La diputada de los folders vacíos y las caminatas sin propósito en San Lázaro, dio ayer al PRI el número suficiente para ser mayoría simple, haciendo alianza con los verdes. El riesgo que corre es que en el tricolor, la pongan a trabajar.


María Elena Perla, es el caso más actualizado de saltimbanqui que, habiéndose servido del PAN –gracias al cual se hizo diputada federal – hoy regresa al PRI, donde un triunfo electoral le era impensable.

Este jueves, López Loyo fue aceptada en la Plenaria tricolor, en Ixtapan de la Sal, como la legisladora 239 del grupo parlamentario al cual también llegó la perredista Leticia Robles Colín, cuyo pasado de escándalos, a lado de René Bejarano, fue tan bien visto por los tricolores, como lo hicieron con el antecedente orticista  de la académica tlaxcalteca.

Gracias a su adhesión, el PRI alcanzó 260 curules –sumando las veintiuna del Partido Verde, su aliado – y dispone de mayoría simple para aprobar, sin ayuda de perredistas o panistas al estilo de Perla, alguna iniciativa que no requiera la mayoría calificada.

Uno de los argumentos entre el colectivo de diputados tricolores es: Perla renunció al PAN porque no fue electa candidata a gobernadora.

Falso.

Perla recibió la orden de su inventor, Héctor Ortiz, de levantar la mano a la candidata albiazul, Adriana Dávila. Y lo hizo con la obediencia propia de quien llegó a ser diputada federal en un tercer intento, seguido de millones tirados a la basura en dos campañas fallidas.

Mejor sería afirmar que la tierna y añosa obediencia ciega, manifiesta con formas de niña boba, sustituyó a quien le dé órdenes.

Cambió el rol de ama de llaves por el de, “invitada a la hacienda”.

Dejó al PRI para ir al PAN. Hoy deja al PAN para regresar al PRI, “la casa” que siempre mantuvo abiertas las puertas a personajes de este estilo, siempre y cuando facilitaran golpear al adversario.

Cuando una mano poderosa toca la cabeza de personajes como el presente, su porvenir está resuelto.

No perdamos de vista que, la seño Perla, había sido enviada a la casa de campaña de Rafael Moreno Valle, entonces candidato a gobernador de Puebla. (en circunstancias semejantes le enjaretaron a Víctor Cánovas y ya ves, aseguran que va a ser -sólo en sueños- secretario de Gobernación).

Sin embargo, hay estilos como el de Perlita, para los cuales el trabajo no es lo fuerte. Y como en el equipo de Rafa la pusieron a hacer talacha, prefirió jugar el papel de Mata Hari otoñal. Y obtuvo resultados positivos de con su apuesta.

Hoy, se le considera miembro del círculo rojo de Mariano González Zarur.

Veremos si, en su papel de la diputada 239 del grupo parlamentario tricolor, le permiten andar de aquí para allá en el Palacio de San Lázaro, portando fólderes vacíos con destinos inexistentes.

Nuestro más sentido pésame

Una infame desgracia en la autopista de Apizaco a Tlaxcala, ocasionó la dolorosa muerte de Arturo Allan Morales García, hijo menor del legislador Mateo Morales Báez, a quien enviamos nuestras condolencias.

Siendo esta rúa la autopista más cara del país, lo menos que pueden hacer sus dueños es equipar a los muros de contención entre ambos carriles, con un sistema de mallas para atrapar objetos como el yugo del cardán, desprendido de un camión torton, que lesionó de muerte a Arturo Allan.

No es el primer desprendimiento de una pieza semejante. Otros proyectiles, como llantas con todo y el rin de acero, e incluso las mismas unidades, llegan a invadir el carril contrario, con resultados como el que hoy lamentamos.

Para que los señores de Autopistas Concesionadas del Altiplano (Aucal), la empresa que lucra con esta vía, cobren lo que suelen, deben ofrecer las máximas medidas de seguridad.

Seguramente van a alegar el trazo original de la carretera, con curvas muy cerradas y sin peralte; pero bien que cobran el costo más elevado de toda la red nacional de caminos de cuota por kilómetro recorrido.

Mire nada más. Los automovilistas pagan una fortuna para asegurar su viaje, pero se encuentran con un camino por donde vuelan piezas asesinas de acero.

Por favor, extreme sus precauciones, ya ve, estamos en manos de mediocres.