La decisión de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena descartó la semana pasada la encuesta como método para elegir la dirigencia del partido en Tlaxcala, pues va contra sus estatutos, de ahí que los diferentes grupos internos que se disputan esa posición harán más evidentes sus diferencias sin importar que a estas alturas ese instituto político también luzca dividido y fragmentado.
Ana Lilia Rivera Rivera, senadora por Tlaxcala y una de las fundadoras de ese partido celebró tal determinación porque en alianza con Joel Molina Ramírez, también senador y líder estatal de Morena, buscan imponer a un dirigente que gire en su órbita de influencia que complique la designación de la “super delegada” del gobierno federal, Lorena Cuéllar Cisneros, como candidata a la gubernatura para los comicios del 2021, bajo el principal argumento de que se trata de una arribista.
Desde hace una semanas ambos senadores habían comprobado que los militantes de Morena ya no estaban al 100 por ciento con ellos, pues algunos miembros del partido no tuvieron problema para mencionar que respaldaban a José Luis Ángeles Roldán, mejor conocido como “El Patrón”, quien sin caer en un protagonismos empezó a visitarlos y a solicitar su apoyo para representar a ese partido en la entidad.
Ángeles Roldán es ubicado como un lopezobradorista puro que trabajaría para el fortalecimiento del partido y para recobrar la unidad en Morena, pues tiene muy presente que la única forma de convertir a ese instituto político en la primera fuerza política en el estado es si éste lanza a los mejores candidatos y si evitan las fracturas por la designación de aspirantes a los diferentes cargos de elección popular.
Joel Molina y Ana Lilia Rivera son los únicos que al parecer tienen acceso al padrón completo del partido que hace unos años conformó el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por lo que cuentan con cierta ventaja para operar el cambio de dirigente, quien desde su particular punto de vista debe ser un morenista fiel a ellos.
Por todos los medios pretenden evitar que la próxima dirigencia local de Morena caiga en manos de un militante que termine por respaldar abiertamente las aspiraciones de Lorena Cuéllar, quien hoy por hoy es la contendiente más fuerte para ganar la gubernatura en las próximas elecciones.
La senadora Rivera al detectar que en algunos municipios los morenistas ya no estaban bajo su influencia, empezaría a manipular a sus contados seguidores para que éstos lanzaran acusaciones contra algunos diputados locales que etiquetaron recursos del Fondo de Acciones para el Fortalecimiento del Campo, bajo el argumento de que se había manipulado la lista de beneficiarios, cuando en realidad la molestia de la legisladora radicaba en que los militantes de ese partido la dejaron de apoyar porque vieron que era otro político el que les estaba ofreciendo programas y ayuda.
En Tlaxcala la renovación de la dirigencia estatal de Morena no será fácil y seguramente tendrá sus desencuentros. Su unidad y madurez política será sometida a prueba. Veremos qué tan democráticos son en ese partido que presume ser diferentes a los otros partidos políticos.
Tlaxcala y sus antros fuera de control
Los hechos violentos que cada fin de semana se registran en Tlaxcala y específicamente en los diferentes antros que operan en la capital debe ser una llamada de alerta para la presidenta municipal, Anabell Ávalos Zempoalteca, pues pareciera que esos negocios ya se salieron de control y que imponen su ley para funcionar violentando la norma.
Este fin de semana se conoció que una menor de edad habría sido atacada y privada de la vida al presuntamente salir del desprestigiado antro denominado Michemix, aunque otra versión indicaría que la joven habría estado en otro lugar de “sano esparcimiento”, sin embargo el hecho es que fue agredida y asesinada en una de las principales avenidas de la capital sin que la acreditada policía municipal pudiera hacer algo para evitarlo.
Las quejas de los ciudadanos y ciudadanas por los desmanes que cada fin de semana se generan en esos antros que se han multiplicado por diferentes zonas de la capital sin que exista una razón que justifique su expansión porque según el ayuntamiento capitalino no ha otorgado nuevas licencias de funcionamiento para ese tipo de negocios, van en aumento y pronto podrían dañar la imagen de Anabell Ávalos que prometió meter en cintura a esos centros de esparcimiento donde es común que vendan alcohol a menores de edad y drogas.
Si bien la violencia en los antros capitalinos no había cobrado ninguna vida, este fin de semana ya se tuvo la primera y esperemos que sea la última, de ahí que las autoridades municipales deberán mostrarse firmes si es que no quieren que ese problema crezca y se salga de control, para lo cual será necesario que algunos funcionarios dejen de pedir mochada y que otros más se pongan a trabajar y dejen de promocionarse a través de sus múltiples grupos vecinales para intentar convertirse en candidatos a algún cargo de elección en los próximos comicios.
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