La actual será la segunda administración estatal que dejará pasar la oportunidad de nombrar nuevos notarios públicos en Tlaxcala, porque luego de las 16 patentes que otorgó el gobernador panista Héctor Ortiz Ortiz, ningún otro mandatario ha tenido la habilidad de recurrir a esos espacios para ubicar a un colaborador o premiar a un amigo.
La reciente muerte del notario número 3 en Tlaxcala capital, Leopoldo Zárate Aguilar, dejaría tres notarías suspendidas en la entidad, si es que el gobierno del estado logra ganar el litigio por la suspensión que hizo al notario número 1 de Calpulalpan, Juan José Brindis Silva, quien además enfrenta un proceso penal por supuestamente haber participado en movimientos irregulares en algunas escrituras públicas.
Las notarías que quedarían suspendidas sería la número 1 de Zacatelco que estaba bajo la responsabilidad del también fallecido Toribio Moreno Álvarez, la de Leopoldo Zárate y la de Brindis Silva.
Habría una más, la número 1 de Tlaxcala que controlaba José Luis Macías Rivera, pero a través de un proceso viciado ésta fue otorgada al hijo de ese fedatario público, Martín Rivera Pérez, quien sin cumplir con todos los requisitos recibió la patente por parte del actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
El actual mandatario está legalmente a punto de perder su oportunidad de abrir el proceso para nombrar a nuevos notarios, de ahí que lo más seguro es que heredará al próximo gobernador esa facultad que sin duda representará un buen regalo porque pondrá disponer de esos espacios que son muy codiciados.
La ley del notariado establece que no se puede nombrar notarios en el último año de gobierno. Además, menciona que los notarios sólo pueden nombrar un notario auxiliar después de 10 años de servicio, y que el notario auxiliar sólo podrá suceder al notario titular si cumple con los requisitos para ser notario y si lleva 5 años en funciones, situación que en todo caso deberá ser avalada por el gobernador.
En el caso de Leopoldo Zárate apenas en el 2019 cumplió 10 años, por lo cual en ningún momento pudo haber nombrado un notario auxiliar que pudiera sucederlo, de ahí que esa oficina de fe pública deberá ser suspendida o cancelada por el gobierno de Mena Rodríguez
El procedimiento para designar a nuevos fedatarios toma entre 4 y 6 meses, razón por la cual la ley prohíbe que en el último año de cualquier administración estatal se lleve a cabo esas acciones.
En estos momentos operan 23 notarios en la entidad.
Manchis ya juega en la actual sucesión
Si bien el hacendado ex gobernador Mariano González Zarur cumplió su palabra de retirarse durante el gobierno de Marco Mena y evitar cualquier aparición pública en Tlaxcala, lo cierto es que a 14 meses de que le canten las trilladas golondrinas al muy compacto y reducido menismo, el mal humorado político ya se mueve para influir en las futuras elecciones y en especial en la sucesión no sólo de su partido el PRI, sino en Morena donde al parecer también tiene candidato.
La semana pasada el manchis habría sostenido una interesante reunión que por más discreta que se intentó hacer, al final trascendió porque uno de los asistentes no se aguantó las ganas de presumir, según él, la inigualable operación del rancio ex gobernador.
Se dice que a ese encuentro asistió el líder estatal de Morena y senador Joel Molina Ramírez, principal operador del mañoso ex gobernador y director del Canal Once, José Antonio Álvarez Lima.
Los añosos políticos mostraron su camaradería, pues nuevamente el destino los unió. Manchis siempre ha visto en Joel a un fiel subordinado, pues como olvidar que durante su administración fue beneficiado con el cariño de la nómina oficial.
Testigo mudo de la reunión fue el transa de Saúl Pérez Bañuelos, ex director administrativo de la Secretaría de Educación de la pasada administración de donde, por cierto, salió millonario. Él facilitó el salón bar ubicado en la privada junto al Italian Coffee y la PGR para que nadie molestara a ese par de amigos.
Se dice que ahí hubo un pacto que tendría que ver con la posibilidad de que Joel Molina se convirtiera en candidato de Morena a la gubernatura de Tlaxcala, pues si la designación le favorecía le dejaron claro que no le faltarían recursos para financiar su campaña.
A cambio, Molina debería garantizar la llegada de priistas a ciertas candidaturas de Morena a fin de que éstos pudieran acceder a posiciones de poder.
Según la fuente, si Joel Molina no logra la candidatura de Morena al gobierno para los comicios del 2021 se habría comprometido a trabajar por el candidato que el PRI designe y que seguramente encabezará la alianza opositora que se está conformando para disputar la gubernatura.
Manchis está de regreso y junto con él los zapes y las mentadas.
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