ya fue reemplazado en la delegación de la Secretaría de Gobernación en Tlaxcala por el desprestigiado ex consejero electoral Oscar Lobatón Corona, quien consiguió el puesto por mocharse cada 7 días con las carnitas y la barbacoa. Absurdo, pero real.

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