Algo pasa en la actual administración que algunos torpes y soberbios funcionarios de primer nivel han emprendido una absurda e ilegal promoción de sus personas, situación que terminará dejando muy mal parado a su jefe el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien prometió que él y su administración respetarían la ley y que no se involucraría en los comicios locales.
Desde la semana pasada el mil usos del gobierno, Manuel Camacho Higareda, director del Sistema Estatal de Promoción de Empleo y Desarrollo Comunitarios (Sepuede) y del Instituto de Capacitación para el Trabajo (Icatlax) y encargado de despacho de la Secretaría de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, inició la distribución de una “Memoria” llena de fotos de ese nefasto servidor público donde además destaca sus logros.
Es obvio que se utilizaron los recursos públicos de esa dependencia para pagar ese ilegal y absurdo instrumento de promoción de un gris personaje como lo es Camacho Higareda. La “Memoria” está siendo distribuida en las oficinas que controla ese aspirante de poeta y en los planteles de Icatlax.
Todas las personas que acuden a esas instalaciones del gobierno del estado reciben un ejemplar lleno de fotos de Manuel Camacho, quien por cierto no dedicó ni media página para promover los servicios del Sepuede o algún curso de capacitación.
Ese funcionario es un cínico que hasta ahora ha demostrado ser incapaz. Empezó desempeñándose como secretario de Educación Pública donde habría aprovechado el cargo para concretar algunos negocios y acomodar a sus incondicionales en puestos claves que terminaron por generar serios conflictos con los trabajadores administrativos y el SNTE, por lo que fue cesado y degrado a director del Sepuede-Icatlax y hasta hace unos días encargado de una secretaría que en los últimos cuatro años ha sido un adorno porque no ha hecho nada.
Valdría la pena revisar sus resultados y comprobar que tan bueno y eficiente ha sido su trabajo. La pandemia que provocó la emergencia sanitaria puede ser un pretexto para justificar la baja creación de empleos en Tlaxcala, pero si revisamos la información disponible de los primeros dos años de la actual administración con lo que se hizo en el tiempo en que no hubo la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, se podrá dar uno cuenta que no hay comparación y que los último funcionarios (Florentino Domínguez Ordoñez y Manuel Camacho) que han pasado por el Sepuede-Icatlax no dieron el ancho.
Pero no crea que es el único funcionario que le ha dado por resaltar su imagen y presumir sus logros, pues también el titular del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, Juan Antonio González Necoechea le ha dado por imitar a Manuel Camacho.
Para promocionar las actividades que realizará la dependencia en el primer cuatrimestre de este año, el pesado servidor público le ha dado por difundir imágenes donde detalla las metas que se pretenden alcanzar, pero aprovecha para estampar su foto con la clara intención de sacar provecho, sobre todo cuando se dice que ese ex panista y ahora neo priista buscará ser candidato a diputado local por el distrito 4 con cabecera en Apizaco.
Los menistas se volvieron adictos al reflector y buscan aparecer como funcionarios eficientes cuando en realidad su desempeño da pena.
Para finalizar le cuento que el secretario de Salud, René Lima Morales, también quiere verse como un servidor público eficiente y destacado para lo cual recurrió el pasado viernes a una burda mentira, como el dejar entrever que el gobierno de Marco Mena podría adquirir vacunas contra el Covid–19.
Aunque el gobierno federal del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, haya dado autorización y en breve establezca los lineamientos para que gobiernos estatales y empresas compren esas vacunas, lo cierto es que las autoridades estatales no podrán llevar a cabo ese objetivo porque si hubiera disponibilidad de adquirir esas inmunizaciones esa acción se podría concretar hasta finales de este año.
El gobierno de Marco Mena concluye a finales de agosto y sencillamente no tendrá ninguna posibilidad de comprar esas vacunas, de ahí que René Lima debería ser más honesto y no generar falsas expectativas entre los tlaxcaltecas porque su actitud resulta ofensiva por tratarse de un vil engaño.
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