Asuntos relacionados con cuestiones penales que involucraría a autoridades y a probables culpables de ciertos delitos, serán factores que podrían anular o impedir la participación de ciertos personajes en las elecciones federales y locales del próximo año, ya que para su mala suerte las investigaciones que se llevan a cabo los estaría relacionando con ciertas conductas ilegales que de comprobarse los obligará a enfrentar la ley.

Un caso sería el de la desaparición y feminicidio de Melody N., originaria de Estados Unidos y probablemente privada de la vida por su expareja Mario N., quien habría sido detenido el 2 de septiembre por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana al cometer otro delito, hecho que la Procuraduría General de Justicia a cargo del Doctor en Derecho, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, lo intentó presumir en un comunicado de prensa, cuando está claro que ni la dependencia ni los agentes ministeriales encargados de ese asunto hicieron algo para llevar a esa persona hasta la justicia.

El pasado 14 de agosto el Embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, realizó una visita oficial a Tlaxcala que aprovechó para exigir al gobierno de estado que se detuviera al culpable del brutal homicidio de su compatriota Melody N., quien nunca fue auxiliada en la PGJE cuando acudió a presentar denuncias de violencia familiar y de violación.

Hay indicios de que agentes ministeriales y de la policía municipal de Chiautempan brindaron protección al abogado que es señalado como culpable de la muerte de la ciudadana norteamericana y que ya se encuentra preso, por lo que no se descarta que pronto inicien procedimientos penales contra esos servidores públicos y que éstos alcancen a algunos jefes que ya se veían como posibles candidatos en las elecciones previstas para el 6 de junio del 2021, pues el gobierno de Estados Unidos no ha dejado de presionar para que se apliquen la ley a todos los involucrados en el caso de Melody.

Otro homicidio que también se convertirá en un dolor de cabeza para el ineficiente José Antonio Aquiahuatl es el de Carlos Manuel Gómez Palafox, cuyo cuerpo fue localizado el pasado 22 de agosto en un predio de la comunidad de San Pedro Ecatepec, municipio de Atlangatepec.

El desenlace de esa investigación estaría por involucrar a familiares directos de altos funcionarios municipales de Apizaco.

Se habla de que había videos donde se observaba como en una calle de la ciudad rielera un presunto funcionario del ayuntamiento acompañado de sus familiares intercepta a un hombre que posteriormente apareció muerto en Atlangatepec y con huellas brutales de violencia, sin embargo hoy se dice que la cámara de vigilancia que captó ese hecho fue robada y que no hay filmaciones que permitan esclarecer el homicidio de ese joven.

Si las investigaciones avanzan y si realmente se hace justicia, se dice que uno que otro panista quedará mal parado y sin ganas de buscar un cargo de elección popular en los comicios del siguiente año, ya que las indagatorias estarían por poner al descubierto la actividad de una organizada banda dedicada no sólo al robo de vehículos y venta de droga, sino en brindar protección a diversos grupos criminales como Los Brujos.

Desde hace semanas el gobierno federal documenta las actividades ilícitas en Apizaco y principalmente las relacionadas con el narcomenudeo. Basta con ver como a unos metros de la entrada del OXXO de Santa Anita Huiloac se realiza la venta de sustancias prohibidas, actividad que se da a plena luz del día y ante los ojos no sólo de los ciudadanos sino de la policía municipal.

Otro caso más, tendría que ver con el desenlace de un homicidio ocurrido en Calpulalpan y en el cual se encuentran relacionados familiares de aspirantes del PRI y del PAN a un cargo de elección popular.

Tampoco hay que pasar por alto las diversas querellas y quejas que le han generado a la “super” delegada del gobierno federal en Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, por parte de sus propios compañeros de Morena.

También no hay que pasar por alto los antecedentes penales y la investigación por el robo de autos transportes y de huachicol que le seguirían al aún presidente municipal de El Carmen Tequexquitla, Oscar Vélez Sánchez.

Habrá que ver si las acciones de procuración y administración de justicia en Tlaxcala tendrán un efecto o no en la construcción de candidaturas y de alianzas electorales rumbo al  2021.

El fin de una idea que nació en Tlaxcala

Una verdadera pena, la Conago que fue pensada como el verdadero contrapeso al poder central y que era una fundamental organización política que tenía el objetivo de revisar constantemente el Pacto Federal, está por desaparecer.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo logró, dividió a los gobernadores y abrió más la puerta al autoritarismo y al ejército del poder en un solo hombre. Ahora, ni Conago ni Congreso de la Unión, es una desgracia más de este cada vez más vilipendiado país.

La idea de la Conago nace de un tlaxcalteca. Su antecedente de esa organización se llamaba Anago y sólo estaba integrada por seis Ejecutivos locales. El gran sueño del ex perredista y hoy morenista, Alfonso Sánchez Anaya, ha muerto. Quizá por lo único que había llegado a trascender nacionalmente, hoy ha fenecido en las fauces de su Jefe.

Por esa idea de crear la Conago, Sánchez Anaya se le llegó a mencionar como un aspirante a la grande de este país. Debe ser muy duro para él ver terminar así su sueño y no poderle decir o reclamar nada a quien le paga administrando los insumos y la nómina de la Secretaría de Seguridad  de la nación,  ciertamente fracasada con los números de inseguridad que tristemente padecemos los mexicanos.

No sé si tengan del todo la razón los gobernadores que ayer abandonaron la Conago, lo que es cierto que de Felipe Calderón a López Obrador, se habían convertido solo en «oidores de las decisiones presidenciales» y comparsas del Ejecutivo Federal, pues no supieron qué hacer con el poder que les significaba estar unidos y organizados.

A los mandatarios del país los manejaron y los manejan como estirar la cuerda o no,  cuando se han rebelado o cuando solo son aplaudidores. Y como siempre, el pueblo es la víctima del desorden político y el abandono de este pobre México.