El impacto que tendrá el recorte presupuestal autorizado por el Congreso del Estado y que involucra a los tres poderes y a la mayoría de los municipios de la entidad se dejará sentir en los siguientes meses, pues recibirán menos recursos públicos que sin duda los obligará a realizar reajustes en sus gastos a fin de cerrar el presente año sin problemas económicos.

A la caída de los ingresos que ha registrado la administración estatal que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez como una consecuencia de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 que obligó a cerrar las oficinas públicas donde se cobran diferentes trámites oficiales, habrá que sumar un reajuste negativo de 260 millones 943 mil pesos.

Al poder Legislativo le serán retenidos 11 millones 645 mil pesos y al poder Judicial le serán descontados 13 millones 40 mil pesos, procedimientos que seguramente se reflejará en la dispersión de recursos que casi al final de cada mes realiza la Secretaría de Planeación y Finanzas del gobierno estatal.

En el caso de los municipios, el reajuste negativo fue para 53 de las 60 comunas tlaxcaltecas, mismo que de manera global implica un monto de 2 millones 651 mil pesos.

Si bien dudo que esos recortes presupuestales provoquen problemas financieros graves a los tres poderes y a los ayuntamientos involucrados, si afectarán las finanzas y obligará a esas autoridades a replantear sus gastos a fin de evitarse complicaciones, sobre todo cuando cada vez se acerca más el cierre del actual ejercicio fiscal.

Las proyecciones que se han hecho hasta el momento revelarían que el siguiente ajuste trimestral (julio-agosto-septiembre) será positivo y que éste representará una buena ayuda para las autoridades estatales y municipales, aunque será necesario que transcurra el tiempo y se compruebe que ese ejercicio no implique un nuevo recorte.

Las indiscreciones del Chema

La belicosa diputada panista Leticia Hernández Pérez que quería mantener oculto su contagio de Covid-19 debe agradecer que su infección se conociera gracias al ingenuo comentario que en el comedor del Congreso del Estado hizo el morenista José María Méndez Salgado, mejor conocido como “El Chema”, quien antes de que iniciara la sesión soltó frente a más de 10 legisladores que su aliada salió positiva en la prueba de coronavirus que un día antes se había practicado.

Después de esa indiscreción, otra diputada que controla uno de los grupos de WhatsApp que utilizan los legisladores locales para intercambiar información confirmó que Leticia Hernández tenía Covid-19, por lo que no pasó mucho tiempo para que El Sol de Tlaxcala confirmara el contagio a través de una nota informativa que puso furiosa a esa representante popular que horas antes se decía víctima de un complot para evitar su presencia en el pleno, porque según ella, sus “sesudas” y “magistrales” intervenciones ponen a temblar a más de uno de sus adversarios.

Un día antes, el cuarteto de las chicas super poderosas Leticia Hernández, la petista Irma Garay Loredo, la perredista Laura Yamili Flores Lozano y la morenista María del Rayo Netzahuatl Ilhuicatzi se les vio unidas y conviviendo muy cerca, por lo que no se descarta que en los siguientes días una de ellas resulte infectada de coronavirus, como ya le pasó a María Félix Pluma Flores y a Rolando Pérez Saavedra.

Las pruebas para detectar Covid-19 han confirmado, a parte del caso de la legisladora panista, a otros tres trabajadores administrativos del Congreso del Estado. Hasta el momento se habla de más de 12 personas contagiadas en el Poder Legislativo de Tlaxcala.

Para terminar, le cuento que a casi dos años de desempeñarse como legisladora la morenista Patricia Jaramillo García no termina por entender cómo debe votar, pues no deja de hacer el ridículo cada vez que en el pleno se solicita el aval a una reforma.

En las transmisiones a través de Internet se puede observar como a la hora de votar la diputada alza la mano y como su “mami” María del Rayo Netzahuatl la reprende con su penetrante mirada ya sea para que baje el brazo o lo suba, evidenciado que la legisladora Jaramillo no sabe lo que hace y, lo que es peor, que no tiene ni la menor idea de lo que está avalando.

Se ven tan mal que dan pena ajena.