Nunca faltan los “sesudos análisis” de periodistas que tratan de dibujarlo como un político de altura y con un tremendo arrastre popular, cuando en realidad José de la Luz Sosa Salinas, mejor conocido como “El Pepeluche”, es un mediocre diputado federal que no representa nada en Tlaxcala y que su desprestigio es tal que le salió muy bien la jugada de irse a refugiar al opaco y mercenario Partido del Trabajo.

Aunque no faltan los ilusos que insisten en considerar a “El Pepeluche” como un aspirante fuerte a la gubernatura de Tlaxcala para las elecciones del 2021, la cierto es que ese vividor ha venido dejando una estela de corrupción y de incumplimiento de compromisos que pronto podrían dejarlo muy mal parado entre los pocos ciudadanos que aún le creen.

En los comicios del 2018 logró ganar la diputación federal en el distrito 1 de Apizaco por el impulso que recibió del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena.

Una vez confirmado su triunfo, “El Pepeluche” cedió a la tentación que el líder nacional del PES, Hugo Éric Flores Cervantes, le hizo para renunciar a la bancada de Morena y quedar registrado como diputado federal de Encuentro Social y virtual aspirante a la gubernatura de Tlaxcala.

Lo anterior luego que Lorena Cuéllar Cisneros le hiciera “el fuchi” al PES y terminara en el partido de López Obrador, pese a que ella fue registrada como candidata a diputada federal por el distrito tres por Encuentro Social, cuyos dirigentes nacionales se sintieron no sólo usados sino traicionados por la expriista y ex perredista porque durante la pasada campaña la hoy “super delegada” nunca uso los colores ni el emblema de su instituto político.

Fue así que José de la Luz Sosa tuvo reflectores y escaparate que de inmediato lo ubicaron como un diputado con posibilidades de crecer políticamente hablando, de ahí que de inmediato recibió camionetas, dinero y departamentos para poder vivir mientras se encontraba en la Ciudad de México, bienes que obviamente implicaron una serie de compromisos que el diputado federal nunca cumplió como el hecho de gestionar recursos públicos para asignar diversas obras.

A “El Pepeluche” que muy rápido se le olvido el no mentir, no robar y no traicionar se le vio como diputado electo en una lujosa camioneta Mercedes-Benz, cuyo motor se descompuso porque nunca recibió el mantenimiento correspondiente, de ahí que siga aventada en un taller mecánico.

Más tarde, el legislador habría recibido una Ford Explorer de modelo muy reciente junto con la renta de un departamento en la Ciudad México. A los pocos meses la camioneta se la recogieron porque se negó a contestar las llamadas de su benefactor que también optó por cerrar las puertas del inmueble que usaba el tlaxcalteca.

Pero la lista de ingenuos que aún confiaban en el diputado federal no se había agotado, pues hubo otro que le proporcionaría una camioneta nueva de lujo de la marca Cadillac, la cual dicen que “El Pepeluche” cambiaría por una casa y que al no cumplir con el compromiso adquirido, el dueño de la unidad tuvo que hacer maroma y teatro para recuperarla y evidenciar a ese trácala legislador.

Se dice que Sosa Salinas también habría recibido dinero de constructores y alcaldes que confiaron en su palabra y ofrecimiento de gestionar millonarias obras que sólo se quedaron en el papel porque hasta ahora ninguna se ha concretado, sin embargo esa maniobra le permitió bragado político tlaxcalteca tener capital para adquirir en los últimos meses hasta tres casas.

José de la Luz Sosa fracasó en su intento por controlar el PES en Tlaxcala y su torpeza fue tan grande como su ambición, al grado que ni siquiera pudo organizar y ganar la asamblea de su distrito para constituir legalmente a ese partido político.

Con un desprestigio mayúsculo, sin ningún capital político y con un enorme deseo de seguir acumulando riqueza, “El Pepeluche” fue recibido en el Partido del Trabajo, donde nadie puede negar que existen los mejores vividores y mercenarios de la política no sólo local, sino nacional.

Con esos antecedentes sólo un idiota puede pensar que “El Pepeluche” puede competir por la gubernatura del estado.