No lo cuente en voz alta, pero resulta que el personal médico de los hospitales de Tlaxcala donde todos los días atienden a pacientes con síntomas de Covid-19 podrían manifestarse y llevar a cabo un paro de labores, debido a que no están conformes con el material y equipo que reciben para tratar a los infectados no sólo porque es insuficiente, sino por su mala calidad.
Sus quejas ya han sido planteadas a los dos líderes sindicales que existen en el sector salud del estado, la priista Blanca Águila Lima y el médico especialista Daniel Romero López.
La primera que hace unos meses encabezó movilizaciones y se mostraba aguerrida para exigir la remoción de la directora Administrativa de la Sesa y denunciar la falta de equipo e insumos de trabajo anda perdida y sin ningún interés de ocuparse de la preocupación de los médicos, enfermeras, camilleros y otro personal, mientras que el segundo está por hacer público el malestar del personal sindicalizado de esa dependencia y de pedir la intervención de los diputados locales y de las autoridades federales para que realmente se proteja a los trabajadores que están atendiendo los casos de coronavirus.
El personal que labora en los hospitales tlaxcaltecas simplemente estaría más que dispuesto a manifestarse por las malas condiciones labores que tienen para enfrentar la pandemia, tal y como ha sucedido en otras entidades del país, por lo que no descarte que ese movimiento se registre de un momento a otro.
Trascendió que Tlaxcala junto con la Ciudad de México, El Estado de México, Querétaro y Yucatán forman parte de las entidades que se han negado a informar con precisión sobre el avance de la pandemia en los municipios, situación que le valdrá severas críticas a las autoridades estatales porque han ocultado dónde están concentrados los casos de los infectados.
Trascendió que en la entidad sigue habiendo valemadrismo por parte de algunas autoridades municipales y ciudadanos para evitar grandes concentraciones de personas. Anoche funcionarios municipales y estatales fueron incapaces de impedir una fiesta de 15 años en la comunidad de San Tadeo Huiloapan, municipio de Panotla, donde gobierna el cachondo alcalde perredista Eymard Grande Rodríguez.
Pese a que los casos confirmados de Covid-19 en Tlaxcala llegaron a 57, dejando hasta ahora cinco personas fallecidas, la pachanga con música y bebidas embriagantes que concentró a más de 500 personas se realizó pese al ridículo operativo que implementó la Coordinación Estatal de Protección Civil que movilizó a elementos policiacos de otros municipios como Totolac, Ixtacuixtla y Chiautempan.
Trascendió que dos diputadas locales, la priista Zonia Montiel Candaneda y la petista Michaelle Brito Vázquez sólo buscan los reflectores en la actual crisis sanitaria, pues aunque ambas han declarado que buscarán re-etiquetar los recursos que dispuso el Congreso del Estado para realizar obras y diferentes acciones en los municipios, lo anterior no será posible porque los alcaldes ya firmaron los convenios respectivos con la Secretaría de Planeación y Finanzas y porque los fondos ya empezaron a dispersarse desde hace una semana.
Por esa razón, los legisladores que están muy preocupados por la precaria situación que enfrentan miles de ciudadanos tlaxcaltecas por la cuarentena impuesta por el gobierno, podrían destinar una parte de los millonarios recursos que disponen para comprar en conjunto 5 mil despensas a fin de que cada uno de los 25 representantes populares pueda repartir 200 y así presumir que ya hizo su gran labor del año para ayudar a los que menos tienen.
Trascendió que el alcalde perredista de Apetatitlán con su última cuenta pública reprobada podría enfrentar problemas porque se está documentando que ha mentido en su declaración patrimonial al ocultar vehículos.
Si bien ese edil entregó parte de la información que en forma conjunta suma casi 2 millones de pesos en sus vehículos particulares, lo cierto es que omitió un Ford Figo 2018 color guinda que suele utilizar para pasear sus conquistas y llevarlas a un romántico lugar ubicado por el municipio de Yauhquemehcan y un Volkswagen Golf 2018 que aparece a nombre de su secretario particular de nombre Rodrigo Acoltzi Vázquez, pero que en realidad lo maneja su hijo que, por cierto, sigue los pasos de su padrote papá, aunque con muy malos resultados porque no dispone del erario que hace ver a su progenitor Eloy Reyes como un galán irresistible.
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