El magistrado Héctor Maldonado Bonilla obtuvo lo que parecía imposible y con la protección de la justicia federal frenó, por el momento, los ímpetus golpistas de sus seis compañeros, quienes sin tener argumentos sólidos y contundentes procedieron a removerlo el pasado viernes de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJE), gusto que sólo les duró tres días porque sus acciones quedaron sin efecto legal.
Maldonado Bonilla fue electo como presidente del Poder Judicial de Tlaxcala para un periodo de dos años que inició en febrero del 2018 y concluye en enero del 2020, de ahí que sin existir una falta grave o una conducta que sea considerada ilegal para proceder a su destitución, los magistrados Fernando Bernal Salazar y Mario de Jesús Jiménez Martínez encabezaron el complot para arrebatarle el poder al marianista, para lo cual contaron con la ayuda de las plásticas Elsa Cordero Martínez y Rebeca Xicohténcatl Corona que terminaron por convencer a Felipe Nava Lemus y a Mary Cruz Cortés Ornelas.
A esos disque expertos del derecho y ejemplos de honorabilidad, les falló su movimiento golpista porque al parecer no ajustaron sus acciones a la ley, por lo que el poblano Héctor Maldonado lejos de enfrentarlos mediáticamente solicitó un amparo y la justicia federal le otorgó ayer una suspensión provisional.
Con esa resolución legal, no sólo el marianista retomó la presidencia del TSJE, sino que además quedaron sin efecto los cambios de funcionarios que la espuria y fugaz presidencia de Mario de Jesús Jiménez había aprobado para nombrar a un nuevo Secretario Ejecutivo, a un Tesorero, al Contralor Interno y otros titulares de áreas.
El bloque de los seis magistrados que fracasaron en su primer intento por destituir a Héctor Maldonado tiene hasta el 11 de junio para presentar sus argumentos jurídicos y justificar su decisión y actuar.
Después se celebrará una audiencia y la autoridad responsable del caso no tendrá un plazo para emitir una resolución final sobre el amparo 497/2019. Incluso éste asunto se podría resolver después de enero del 2020, fecha en que Maldonado Bonilla dejará ese cargo o quizá, para entonces, haya generado las condiciones para buscar su reelección para un periodo más.
La unidad que habían mostrado los seis mencionados magistrados para remover del puesto a Héctor Maldonado está por diluirse, ya que tanto Felipe Nava Lemus como Mary Cruz Cortés Ornelas han mostrado signos de arrepentimiento.
Se dice que incluso la expresidenta del TSJE, Elsa Cordero, también estaría interesada en buscar un acercamiento con el abogado marianista a fin de llegar acuerdos y abandonar al grupo de Mario de Jesús Jiménez y Fernando Bernal.
Entre los más felices por el regreso de Héctor Maldonado a la presidencia del Poder Judicial de Tlaxcala se encuentra la poderosa Secretaria Ejecutiva del TSJE Giorgette Alejandra Pointelin González y el ex diputado local Marianito González Aguirre, quien desde tierras poblanas no ocultaba su euforia ni se cansaba de decir que cobrarían venganza por esa afrenta.
Otros que también hicieron el ridículo fueron los integrantes del Consejo de la Judicatura donde los menistas se sumaron a la andanada contra Maldonado Bonilla tras recibir línea y sin siquiera preguntar si la acción que llevarían a cabo se ajustaba a la ley.
En Tlaxcala cada vez es más notoria la ausencia de un liderazgo en el estado.
La guerra por el control del TSJE seguirá. Hoy trabajadores del Poder Judicial tienen prevista una manifestación en contra de la gestión de Maldonado Bonilla, con el claro propósito de generar inestabilidad.
El zape que la justicia federal dio a los seis magistrados tlaxcaltecas que se sumaron al complot contra el poblano Héctor Maldonado dolió más de lo que se imagina.
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