Los lineamientos aprobados por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones para que los partidos lleven a cabo la designación de los futuros candidatos a diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad cumpliendo no sólo la cuota de género, sino el porcentaje de aspirantes jóvenes e indígenas, se está convirtiendo en un serio dolor de cabeza para todos los partidos políticos que no terminan por definir su listado.

 

De las dos coaliciones registradas hasta ahora, ninguna ha cumplido con los procedimientos para definir a su candidata a la gubernatura, de ahí que en los siguientes días se espera que agoten los trámites para conocer oficialmente los nombres de sus abanderadas.

 

En el caso de Morena, el PT, el PVEM, Nueva Alianza y el PEST no es otra más que Lorena Cuéllar Cisneros, mientras que la coalición conformada por el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS se decantará por la priista Anabell Ávalos Zempoalteca que dejará en el camino a la panista Minerva Hernández Ramos, quien por más que lo intentó nunca pudo lograr el respaldo requerido para disputar la candidatura de ese grupo opositor.

 

Respecto a la designación de los candidatos a diputados federales por el bloque opositor amplio, se menciona que los abanderados ya están definidos y que sólo falta que se cumplan los plazos para dar a conocer sus nombres.

 

Morena y sus aliados esperan que concluya el proceso interno que se está llevando a cabo para dar a conocer a sus aspirantes a las tres diputaciones federales, situación que podría alentar una nueva ruptura interna porque aunque no se reconozca hay una abierta disputa por esas posiciones entre el grupo de Lorena Cuéllar y el de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera.

 

La participación de ex priistas alentados por Cuéllar Cisneros como Eréndira Cova Brindis y Carlos Augusto Pérez Hernández ha generado molestia y rechazo entre la militancia de Morena, pues nuevamente se sienten desplazados por políticos sin trayectoria al interior de ese instituto que fundó hace unos años el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Y por si eso no fuera suficiente, en Morena el malestar de la militancia va en aumento, sobre todo por las designaciones que se están dando de los candidatos a diputados locales en diez de los quince distritos en que se estableció la coalición con el PT, el PVEM, Nueva Alianza y el PEST, ya que hay imposiciones que en caso de confirmarse provocarán una revuelta, como podría ser la nominación del ex secretario de Políticas Públicas y Participación Ciudadana del actual gobierno estatal, Lenin Calva Pérez, que sería el abanderado al Congreso del Estado por el distrito seis con cabecera en Ixtacuixtla.

 

Los ánimos también se encuentran encendidos en los 60 municipios de la entidad, debido a que la lista de aspirantes es enorme y hasta el momento ni de parte de Morena ni del equipo de Lorena Cuéllar ha existido la intención de establecer negociaciones internas que permitan perfilar a los candidatos más competitivos para obtener la nominación.

 

Las divisiones y fracturas serán inevitables. Habrá morenistas que terminarán siendo candidatos de otros partidos, sobre todo uno que otro que tenga posibilidades de ganar en los comicios del 6 de junio. Desde ahora descarte que Morena vaya a tener el control de la mayoría de los ayuntamientos tlaxcaltecas.

 

Pero no crea que los problemas son exclusivos de Morena, toda vez que en el PRI y en el PAN también se viven desencuentros y la disputa por las candidaturas a algunas diputaciones locales y a ciertas presidencias municipales está siendo inevitable, pero al menos en esos partidos políticos hay más oficio y se espera que las divisiones sean mínimas.

 

Un buen ejemplo es el caso de la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Tlaxcala que podría encabezar la priista Anabel Alvarado Varela que hoy es maltratada por las decadentes plumas del sistema oficial. No entienden que esa posición representa los intereses del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien está mandando una clara señal no sólo de apoyo a la virtual candidata del bloque opositor amplio, Anabell Ávalos, sino a su partido en el sentido de que jugará con todo para retener la gubernatura y la alcaldía capitalina.

 

Si el grupo de Marco Mena tiene su cuota, entonces no simulará apoyo y se meterá de lleno a un proceso electoral que será muy competitivo. Así de simple.

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